Chawrakawin, Osorno, 22 de junio de 2020. A continuación, extendemos la Declaración pública de Modatima Osorno, en relación al proceso de caducidad de la sanitaria Essal, que en julio del año pasado, tuvo por más de 10 días sin agua potable a más de 180 mil clientes de la ciudad de Osorno, dada una grave contaminación de petróleo en la planta de procesamiento de agua potable de la empresa.
Así, Modatima Osorno,invita: «Hacemos un llamado a la ciudadanía de Osorno para que pueda asumir un rol activo en el desarrollo de modelos de gobernanza y gestión del agua, democráticos y participativos, donde se privilegie el bienestar humano y se respeten los límites naturales de los ecosistemas».
DECLARACIÓN PÚBLICA:
«Respecto a la exigencia de “inmediata suspensión” del proceso de caducidad de la sanitaria Essal por parte de su controlador, el grupo empresarial transnacional francés Suez, declaramos lo siguiente:
Como MODATIMA Osorno rechazamos categóricamente lo manifestado por el grupo Suez en el escrito presentado a la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) de la Región de Los Lagos el pasado 15 de Junio, en el cual se solicita entre otras peticiones la nulidad administrativa del proceso de caducidad de la sanitaria Essal, una de sus filiales en Chile donde es socio mayoritario.
Creemos que el acceso y distribución del agua, derecho humano reconocido, no puede seguir dependiendo de modelos puramente económicos como el que Suez representa. Rechazamos las acciones coercitivas de Suez que pretenden detener con amenazas procesos sancionatorios producto de negligencias, falencias y malas gestiones, sólo sobre la base de afectaciones de sus inversiones en la región, sin querer asumir ningún tipo de responsabilidad o sanción por parte del Estado de Chile.
En el 2019 Essal fue investigada por la SISS, en el contexto de la emergencia sanitaria vivida en Osorno, donde se constataron fallas en la distribución y mantención las redes de agua potable. Éstas no son únicas y se sumaron a una larga lista de problemas ocasionados en la Región de Los Lagos. En dicho procedimiento administrativo vemos mediante lo informado por la prensa, que el Grupo Suez se ha hecho parte de él, mientras tanto la ciudadanía, no tiene canal alguno de opinión y participación. La ciudadanía de Osorno es un actor colectivo directamente afectado en este proceso, puesto que con su dilatación y anulación permanecen siendo amenazados nuestros derechos humanos al agua y la vida. El Grupo Suez intenta deslegitimizar este procedimiento de caducidad, aduciendo faltas al debido proceso y solicitando una nulidad administrativa, pero sobre todo intenta agotar lo que son las denominadas instancias amistosas, preparando con ello un futuro arbitraje internacional, teniendo como fin último obtener una cuantiosa indemnización monetaria de parte de nuestro Estado, caso ya sucedido con Argentina el 2010, desconociendo con esa intención, la gravedad de las negligencia que Essal provocó.
Es imperativo que se evalúe el modelo privatizado ortodoxo, en el cual se prefiere no invertir en modernización o mantención para reducir costos y aumentar las utilidades. Todo evadiendo responsabilidades sanitarias y ecológicas a través del pago de multas económicas irrisorias.
Por el contrario, proponemos un modelo donde la prioridad sea un agua potable de calidad superior y que se cuiden las fuentes de origen, como nuestro río Rahue en Osorno. Además se requiere abordar las problemáticas socioambientales como las sequías producto del cambio climático como parte de los efectos del calentamiento global. Creemos en un nuevo modelo de manejo comunitario; en el que no sólo la voz de las autoridades de turno debe ser consideradas, sino también la ciudadanía, organizaciones sociales y actuales trabajadores de Essal, quienes deberán ser además piedra angular de estas propuestas, pues son ellos, día a día, quienes han permitido por medio de su esfuerzo que todo siga funcionando aun cuando la empresa no invierte lo necesario en mantención.
Hacemos un llamado a la ciudadanía de Osorno para que pueda asumir un rol activo en el desarrollo de modelos de gobernanza y gestión del agua, democráticos y participativos, donde se privilegie el bienestar humano y se respeten los límites naturales de los ecosistemas».
MODATIMA OSORNO
