jueves, marzo 28, 2024

Pedagogía, colonialismo y psicopolítica. El caso mapuche en Chile

La invasión del estado chileno al país mapuche, construyó un antagonismo hacia las pedagogías mapuche, instalando una dictadura del conocimiento, estableciéndose la imposibilidad de dialogo, estructurando a la escuela como un mecanismo ideológico de la subordinación colonial, que instalaba el sentimiento de inferioridad en el mapuche.



Por: Sergio Caniuqueo Huircapan[1]


La pedagogía es un producto cultural, adecuado a las transformaciones históricas de un pueblo, desarrolla aspectos epistémicos y ontológicos de una sociedad a partir de estructuras, en la cual la información, conocimiento y saber se distribuyen en agentes y espacios, estableciendo procesos de veracidad, fiabilidad, legitimación, transmisión y construcción de contenidos. La pedagogía es un sistema amplio, donde el aprendizaje y enseñanza ha sido definido bajo estructuras de poder, para proyectar una sociedad determinada, bajo socializaciones específicas.

La sociedad mapuche construyó sistemas pedagógicos, que se fueron adecuando a sus transformaciones históricas, así los familiares de los niños/as, por línea paterna, eran los primeros educadores, cada contenido era la síntesis de las relaciones sociales y con la naturaleza en un nicho ecológico. La información, entendida como la construcción de datos, el conocimiento, como una forma significativa de integrar datos para a ser utilizados en la vida práctica, el saber, como acción reflexiva y base para construir nuevos conocimientos, se iban desarrollando desde una perspectiva territorial, de acuerdo a los hitos que vivía cada comunidad y su interacción con otras comunidades. La visión de mundo respondía a un consenso de información, conocimientos y saberes, existiendo cosmovisiones fundadas en el dialogo de saberes.

Las sociedades estatales, incaicas e hispanas, no lograron someter ni seducir al mundo mapuche en sus pedagogías. La sociedad mapuche desarrolló conocimientos y saberes diferenciados, a nivel comunidad como de estructuras mayores, complementándolos a partir de una división social del trabajo. La historia muestra como los mapuche se desplazaban por diversas fronteras, indígenas e hispanas, viviendo diversas experiencias. Estas fronteras hispanas no fueron limitante para adquirir nuevos conocimientos, incluso en el siglo XVIII existió la escuela de naturales para los hijos de líderes indígenas.

La invasión del estado chileno al país mapuche, construyó un antagonismo hacia las pedagogías mapuche, instalando una dictadura del conocimiento, estableciéndose la imposibilidad de dialogo, estructurando a la escuela como un mecanismo ideológico de la subordinación colonial, que instalaba el sentimiento de inferioridad en el mapuche. Esto no impidió la socialización de los sujetos mapuche en su cultura, en situación de subordinación y minimizada por las condiciones sociales y materiales que la sostenían.

En estos últimos años, la escuela ha pasado de su función disciplinar colonial, a ser la administradora de los subjetivismos, agenciando la identidad, a partir de la educación intercultural.  De la biopolítica, como control social del sujeto, ha pasado a la psicopolítica, un control de la psique del sujeto, con un reconocimiento a la diferencia, institucionalizando a la cultura, como nueva forma de dominación colonial. Así la impronta zapatista “Es necesario hacer un mundo nuevo. Un mundo donde quepan muchos mundos, donde quepan todos los mundos.” puede ser tomada por el mercado para expresar “United Colors of Benetton”. La capacidad de subjetivar del mercado ha permeado al Estado, la cultura pasa a ser un bien de consumo, generando un reconocimiento al subalterno, con una escuela basada en criterios comerciales, donde un niño es un usuario, un cliente del sistema escolar, que consume su cultura, desprovista de un sentido crítico, pero articulado al mercado.

Sin embargo, hay esperanza en aquellas pedagogías mapuche, hoy marginales, que pueden decir que tipo de niños mapuche socializados quieren para un nuevo proyecto de sociedad, en espacios urbanos y rurales. Las pedagogías mapuche enfrentan la necesidad revitalizar y construir nuevos contenidos, agentes y espacios, con nuevos diálogos de saberes y horizontes utópicos para una modernidad alternativa.

En revista NovAmerica  N° 149, pág. 53. Brasil

[1] Historiador Mapuche. Centro Interdisciplinario de Estudios Interculturales e Indígenas, Pontificia Universidad Católica de Chile. Proyecto CONICYT/FONDAP 15110006.

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