CAÑETE/ Este martes 13 de Octubre se ha iniciado un juicio contra dos peñis de la zona de Arauko, quienes encabezan importantes procesos de recuperación territorial en el territorio de Wentelolen, que se encuentra entre Cañete y Tirúa. Uno de ellos es Mario Cayupi, Werkén de la comunidad y el otro es José Wenuche, quién anteriormente sufrió un montaje judicial en su contra por un supuesto atentado contra el fiscal anti mapuche Mario Elgueta, el año 2009, persecución política que se decreta contra este último y otros conocidos dirigentes, voceros y weichafes debido a su activa participación en la Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco- Malleko (CAM).
PROYECTO ÑUKE
Contexto: La comunidad de Wentelolen lleva varios años de recuperación territorial en contra de la Forestal Mininco y Forestal Arauco. Dentro de este proceso han sido varios los peñis que han sufrido graves ataques perpetrados por GOPE en violentos desalojos cuando se encontraban haciendo trabajos productivos en la recuperación. Durante noviembre de 2013, realizan un Nguillatun en la recuperación, limpiando y habilitando el lugar marcado por las huellas de la explotación forestal para realizar bien la ceremonia. La comunidad levanta un Rewe, espacio sagrado fundamental para la actividad espiritual del pueblo mapuche, y del cual FF.EE lo destruyó después de una desalojo, con esto hubo una violación grave a los DD.HH, debido a la profanación de un espacio ceremonial y a la negación a la libertad de culto, respaldado por el convenio 169 de la OIT. Las consecuencias de este hecho, hicieron que la Machi Margarita a cargo de la ceremonia, se enfermara debido a su conexión espiritual con este espacio que fue profanado, llegando grave al hospital por múltiples secuelas. A pesar de todo este contexto represivo, Wentelolen siguió su camino de recuperación territorial.
El 21 de Enero del 2015, Mario Cayupi y José Wenuche fueron detenidos dentro de este proceso de recuperación en el predio Riwe Alto. La orden de detención fue decretada bajo la figura penal de «hurto de madera», por la suma aproximada de 8 millones 800 mil pesos, este es el motivo que gatillo emanar esta persecución política contra estos activos dirigentes mapuche.
Según la acusación del Fiscal persecutor, estos hechos «no son parte de una reivindicación territorial mapuche» y se enmarcan dentro de un delito común contra los bienes de una propiedad privada de una empresa transnacional. Con esto quieren manipular los hechos, pruebas, testimonios y orientación mediática, para descontextualizar el carácter político que tiene este legitimo proceso de recuperación territorial, ya que es un territorio ancestral perteneciente a la comunidad y que en estos momentos se encuentra en manos privadas. Por ende la estrategia de las empresas privadas, quienes son los que decretan las persecuciones políticas selectivas, es la de negar y ocultar hasta las ultimas consecuencias y de cualquier manera, la deuda histórica que el Estado Chileno tiene con el Pueblo Mapuche, del cual las comunidades al no ver una voluntad política de ser devuelto su territorio, no les queda otra la opción que tomarse el terreno, limpiarlo, controlarlo, defenderlo, sembrar, hacer trabajos productivos allí y construir viviendas para que las futuras generaciones puedan vivir y desarrollarse comunitariamente como mapuche, en un territorio libre y recuperado.
Bajo las palabras del Werken Mario Cayupi cuando dio su declaración en tribunales, «no nos queda otro camino que recuperar nuestras tierras, para que nuestros hijos puedan vivir allí…Nuestro proceso no es un delito, es una legitima reivindicación territorial».
Este emblemático juicio durará cerca de 15 sesiones, la Fiscalía presentará 15 testigos y 10 pruebas de peritaje para tratar de lograr la condena política, piden un mínimo de 2 años de cárcel para Cayupi y 3 años para Wenuche, que en este momento se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de Lebu, por el motivo de «peligro para sociedad», demostrando una vez mas el actuar racista y persecutorio de la Justicia Chilena funcional a los poderes económicos, en este caso, la lucrativa y poderosa industria forestal.
