martes, mayo 7, 2024

Boletin 208 del WRM: COP 20 sobre Clima y herramientas

Boletín Mensual WRM / Nro. 208 – Noviembre 2014

NUESTRA OPINIÓN

¿Cuál es la mayor contradicción del REDD+?
Son casi diez años de tentativas por parte de un grupo de bancos, empresas, gobiernos y ONGs para mostrar al mundo que el REDD+ es un buen mecanismo para combatir los cambios climáticos. REDD+ será una pieza fundamental del nuevo acuerdo global sobre el clima que los gobiernos están comenzando a discutir en este momento en Lima, Perú, con la previsión de que el mismo será concluido en 2015 en París. Buscando aprender en WRM sobre las políticas REDD+ que han sido diseñadas y sobre los muchos proyectos experimentales que han sido implementados, vemos, sin embargo, un mecanismo cada vez más fracasado y que sufre muchas contradicciones.

 

COP SOBRE CLIMA EN PERÚ: 
MÁS OPORTUNIDADES DE NEGOCIO PARA LOS CONTAMINADORES GLOBALES

Enmascarando la destrucción: REDD+ en la Amazonía Peruana
El Perú se ha convertido en un actor clave en cuanto a políticas para evitar la creciente deforestación de los bosques. Sin embrago, la lógica capitalista instituida tanto en las negociaciones internacionales sobre el clima como en los fondos de cooperación y en el sistema político peruano, posicionan a los ‘compromisos’ para ‘reducir’ la deforestación como latentes amenazas para los mismos bosques y sus pueblos.

Nuevo ‘Plan Maestro Forestal’ de Tailandia: la misma estrategia con ropas nuevas
El 31 de julio de 2014, el Comando de Operaciones de Seguridad Interna y el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tailandia promulgaron el ‘Plan Maestro Forestal’. No se consultó previamente a la sociedad civil ni a la opinión pública para la redacción de este plan, ni hubo ningún tipo de referéndum o consulta pública posterior. El objetivo general de este plan es “aumentar la cobertura forestal” en Tailandia, llevándola de su nivel actual de un 33% del país (17,1 millones de hectáreas) al 40% (20,5 millones de hectáreas) en el plazo de 10 años. Desde su promulgación, soldados del ejército y funcionarios del Departamento Forestal Real han realizado redadas frecuentes en comunidades, arrestando a los pobladores.

¿Por qué la resistencia de las mujeres frente al extractivismo y al cambio climático?
Es obvio que el capitalismo se nutre y sostiene con la explotación de los trabajadores, las mujeres, los pueblos indígenas y la naturaleza. Y, cuando se pensaba que el cuerpo de la mujer era la última frontera del capitalismo, vemos que los límites avanzan hacia otros confines: las funciones, ciclos, elementos y estructuras del mundo natural. La fotosíntesis, el ciclo del carbono, la crianza del agua, la creación de biodiversidad y otros procesos que recrean la vida en el planeta son ahora mercancías que pueden ser sujetas de abstracción, apropiación, comercialización, o inclusive son productos financieros de inversión.

República Democrática del Congo: entregando tierras para plantaciones de palma, REDD e inversionistas extranjeros 
La República Democrática del Congo (RDC) tiene el área con bosques continuos mas grande del continente Africano, que es una de las más grandes del mundo. Sin embargo, su elevada riqueza biológica, que incluye bosques húmedos, secos, humedales, bosques de bambú, manglares y varios otros tipos, que han coexistido por siglos con los pueblos indígenas y otras comunidades dependientes de los bosques, está bajo seria amenaza debido a la expansión de las plantaciones de palma aceitera y, en general, a los inversionistas extranjeros. Además, las políticas climáticas vinculadas a bosques en RDC, como REDD, ponen aún más amenazas sobre los bosques y las comunidades locales al fomentar el cultivo industrial de aceite de palma.

