jueves, marzo 28, 2024

Solicitud de diálogo de Rectores de la Araucanía a Centro Nansen es «arbitraria, unilateral y abiertamente colonial»


«Cualquier mediación externa, debe ser convenida entre las partes, es decir, convenida y consentida de manera previa con el Pueblo Mapuche y sus organizaciones, en este caso ha sucedido todo lo contrario».


Por: Patricio Melillanca
mapuexpress.org


Temuco, 28 de julio de 2021. (mapuexpress.org)– Sin consultar a las comunidades y organizaciones del Pueblo Mapuche, rectores de universidades de la Región de la Araucanía, junto al obispo católico de esta zona, solicitaron al Centro Nansen -que opera desde Noruega para «fortalecer procesos sostenibles y transformación pacífica de conflictos»-, facilitar un «proceso de diálogo que permita reparar y reconstruir las relaciones entre el pueblo Mapuche, la sociedad chilena y sus instituciones».

El Centro Nansen para la Paz y el Diálogo difundió una declaración que señala: «aceptamos la invitación y agradecemos la confianza depositada en nosotros». Anuncian además que visitarán los territorios de Wallmapu «para dar inicio a una ronda exploratoria de conversaciones». Después de esa primera visita informarán «sobre los próximos pasos».

«El Centro Nansen es una institución noruega, con experiencia de actividades para el diálogo en distintos lugares del mundo, tales como Noruega, los Balcanes, Afganistán, Irak, Polonia, Colombia, entre otros», dice el comunicado de esta institución.

Frente a estas noticias difundidas este miércoles (28.07.2021), varias personalidades Mapuche se refirieron al tema.

La Constituyente Mapuche Rosa Catrileo dijo a TVN que «no hemos tenido buenas experiencias, han habido múltiples mesas y no han contribuido a que esto se vaya a solucionar. Esto se va a solucionar cuando comencemos a debatir los problemas de fondo, que son el ejercicio de los derechos colectivos, la devolución de tierras, la restitución territorial.»

Otro constituyente, el histórico dirigente de los territorios Mapuche Lafkenche, Adolfo Millabur señaló que «toda la posibilidad de diálogo nunca hay que descartarla sobre todo si vienen de actores importantes de nuestra región, en este caso las universidades, pero siempre hay que tener presente de que los primeros que deben estar disponibles son los implicados directos que son las comunidades.»

En tanto Aucán Huilcamán, de la histórica organización Consejo de Todas las Tierras afirmó este acuerdo entre rectores, iglesia católica y Centro Nansen «es muy legítima, sin embargo, en su esencia constituye el más puro colonialismo. Además, tiene un carácter arbitrario, unilateral».

Huilcamán agregó que «cualquier mediación externa, debe ser convenido entre las partes, es decir, convenida y consentida de manera previa con el Pueblo Mapuche y sus organizaciones, en este caso ha sucedido todo lo contrario».

Por su parte el rector de la Universidad Católica de Temuco, Aliro Bórquez, dijo al canal de televisión 24horas.cl que «las confianzas están rotas aquí en la Región y nos parece lo mas pertinente que sea un tercero neutral independiente y que sea capaz de escuchar y de construir esos puentes».


Comunicado del Centro Nansen

CENTRO NANSEN RESPONDE LLAMADO AL DIÁLOGO RECIBIDO DESDE ARAUCANÍA

El Centro Nansen para la Paz y el Diálogo ha recibido el llamado de los rectores, la rectora y las autoridades de las universidades de la Araucanía y el obispo de Temuco, para colaborar en la reconstrucción y reparación de relaciones entre el pueblo Mapuche, la sociedad chilena y sus instituciones. Aceptamos la invitación y agradecemos la confianza depositada en nosotros.

Así como lo dice el llamado, coincidimos en que se necesitan puntos de encuentro y generar confianza. A diferencia de la negociación y la mediación, que ponen énfasis en los resultados, el diálogo se enfoca en el proceso. Desde el Centro Nansen creemos que escuchar atentamente requiere tiempo, para dar espacio a lo sucedido, entender su impacto en el presente y encontrar posibilidades para el futuro.

Nuestros esfuerzos para este proceso de diálogo buscarán ser participativos y culturalmente pertinentes, lo que requerirá del apoyo de todas las personas, comunidades e instituciones de la región y del país.

