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Vía Grupo de Apoyo a presxs políticxs.

“Como educadorxs de escuelas públicas nos duele el piueke la indolencia frente a los últimos desalojos que, del espectro llamado izquierda y derecha, han asentido y aprobado en ese congreso indolente, a través de esa «ley maldita denominada Anti-Tomas».

En medio de un masivo operativo policial y municipal transmitido en vivo por las redes sociales y otros medios del gran empresariado, más de seiscientas personas (entre ellas niñas, niños, ancianos y mujeres trabajadoras, en su gran mayoría) fueron desalojadas del campamento Dignidad, en la comuna de La Florida.

Tras años de abandono estatal y promesas incumplidas de los gobiernos de turno, familias enteras han debido resistir en el borde de la Quebrada de Macul y otros campamentos a nivel país, levantando sus viviendas con esfuerzo, comunidad y resistencia.

Hoy, bajo la aplicación de la llamada “Ley Anti-Tomas”(impulsada y aprobada en el gobierno de Boric), el Estado vuelve a golpear a lxs más pobres, criminalizando la necesidad del techo y una vida Digna.

Mientras unos pocxs acumulan tierras y viviendas vacías (sumado a terrenos fiscales y de la iglesia, Fuerzas Armadas y otrxs), miles siguen siendo expulsadxs de los márgenes donde intentan vivir con Dignidad.

La lucha de lxs pobladores por una vivienda justa y segura no es un delito: es una respuesta a la injusticia estructural que niega derechos básicos. En cada hogar improvisado, en cada familia desplazada, se revela el rostro del Chile real, no ese Oasis que en su momento denominó Piñera. En un país donde el derecho a habitar sigue siendo un privilegio, y donde la Dignidad aún se defiende a pulso, desde abajo, con solidaridad y coraje, será fundamental la organización territorial, comunitaria y de resistencia en todas sus formas.

¡SI NO HAY TECHO COMPAÑERXS…LA TOMA ES UN DERECHO!”