HERRAMIENTAS DEL WRM PARA LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS EN PERÚ:

Por casi 20 años, los gobiernos han dedicado miles de horas a inventar y discutir, adoptar y justificar mecanismos que compensarían las emisiones de carbono de los grandes contaminadores. Así se ha evitado la adopción de la única salida posible para atacar el problema de la crisis climática de raíz: reducir drásticamente las emisiones, o sea, dejar el petróleo, carbón y gas natural debajo del suelo. Se espera que mecanismos como REDD+, REDD Azul y REDD a escala del paisaje, entre otros, vayan a ser colocados en la agenda de las discusiones en la COP 20 en Perú de forma tal que puedan ser integrados en el próximo tratado internacional de la ONU sobre clima. La implementación de proyectos y programas tipo-REDD muestran, sin embargo, que REDD es una herramienta de distracción, perversa, que permite continuar con la deforestación y actividades extractivas; que culpabiliza a los menos responsables -pueblos indígenas y campesinos- por la deforestación; que debilita y amenaza el derecho al territorio y la autonomía de las comunidades; que genera conflictos a nivel de las comunidades, entre muchos otros problemas. Frente a este momento decisivo a nivel internacional, el WRM ha preparado tres publicaciones con el objetivo de difundir informaciones sobre el tema REDD para contribuir con el conjunto de las organizaciones y movimientos sociales que están luchando para lograr soluciones verdaderas y contra las falsas soluciones al cambio climático. 

 

REDD: Una repertorio de conflictos, contradicciones y mentiras 
Esta publicación resume los problemas identificados en 14 proyectos REDD+ en base a un conjunto de estudios de campo publicados. Todos los casos muestran como REDD+ conlleva una serie de características estructurales que socavan los derechos de los pueblos del bosque y no abordan las crisis de deforestación y cambio climático.

“‘Carbono Azul’ y ‘REDD Azul’: transformando los territorios marinocosteros en mercadería” 
Este documento trata sobre la promoción de iniciativas de ‘Carbono Azul’, también conocidas como de ‘REDD Azul’, una nueva tendencia enfocada a comercializar el carbono ‘almacenado’ en los territorios marinocosteros, sobre todo los bosques de mangle

 

La nueva movida de REDD: de bosques a paisajes más de lo mismo, pero más grande y con mayores riesgos
Este documento aborda una nueva tendencia de REDD, a escala del paisaje, con la misma característica de ser una falsa solución al cambio climático. La ‘escala del paisaje’ intenta abarcar además de los bosques, a los campos y prácticas agrícolas. Se mantiene como un mecanismo que viene desde arriba, está enfocado en proteger y fomentar el agronegocio, mientras que perjudica a los pueblos indígenas y las comunidades campesinas.

PUEBLOS EN MOVIMIENTO

 

  • Camerún: La ONG WWF cómplice de abusos a pueblos indígenas
  • Perú: Los Matsés, últimos chamanes del bosque amazónico que resisten a una transnacional
  • India planea gran expansión de la palma aceitera, poniendo en riesgo los bosques y sus poblaciones
  • 03 de Diciembre: ¡Día Mundial contra el uso de Agrotóxicos!
  • Feminizando los movimientos campesinos, feminizando la soberanía alimentaria
  • Brasil: Justicia mantiene medida preliminar que suspende financiamiento del BNDES a Fibria Celulose, empresa certificada por el FSC

 

RECOMENDADOS

 

  • La Violencia del Carbono: impactos de plantaciones para carbono de la empresa Green Resources en Uganda

  • El gran azar de REDD. Es hora de abandonar REDD por enfoques efectivos, éticos y equitativos basados en las comunidades

  • ¿Hidroeléctricas en la Amazonía ‘compensan’ emisiones de la copa del mundo?

  • Manteniendo la tierra a nivel local: Recuperando la gobernabilidad del mercado

  • Perú: Nuestra lucha, los pueblos indígenas en defensa de sus territorios

  • Brasil: Grandes propietarios, la causa de la deforestación en la Amazonia

 

NUESTRA OPINIÓN

 

¿Cuál es la mayor contradicción del REDD+?