Dentro de la defensa jurídica que desarrollará la comunidad, se llevará a una Machi, a un Lonko, a diversos intelectuales e historiadores relevantes en esta materia, quienes enfocarán sus testimonios y argumentos con el objetivo de lograr revertir la manipulación jurídica instalada por la Fiscalía que omite el carácter reivindicativo de los hechos.
La estrategia de defensa jurídica tiene como premisa la de comprobar la pertenencia histórica de la comunidad en dicho territorio, la importancia de la cosmovisión en la vida mapuche y la legitimidad de los procesos de recuperación territorial como parte del derecho Internacional, que deberían estar garantizados por el Estado Chileno debido a que éste firmo el convenio 169 de la OIT quien establece que los pueblos originarios tienen derecho a hacer uso efectivo de su territorio ancestral.
Con el fallo de este juicio se va a marcar un nuevo precedente en la lucha mapuche, ya que si los procesados salen condenados por los hechos que se les imputa, quedará de manifiesto una vez mas como el poder Judicial está al servicio de los poderes económicos y el movimiento mapuche autónomo tendrá que continuar con las legitimas tomas de terreno pero sufriendo una permanente y extensiva judicialización y criminalización de la reivindicación territorial, con cargos como hurto, robo, usurpación u otros cargos por estas prácticas. Las comunidades y sus caras visibles podrían vivir similares procesos judiciales como los de Wenuche y Cayupi en este juicio, el espiral de la prisión política mapuche continuará acumulando persecuciones, causas, procesados y prisioneros, por ende las comunidades tendrán que enfrentar este escenario represivo, haciendo tomas de terreno, resistiendo la represión y evadiendo la prisión política, capacitándose en contra inteligencia y autodefensa comunitaria para conseguir sus objetivos inmediatos.
En cambio, si tribunales falla a favor de los procesados, se marcará un precedente tanto en la opinión publica nacional como Internacional, que la recuperación territorial es una forma legitima de reivindicación social de los pueblos originarios, garantizada y avalada hasta por las mismas leyes establecidas. Será una clara señal política y el Estado tendrá que cambiar su estrategia para frenar esta lucha irrenunciable por los Lof en Resistencia. En otras palabras, las tomas de predios y fundos se podrán desarrollar y extender por el Wallmapu sin tener que sufrir necesariamente la represión y cárcel por llevar a cabo estos procesos de recuperación territorial.
Complejo escenario: se tiene como evidencia científica variadas pruebas históricas que los territorios del sur eran pertenecientes al pueblo mapuche, pero actualmente siguen habiendo intereses económicos en estos territorios, que formulan maniobras jurídicas y gestiones políticas para conspirar en contra del movimiento mapuche, sus representantes, voceros, luchadores y combatientes. Difícil confiar en la justicia chilena cuando esta instancia, muchos de sus jueces y fiscales están al servicio de un poder mayor que tiene claros intereses económicos y un notorio tráfico de influencias. A pesar de eso, hay otros puntos de vistas, el mismo Presidente de la Corte de Apelaciones ha declarado: «Los Mapuche están pidiendo algo que se les despojó». Con estas palabras está legitimando las recuperaciones de tierra. Se espera que las palabras no se las lleve el viento.
Dentro de todo, queda claro que la solidaridad permanente con los presos políticos mapuches, la denuncia, la movilización social y la unidad de las resistencias territoriales tendrán que ser una constante, un paso importante para la reconstrucción del Pueblo Mapuche y la Liberación del Wallmapu.
VIDEO: Declaración del Werken Mario Cayupi ante tribunales (fragmento) 13/10/14
Nota y Fotografía: Kutral Weichan
LINK REPORTAJE:
MATERIAL COMPLEMENTARIO
Ver Documental «Weichanmu» sobre recuperación territorial en Wentelolen