Por Bulnes sin Termoeléctricas
Muchos recuerdos nos dejará este 2016 pero sin duda que el más insólito será la aprobación de la termoeléctrica El Campesino en Bulnes. La oposición generalizada que ha tenido el proyecto en la Región del Biobío junto al Terminal GNL Penco-Lirquén, unió a las comunas de Bulnes, San Ignacio, Chillán, Pemuco, Penco, Tomé y Talcahuano contra el megaproyecto energético más absurdo para la región. Rechazado por todas las autoridades electas democráticamente, aprobado por autoridades designadas del gobierno central.
Quizás la razón más contradictoria sea que pretende construirse en medio del corazón agrícola de la comuna, en el sector Los Tilos, caracterizado por su producción frutícola, hortícola, ganadera, es decir, trabajo netamente ligado con la tierra y no con la producción energética. Mismo caso, para Penco y Tomé, zona que subsiste al alero de la pesca, la gastronomía y el turismo, instalándose en este caso, en el corazón de la bahía que tiene ese potencial con el mar y su ecosistema, lo que nos hace recordar lo devastado que quedaron zonas como Coronel o Talcahuano de esta misma bahía ¿Ese es el futuro que proyectamos para las comunidades de la bahía?
Para colmo, su aprobación se realiza justo el año con mayor sequía del que se tenga registro histórico en el país. La principal causante de esto es el Cambio Climático que contradictoriamente se produce por la quema de combustibles fósiles como el gas, que dicha termoeléctrica pretende quemar en pleno valle agrícola de Bulnes.
Asimismo, los cambios bruscos del clima, heladas y olas de calor, la escasez de precipitaciones, entre otras variables, dejan al sector agrícola como uno de los más golpeados por el Cambio Climático, siendo en términos productivos es el que menos energía requiere, por lo nuevamente se torna un contrasentido instalar una termoeléctrica en este territorio.
Por otro lado, la comuna de Bulnes tuvo el récord nacional de temperatura a principios de año con 40,1°C, y sin llegar aún el verano a fines de noviembre se registró 40,4°C. ¿Tiene sentido instalar una termoeléctrica que pretende ser enfriada con el aire de este medioambiente?
Pero sin duda que el mayor absurdo es el nombre que le pusieron a la termoeléctrica, que no está de más decirlo, fue decidido en un concurso que se hizo en una escuela rural donde se regaló un computador al estudiante ganador, que en este caso fue un niño, concurso que no fue consultado a los apoderados de la escuela. En ese sentido, el nombre El Campesino pasa a ser una burla en la cara de todos los agricultores, campesinos, temporeras y trabajadores agrícolas que ven en cuestión su futuro con este lobo disfrazado con piel de oveja. Sin embargo, los cuatro años de lucha han demostrado que de los vecinos y vecinas de Bulnes y sus alrededores no temen desenmascarar y combatir este tentáculo del pulpo Octopus, en miras a un 2017 agrícola, limpio y sustentable para Bulnes, deseándole a toda la futura Región de Ñuble, un próspero año nuevo y un Bulnes Sin Termoeléctricas.