jueves, marzo 28, 2024

El marco histórico chileno para los pueblos, un espejo del país de nunca jamás

Que no se diga que somos hispanoamericanos
Somos mapuche gente de la tierra
Por favor un poquitito de sentido común
Esto se llamó, esto se llamó, siempre mapu
¿Con qué derecho cambiamos el nombre a las cosas?
Wingka trewa kiñe ñuke mapu mari chaw.
Nicanor Parra

Por  Marjorie Huaiqui Hernández*

Historia ¿para quién?

Antes de comenzar una descripción que permita construir un marco que visibilice la situación actual de los pueblos, originarios y chileno, es necesario abrir una interrogante acerca de ¿qué es la historia? o de un modo más preciso, ¿en qué consiste el oficio de historiar?

Para Enrique Moradiellos, El oficio de historiador (:2005) Tanto como el de la historiadora, es el de la tarea de construir un pasado histórico en forma de relato narrativo. Basado en las reliquias, evidencias y fuentes interpretativas como información primaria para legar el pasado, usando un método inferencial imposible de eliminar al sujeto del conocimiento.

Siguiendo este sentido, es imposible también soslayar las corrientes filosóficas que influencian el pensamiento histórico desde las bases clásicas en el mecanicismo de Voltaire, basando como un ensayo matemático el de propiciar la cultura humana, y por consecuencia la historia (Meinecke, 1982). Estas son las que han establecido la actual validación científica perjudicial para categorizar culturalmente a los pueblos originarios y los saberes de la cultura popular, siendo a la vez, las mismas justificaciones para subestimar conocimientos originarios, exterminar y fortalecer el racismo oculto que hoy es visibilizado en la cultura chilena.

No al azar cuando nos aproximamos desde el pensamiento latinoamericano, sentimos la influencia del positivismo de la escuela europea del siglo diecinueve, pero de forma más aguda sentimos la idea de progreso como el ideal de modernización. Así se refleja la cultura en la “Historia de América Latina y del Caribe desde 1825 hasta nuestros días” (Del Pozo, 2002). Una sabiduría conducida por la ilustración letrada, en donde la oralidad del silencio profundo, no se refleja en el espejo de la bruja de la película “La Blancanieves” que pregunta y pregunta al espejo ¿quién soy? Porque es casi increíble pensar que a pesar de que la bruja vive en el mismo bosque de los enanos, se siente tan distante, que no se siente parte ni del bosque ni de estos, que la rodean constantemente.

Un Estado, una nación

Recordemos que el Estado- nación chileno ha sido el más apoyado por las élites y la oligarquía nacional, pero también el más frágil en su pertinencia con la sociedad civil. Siendo el con más fragilidad histórica, legitimidad y ciudadanía en la “Historia Contemporánea de Chile” (Salazar y Pinto, 1999). Este énfasis en la aclaración ha permitido precisamente una especie de doble faz para criticarlo, si bien América y Chile dentro de este marco, se construye con formación francesa de los principales próceres ‘libertarios’ ha sido la misma cuna que ha recibido a los historiadores de la Nueva Historia o de la historia social ¿no es esto mantener la misma creencia en la continuidad cultural que se critica? y a la vez, ¿no es de alguna forma perpetuar los mismos valores en la sociedad?

Más aún cuando en estas sencillas preguntas dejamos de lado el mundo antiguo de América, marcando un surco en la tierra que deja las huellas de la misma tensión entre civilización y barbarie, como si hubiera unos y unas más bárbaras que todas las personificaciones para lo inculto que se han mantenido en el relato de la historia oficial chilena. Pues el eje de tensión entre civilizados y barbáricos, ha posicionado la mirada decimonónica de la consolidación unificadora del Estado- nación chileno en Diego Barros Arana, Benjamín Vicuña Mackenna, Gonzalo Vial Correa, además de Sergio Villalobos.

Lugar desde donde se fundan los cimientos ideológicos, para luego ser criticados ‘desde abajo en su cuestionamiento social’ pero no desde el origen: ‘promaucaes’ eran los que no se vieron en esta interrogante. ¿Fue entonces, la situación colonial euro centrista que nació de los reflejos del espejo de la bruja? Al verse en los y las mapuche panaderos y nanas principalmente. “¡Escucha Winka!” (:2006) Que la posibilidad de hacer Historia Nacional Mapuche también existe para discutir lo republicano y colonial.