Realizaremos una visita a la región lo antes posible, dependiendo de las condiciones sanitarias, para dar inicio a una ronda exploratoria de conversaciones. Después de esa primera visita a la región, podremos informar sobre los próximos pasos.

SOBRE EL CENTRO NANSEN Y EL EQUIPO FACILITADOR
El Centro Nansen es una institución noruega, con experiencia de actividades para el diálogo en distintos lugares del mundo, tales como Noruega, los Balcanes, Afganistán, Irak, Polonia, Colombia, entre otros.

Desde julio del 2019, y con el apoyo del gobierno de Noruega, el Centro Nansen ha realizado en Chile capacitaciones gratuitas, charlas y ha facilitado encuentros de diálogo para personas de distintos sectores del país, entre sociedad civil, academia, empresariado, estudiantes, poderes del Estado, organismos independientes, entre otros.

Alfredo Zamudio es el director de la misión en Chile del Centro Nansen, trabajando en conjunto con un equipo multidisciplinario. Es originario de Arica y ha vivido en Noruega desde 1976. Tiene más de 30 años de experiencia en gestión de derechos humanos, emergencias humanitarias, transformación de conflictos en lugares como Colombia, Sudán, Timor Oriental, entre otros.

La visión del Centro Nansen es un mundo donde las personas se reencuentran, cruzando antiguas líneas de diferencia, para generar confianza, encontrar posibilidades y fortalecer esfuerzos para procesos sostenibles y transformación pacífica de conflictos. Para más información sobre el Centro Nansen:

www.peace.no/es
En Lillehammer, Noruega, 27.07.2021


DECLARACION DE RECTORES DE UNIVERSIDADES DE LA ARAUCANÍA Y OBISPO CATÓLICO

ARAUCANÍA: URGENCIA DE DIÁLOGO COMO POLÍTICA DE ESTADO
Los firmantes de esta iniciativa, motivados por nuestra común preocupación sobre la situación que se vive en los territorios de los pueblos ancestrales en la Araucanía, creemos que este es el momento de llamar a un proceso de diálogo que permita reparar y reconstruir las relaciones entre el pueblo Mapuche, la sociedad chilena y sus instituciones. Tenemos que hacernos cargo de los problemas estructurales e históricos, para lograr una transformación genuina de la situación actual.

1. El reconocimiento de los pueblos originarios a nivel global

Desde inicios del siglo XX, el derecho internacional y la política de los Estados, generaron una inflexión en cómo se comprendieron las anexiones de territorios, por parte de imperios y nuevos estados en formación, y la subordinación legitimada de grupos, colectivos y pueblos. El surgimiento de los nuevos estados, producto de las grandes guerras mundiales y de los procesos de descolonización, armaron nuevos nexos entre lo geopolítico y los derechos colectivos.

Han ocurrido significativos avances sobre el respeto universal por la identidad nacional y una progresiva valorización de la diversidad cultural como aporte de todos los pueblos originarios y sociedades tradicionales. A través de diferentes mecanismos como la OIT, UNESCO, entre otras, se ha consensuado que se deben respetar los derechos humanos de todos los pueblos, lo que implica asumir sus derechos económicos, políticos, sociales y culturales.

2. La dolorosa situación de la Araucanía

Más allá de los múltiples argumentos e interpretaciones históricas, la forma en que el Estado de Chile entró en relación con los pueblos originarios, afectó severamente su derecho a la vida, sus territorios, identidad y estilo de vida. La situación que afecta a los territorios y sus habitantes, es tanto fruto de errores y omisiones del pasado, como de la falta de reconocimiento de las realidades y consecuencias de la sociedad fragmentada que hoy Chile sigue viviendo.

Las soluciones para los problemas actuales y del futuro, requieren de la amplia e inclusiva participación de todos y todas en La Araucanía y el país, en un diálogo sin exclusiones, para responder plenamente a las necesidades y derechos de la diversidad de su gente. Las situaciones de conflicto que afectan la convivencia en los territorios de la Araucanía responden a problemas estructurales que necesitan respuestas políticas. Se requiere con urgencia un nuevo trato, con respeto mutuo tanto del Estado de Derecho como del estatuto consuetudinario de las naciones y pueblos. Se necesita respeto y reconocimiento hacia las autoridades ancestrales y territoriales.

