viernes, abril 19, 2024

14 años de los Caracoles Zapatistas, nacimiento de otro mundo posible

Después de una larga temporada de silencio, los días 8, 9 y 10 de agosto del 2003, se realizó una fiesta en el agónico Aguascalientes y naciente Caracol de Oventik para celebrar la creación formal de la autonomía. En Chiapas, los aguascalientes iban a cambiarse por los Caracoles, y las autoridades por las Juntas de Buen Gobierno.

Imagen: Zapatista/ CMYK Laboratorio de ideas

Fuente: desinformemonos.org

El Subcomandante Marcos, dio a conocer unos meses antes una serie de comunicados intitulados: “la treceava estela” en siete partes: 1/ Un caracol 2/ una muerte 3/ un nombre; la historia de del / sostenedor del cielo, 4/ un plan 5/ una historia 6/ Un buen gobierno 7/ una postdata.

En esos textos el Sup aclara que “los Caracoles serán como puertas para entrarse a las comunidades y para que las comunidades salgan; como ventanas para vernos dentro y para que veamos fuera; como bocinas para sacar lejos nuestra palabra y para escuchar la del que lejos está. Pero, sobre todo, para recordarnos que debemos velar y estar pendientes de la cabalidad de los mundos que pueblan el mundo”.

Los nombres fueron elegidos por comités de cada zona durante “horas de propuestas, discusiones sobre traducciones, risas, enojos y votaciones”, comentó el Sup Marcos en la tercera parte de la treceava estela:

El Caracol I: Madre de los caracoles del mar de nuestros sueños, La Realidad, cubre la zona tojolabal, tzeltal, y mam, de la zona fronteriza y selva (desde Marqués de Comillas, la región de Montes Azules, y todos los municipios fronterizos con Guatemala hasta Tapachula). Su junta de buen gobierno se llama “hacia la esperanza”.

El Caracol II: resistencia y rebeldía por la humanidad, Oventik, cubre la zona altos de Chiapas, de los tzotziles y tseltales (abarca parte de los territorios donde se encuentran los municipios gubernamentales de los Altos de Chiapas y se extiende hasta Chiapa de Corzo, Tuxtla Gutiérrez, Berriozábal Ocozocuautla y Cintalapa), su Junta De Buen Gobierno se llama “Corazón Céntrico de los zapatistas delante del mundo”, se compone de 7 Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ).

El Caracol III: Resistencia hacia un nuevo amanecer, La Garrucha, cubre la zona tzeltal de la zona selva (abarca parte de los territorios donde se encuentra el municipio gubernamental de Ocosingo) como el caracol I, está compuesto de 4 Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ).

El Caracol IV: Torbellino de nuestras palabras, Morelia, cubre la zona tzeltal, tzotzil y tojolabal, (abarca parte de los territorios donde se encuentran los municipios gubernamentales de Ocosingo, Altamirano, Chanal, Oxchuc, Huixtán, Chilón, Teopisca, Amatenango del Valle) su junta de buen gobierno se llama “Corazón del Arcoíris de la Esperanza”. Tiene 3 MAREZ. Unos días antes de su nacimiento, el 3 de agosto del 2003, 30 elementos de la policía estatal estuvieron hostigando a los zapatistas que laboraban en su reconstrucción.

El Caracol V: el caracol que habla para todos, Roberto Barrios, cubre la zona norte de Chiapas, (abarca parte de los territorios en donde se encuentran los municipios gubernamentales del norte de Chiapas, desde Palenque hasta Amatán) donde están los choles, zoques y tzeltales, su junta de buen gobierno se llama “Nueva Semilla que va a Producir”, esta compuesto de 9 MAREZ.

Una vez mas, los rebeldes zapatistas, frente a la traición del gobierno Mexicano al no cumplir los acuerdos de San Andrés, y después de una larga reflexión autocrítica, logran redefinir su proyecto rebelde en los hechos y también en los conceptos, manteniendo al mismo tiempo sus objetivos fundamentales de un mundo con democracia, libertad y justicia para todos.

El 19 de julio del 2003, en un comunicado firmado por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y por los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas de Chiapas, los zapatistas anuncian que “El EZLN decidió suspender totalmente cualquier contacto con el gobierno federal Mexicano y los partidos políticos, y los pueblos zapatistas ratificaron hacer de la resistencia su principal forma de lucha”. Ese comunicado anunciaba que “los pueblos indígenas zapatistas y rebeldes han preparado una serie de cambios que se refieren a su funcionamiento interno y a su relación con la sociedad civil nacional e internacional”.

Ese comunicado permite darse cuenta de la fuerza de los y las zapatistas quienes, al vez de re-tomar las armas 9 años después frente a un gobierno negando reconocer los derechos de los pueblos indígenas, y su incumplimiento de sus compromisos, se pusieron a construir la autonomía en los “territorios rebeldes”.

Según Pablo González Casanova en su ensayo de interpretación sobre los caracoles: “El nuevo planteamiento de los caracoles no solo redefine con claridad conceptos (…)pero articula y propone un proyecto alternativo de organización (a la vez intelectual y social) que, arrancando de lo local y lo particular, pasa por lo nacional y llega a lo universal. En la salida y en la llegada deja a sus integrantes toda la responsabilidad de como hacer el recorrido: si de lo grande a lo chico o de lo chico a lo grande, o de las dos maneras, dividiéndose el trabajo con una ruta para unos y otra u otras para los demás”.