 

Son casi diez años de tentativas por parte de un grupo de bancos, empresas, gobiernos y ONGs para mostrar al mundo que el REDD+ es un buen mecanismo para combatir los cambios climáticos.

Buscando aprender en WRM sobre las políticas REDD+ que han sido diseñadas y sobre los muchos proyectos experimentales que han sido implementados, vemos, sin embargo, un mecanismo cada vez fracasado y que sufre muchas contradicciones (ver más información sobre el REDD+ en la página del WRM).

A pesar de esto, REDD+ será una pieza fundamental del nuevo acuerdo global sobre el clima que los gobiernos están comenzando a discutir en este momento en Lima, Perú, con la previsión de que el mismo será concluido en 2015 en París. El nuevo acuerdo busca contar con más fondos del Banco Mundial y de agencias de cooperación de la mayoría de los gobiernos del Norte para cambiar legislaciones forestales de los países con bosques tropicales, y así adecuarlas a una lógica de mercado para REDD+.

Motivos suficientes para que el WRM, junto con un grupo de organizaciones y redes mundiales, hiciese un llamado a la acción, destacando la necesidad de luchar no solamente contra REDD+, sino también contra las industrias de extracción de petróleo, gas y minerales que se benefician especialmente de REDD+, además de luchar contra el capitalismo global.

Este es un buen momento también para enumerar algunas de las principales contradicciones más graves del mecanismo REDD+:

1. Por un lado, los promotores del REDD+ afirman que las comunidades no se verán afectadas negativamente por los proyectos REDD+, ya que todos los proyectos serán llevados a cabo en base al principio del consentimiento libre, previo e informado. Por otro lado, los proyectos de reducción de emisiones de carbono en bosques ya implantados fueron diseñados y definidos por los técnicos de las empresas/ONGs de carbono que promueven los proyectos, sin darles a las comunidades la información necesaria y completa y sin consultarles sobre si querían o no transformar su bosque en un ‘depósito’ de carbono forestal. Para agravar la situación, los proyectos suelen conllevar la criminalización de las comunidades, además de afectar la soberanía alimentaria, el control del territorio y la autonomía de las mismas.

2. Por un lado, los promotores de REDD+ justifican sus proyectos culpando el modo de vida de las comunidades que dependen de los bosques tropicales de ser el principal responsable de la deforestación. Por otro lado, estos promotores le dan un papel secundario a las verdaderas causas, de las cuales son responsables las empresas e instituciones financieras que están detrás de la construcción de represas hidroeléctricas, de la agricultura industrial, de actividades en gran escala de minería, de la extracción de gas y petróleo, etc. Para empeorar las cosas, esas empresas son las que más se benefician con los proyectos REDD+ mediante la compra de créditos de carbono y por el hecho de que los proyectos les garantizan una imagen “verde”.

3. Por un lado, los promotores de REDD+ le dicen a las comunidades que viven en el área de un proyecto que ‘conservar’ carbono en su bosque contribuye con la reducción de la contaminación del aire y el impacto de los cambios climáticos a nivel global. Por otro lado, no les dicen a las mismas comunidades que el carbono ‘conservado’ en el bosque le da el derecho a las grandes industrias contaminantes de continuar emitiendo más carbono en la atmósfera, y que eso, con el tiempo, agravará mucho más los cambios climáticos, afectando incluso a los bosques tropicales. Por el contrario, los promotores de los proyectos fuerzan a las comunidades –que casi no emiten carbono- a cambiar sus modos de vida, mientras que garantizan que el “modo de vida” de las grandes empresas de países industrializados pueda continuar con REDD+.

4. Por un lado, los promotores de REDD+ gastan más de la mitad del dinero de los proyectos en consultores para hacer más y más cálculos de las cantidades de carbono que estarían supuestamente presentes hoy y en el futuro en el bosque del área del proyecto. Por otro lado, estos cálculos no son confiables, y lo que es peor: desvían todavía más la atención de las causas reales del calentamiento global.