Hasta el momento, a pesar de los diferentes esfuerzos gubernamentales de las últimas cuatro décadas, no se han logrado los resultados esperados. Como ejemplo, la Comisión Especial de Pueblos Indígenas (CEPI) del año 1990, pasando por el Proceso Constituyente Indígena (2016), hasta la propuesta de Acuerdo Nacional por el Desarrollo y la Paz en La Araucanía (2018). El Estado chileno no ha sido capaz de asumir las diversas deudas históricas con los pueblos originarios, existiendo demasiadas promesas incumplidas.

Las confrontaciones como medio de resolución de conflicto aumentan nuestras diferencias y dificultan la llegada de respuestas sostenibles y justas para los habitantes de estos territorios. Se necesitan soluciones constructivas y pacíficas, abordando todos los componentes necesarios para una nueva forma de convivencia.

3. Caminos posibles para un nuevo pacto

Reconocemos que la búsqueda de soluciones es un proceso, y desarrollarlo a través del diálogo puede reconstruir las confianzas rotas y construir aquellas inexistentes. Estamos conscientes que el camino puede ser dificultoso y necesita el compromiso de muchas personas e instituciones. Aún así, creemos que para construir un nuevo pacto y resolver las principales tensiones, quiebres y resquemores, se necesita avanzar en un genuino diálogo intercultural.

Creemos que el proceso de la Convención Constitucional en marcha, es una oportunidad para incorporar en la nueva Carta Magna contenidos como el reconocimiento constitucional y dar empuje a una sociedad multicultural.

Ha llegado el momento de que Chile tenga las conversaciones necesarias con sus múltiples pueblos.

Se requiere abrir los canales de participación para revertir la segregación política desde la institucionalidad. La participación de todas y todos es necesaria para prevenir situaciones de violencia.

En palabras del poeta mapuche, reciente Premio Nacional de Literatura y miembro de la Comisión Asesora Presidencial para la Araucanía, Elicura Chihuailaf “Chile aún no asume su identidad, su hermosa morenidad que le ha sido legada por sus pueblos nativos”. Hay que reconocer la auténtica interculturalidad de los habitantes de la zona y del país.

Tenemos que dar espacio a la memoria, transformar las situaciones de hoy y construir en común un futuro compartido. No podemos pensar que los proyectos políticos o la sola fuerza de la ley serán suficientes para llegar a acuerdos sólidos y permanentes. La paz duradera sólo puede lograrse cuando actuamos en pos de la justicia a través del diálogo.

4. La urgencia de escuchar a la Araucanía

Se necesitan puntos de encuentro y generar confianza, para encontrar soluciones y convivencia sustentable en los territorios. Estamos convencidos que un proceso de diálogo puede ser transformador, y en un clima de respeto y humildad, se puedan expresar libremente las distintas posiciones, intereses y necesidades de las personas.

El Estado de Chile tiene responsabilidad en el origen y la evolución de esta crisis. Es por esto que hacemos un llamado a las autoridades de los tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, a sumarse en forma activa en este proceso. De igual modo, creemos en el rol que puedan asumir nuevos gobernadores regionales, así como las y los Convencionales Constituyentes, siendo un paso importante para articular la no violencia, el diálogo y la justicia.

Hacemos el mismo llamado al pueblo Mapuche, a sus autoridades políticas, espirituales, territoriales, nacionales, a las y los constituyentes Mapuche y de la zona. Así como también, a la sociedad civil, a las organizaciones sociales y comunitarias, a los sectores empresariales, sindicales, gremiales, a las comunidades universitarias, estudiantiles y a la ciudadanía de Chile en su conjunto, a ponerse a disposición para la búsqueda de transformaciones pacíficas de los problemas que afectan a estos territorios.

Para iniciar a la brevedad este proceso de diálogo, y que cumpla con estándares apropiados de transparencia, inclusión, imparcialidad y experiencia, sugerimos que el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, con sede en Noruega, convoque, en forma independiente y neutral, a los distintos actores de la zona, para la construcción de una hoja de ruta que pueda contener todos los temas que sean determinados de acuerdo al desarrollo gradual del proceso.

El proceso constituyente ha demostrado que nuestro país desea cambios profundos y este llamado al diálogo es un paso que debemos dar con urgencia. Tenemos la esperanza que los cambios necesarios son posibles de realizar. Les invitamos a sumarse y a contribuir a esta tarea que depende de todos y todas.


Fuentes:

24horas.cl/regiones/araucania/centro-nansen-noruega-mediar-conflicto-mapuche-4895100


 

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