Es necesario entender que el nacimiento de los caracoles retoma lo que ya se había expresado desde los inicios del movimiento zapatista. Pero estaba tiempo de aclarar y redefinir lo que fue a veces olvidado o no priorizado. Así Don Andrés Aubry dividió en dos partes un articulo suyo, “lo que no cambia” y “las novedades”:

Lo que no cambia. Los caracoles no suprimen los municipios autónomos; al contrario, los refuerzan dando nuevas oportunidades a la autonomía de las comunidades y municipios, que así dieron un paso más en el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés. En los caracoles se encuentran representados, más no sustituidos. Desde sus sedes, sean antiguas o nuevas cabeceras, los concejos autónomos (no creados verticalmente sino construidos desde abajo, mediante procesos variables) siguen autogobernando sus municipios en sus territorios”.

Según el antropólogo, más que todo, los caracoles retoman los acuerdos de San Andrés, “nada aparece cambiado, solo hay una radicalización legítima”. Así los acuerdos decían “Proponemos el reconocimiento del derecho de las comunidades de asociarse libremente en municipios con población mayoritariamente indígena, así como el derecho de varios municipios para asociarse a fin de coordinar sus acciones como pueblos indígenas”, lo que está ahora formalizado por los caracoles y las juntas de buen Gobierno en lo de coordinar. La tarea es amplia frente a todas la áreas autónomas de los pueblos, así como las escuelas alternativas, la salud, la producción agroecología, su comercialización alternativa, y todas las demás iniciativas creadas desde las primeras horas del movimiento zapatista.

En su segunda parte, Aubry precisa lo que ha cambiado, y rescata más particularmente el esfuerzo de los y las compañer@s para esclarecer el papel y la función de cada uno. Ahora la Comandancia General del EZLN no podrán interferir en lo de las autonomías, y vice-versa, las Juntas no podrán recurrir a las fuerzas milicianas.

Las novedades. Esta maduración en el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés aconsejó definir con más rigor las competencias de las diferentes instancias. La municipal de las autonomías; la política del Comité Clandestino Revolucionario Indígena, Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (los comandantes y las comandantas), y la militar a cargo del subcomandante insurgente. En breve, el ezln trata de cumplir con el principio democrático de la separación de los poderes».

Los comandantes toman el compromiso de no interferir en la responsabilidad propia de las autonomías. Y se estipula que, si “deciden participar en los gobiernos autónomos, deben renunciar definitivamente a su cargo organizativo dentro del EZLN”.

Recíprocamente, los concejos autónomos no podrán recurrir a las fuerzas milicianas para las labores de gobierno porque el mando de milicianos e insurgentes es competencia exclusiva de la comandancia general del ezln. Pero, evidentemente, sigue siendo su trabajo y su deber “proteger a las comunidades de las agresiones del mal gobierno y de los paramilitares”, pues para eso “somos Ejército Zapatista”.

Hoy, a 14 años de caminar, los caracoles se integraron perfectamente a las necesidades de los pueblos. El mandar obedeciendo se agilizo y las autoridades como las Juntas de Buen Gobierno son reconocidas y solicitadas, tanto por los asuntos internos, que por las demandas de la sociedad civil o solidarias.

Los y las zapatistas se enorgullecieron de esos avances, y la escuelita zapatista en sus dos niveles pudo demostrar al mundo entero lo que significa el mandar obedeciendo, lo que es la autonomía zapatista que se construye paso a paso a través de los años.

El último comunicado contando los avances de las autonomías “Y en las comunidades Zapatistas?” fue publicado el 23 de marzo del 2016, un resumen de los informes de los y las compañer@s responsables en los pueblos responsables de comisiones (por ejemplo de salud, educación, jóven@s, etc), autoridades autónomas y responsables organizativos.

En ese comunicado firmado por el Subcomandante Moisés y Subcomandante Galeano, la comandancia reiteran que todo la presentación dada de los avances autonómicos no viene de la comandancia zapatista, o sea que no salió de las cabezas de unos cuantos, sino que viene de las comparticiones entre los mismos pueblos, así 14 años después, se evidencia que la comandancia ya no interfiere en los procesos civiles.

El EZLN, sigue siendo abriéndose al mundo y a la sociedad civil mediante varias iniciativas, invitando a la comunidad artística y científica en los festival compARTE y conCIENCIA, al pueblo apoyando la lucha magisterial, a los migrantes enviando toneladas de café solidario, al mundo construyendo y reflexionando de como construir unas grietas en esos muros que construyen los de arriba, al pueblo de México y del Mundo, apoyando la candidatura de la vocera del Consejo Indígena de Gobierno, pero los y las zapatistas no olvidan de construir ese otro mundo que ya volvió posible.

Desde la creación de los caracoles y de las juntas de buen gobierno, las y los zapatistas han avanzado en todos los temas de su autonomía, fuera de cualquier apoyo gubernamental, luchando y resistiendo cada día para trabajar de manera colectiva a la construcción de un mundo donde quepan muchos otros mundos.

Texto publicado originalmente en Espoir Chiapas

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