En nuestro territorio con opresiones múltiples aumentadas por la invasión que llaman “Colonización y Conquista”, se denuncia la Colonialidad de los pueblos, pero escasamente se discute la colonización de los cuerpos y de la energía de las mujeres, por los propios explotados.
Esta sí es cuestión de Clase, una clase de seres humanas, un género, la mitad del mundo explotada en su reproducción, su producción y su energía; odiada, esclavizada y devastada por la heteronormatividad, la Familia y el Matrimonio, que tienen a su servicio al Estado, sus leyes, sus ejércitos, sus policías, y todas sus instituciones; también por la institucionalidad heternormal de los propios pueblos y clases sociales a las que pertenecemos.