Porque es en este contexto de discusión, de tensión, de disyuntiva e invisibilización cuando la escuela llegó para quedarse, se critica “La educación y nación al sur de la frontera” (Donoso, 2006) tensionando el tránsito de bienvenida hacia la modernidad chilena, que en una serie de signos observamos el exterminio. Porque desde lo más profundo del azul, hasta la tierra misma donde yace la vida, tenemos una continuidad de sin sabores que han dejado un amargo trago en el paso por la historia de Chile.

¿Y se puede ser persona sin una madre?

Desde un comienzo el desarraigo con nuestra madre cultora de experiencias eternas, tuvo la intención de ser exterminada ¿pero cómo no me voy a acordar? Si un hijo e hija única nunca olvida a su madre. El error que argumenta esta situación fue pensar que la tierra era de ellos. Fue este el motivo dilucidado en la contrarreforma agraria de la Dictadura Militar, en donde se hicieron los litigios de ‘regulación’ de tierras a las comunidades mapuche principalmente.

Este hecho condicionó una situación límite que explica la estrategia utilizada en los espacios territoriales de patrimonio mapuche lafkenche de Yani- Locobe de la comuna de Arauco, pero así lo es también en las comunidades de los Ñanco, Locobe, Nine y Yani, nos recuerda Elicura Chihuailaf, en su “Recado confidencial a los chilenos” (:1999) para coincidir en la intención exterminadora que se sustenta en una relación casi irreconciliable con la sociedad chilena.

Pues mientras algunos enmarcan su vida y situación de sociedad vital en una memoria que está dentro de la tierra, como parte de esta y como otro, como otra vida, en el otro extremo tenemos a una sociedad chilena de consumo con relaciones profundas en el presente. Entre la economía y los derechos. Situación que distancia todo tipo de marco en las relaciones humanas y cómo se entiende lo social entre unos y otros, porque al estar dentro de la tierra estamos dentro del conocimiento, tenemos el amor como un desafío constante en nuestra vida, al estar en el mercado tenemos la competencia, el éxito, la superficialidad…

¿Cómo se podrá remediar este descalabro? Porque esta tensión continúa aún más, cuando el Estado- nación chileno inclusive está lejos de lo Hispanoamericano al llevar a toda su sociedad territorial en el mercadeo de la vida. Una vigencia que persiste en la negación de dos naciones, una originaria y otra criolla, pero más inflexible aún, una sola nación chilena que ni siquiera establece la visión de pueblos, un pueblo chileno y otro mapuche.

Al finalizar este marco de límites de la historia de Chile, solo se visibilizan en sus intereses ideológicos una defensa de la estructura oficial en el fundamento de su relato, y es posible verlo desde o tras del espejo de la bruja del bosque de Blancanieves de algún u otro modo.

bruja de blancanieves

*  Profesora de Historia y Geografía UNAP, Diplomada en Literatura Infantil y Juvenil IDEA-USACH y en Educación Histórica, Pasado Reciente y Memoria UAHC.

Bibliografía

– Chihuailaf, E. Recado confidencial a los chilenos. LOM 2° Edición diciembre 2015, Santiago de Chile
– Donoso, A. Educación y nación al sur de la frontera. Organizaciones mapuche en el umbral de nuestra contemporaneidad, 1880- 1930. Pehuén, 1° Edición octubre 2008, Santiago de Chile.
– Del Pozo, J. Sección La cultura pp. 104-110 en: Historia de América Latina y del Caribe 1825 hasta nuestros días. LOM 1° Edición agosto 2002, Santiago de Chile
– Mariman, P. Caniuqueo, S. y otros. ¡…Escucha winka…! Cuatro ensayos de Historia Nacional Mapuche y un epílogo sobre el futuro. LOM, 1° Edición 2006, Santiago
– Meinecke, F. El historicismo y su génesis. Fondo de Cultura Económica, 1° reimpresión en español 1982, México
– Moradiellos, E. El oficio del historiador. Siglo XXI Editores, 5° Edición julio 2005, España
– Salazar, G. y Pinto, J. Historia Contemporánea de Chile I. Estado, legitimidad y ciudadanía. LOM, 1° Edición abril 1999, Santiago.

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