5. Por un lado, los promotores de REDD+ afirman que la reforestación, o sea, la plantación de árboles, puede ser también considerada como un proyecto REDD+ porque aumenta la superficie de ‘bosques’ en el mundo y la ‘conservación’ de carbono. Por otro lado, dicha reforestación se hace mediante la implantación de grandes monocultivos de eucalipto para abastecer fábricas de celulosa, con manejo industrial y mecanizado y un ciclo corto de 6 años y con un alto uso de agrotóxicos y fertilizantes químicos en base a petróleo.

6. Por un lado, los promotores de REDD+ afirman que la agricultura puede ser ‘inteligente para el clima’. Por otro lado, éstos sugieren poner la ‘inteligencia’ en práctica con la agricultura industrial que usa semillas transgénicas plantadas en forma de monocultivos a gran escala y con una fuerte dependencia del petróleo.

7. Por un lado, una empresa de energía de un país industrializado de Europa o de América del Norte que haya comprado créditos de carbono de un proyecto REDD+ afirma que tiene documentos que comprueban que es la dueña del carbono que estaría presente en una determinada área de bosque. Por otro lado, ese bosque está a miles de kilómetros de distancia de ese supuesto ‘dueño del carbono’ sin que esta empresa tenga la más mínima noción ni conocimiento sobre el lugar donde ‘su carbono’ está ‘conservado’ o sobre quiénes tengan sus raíces en ese territorio desde hace muchas generaciones.

8. Por un lado, el gobierno de Noruega le da un apoyo multimillonario al del Brasil para reducir las emisiones de la deforestación. Por otro lado, ese mismo gobierno noruego acaba de anunciar que su empresa estatal Statoil va a perforar nuevos pozos de petróleo en el mar brasileño y, por lo tanto, se aumentará todavía más el carbono en la atmósfera, y también aumentarán sus ganancias – que exceden altamente el monto otorgado al gobierno de Brasil y de otros países tropicales para “reducir la deforestación”.

9. Por un lado, los promotores de REDD+ lograron que en los últimos años se gastara mucho tiempo y dinero en una causa secundaria de los cambios climáticos: la deforestación y degradación forestal. Por otro lado, los gobiernos gastaron poco tiempo y dinero en enfrentar el problema principal. Para empeorar la situación, eso no ocurre por desconocimiento sobre lo que de hecho resolvería el problema: dejar el petróleo, el carbón y el gas bajo el suelo.

10. Por un lado, los promotores de REDD+ afirman que solo será posible salvar los bosques tropicales si la humanidad hiciera uso de mecanismos como REDD+ y estableciera el precio de la naturaleza. Por otro lado, para las comunidades que dependen de los bosques, estos bosques tienen valores inconmensurable, por lo tanto, es imposible ponerle un precio a aquello que las comunidades indígenas acostumbran definir como sagrado.

¡Ahora falta que usted tome la difícil decisión sobre cuál de éstas sería la mayor contradicción de REDD+!

 

COP SOBRE CLIMA EN PERÚ: 
MÁS OPORTUNIDADES DE NEGOCIO PARA LOS CONTAMINADORES GLOBALES

 

Enmascarando la destrucción: REDD+ en la Amazonía Peruana

 

El Perú se ha convertido en un actor clave en cuanto a políticas para evitar la creciente deforestación de los bosques. Sin embrago, la lógica capitalista instituida tanto en las negociaciones internacionales sobre el clima como en los fondos de cooperación y en el sistema político peruano, posicionan a los ‘compromisos’ para ‘reducir’ la deforestación como latentes amenazas para los mismos bosques y sus pueblos.

Por casi 20 años las negociaciones de la ONU sobre el clima han promulgado el mercado de carbono como la bandera insignia para ‘solucionar’ el cambio climático. No obstante, este mercado permite que las empresas y gobiernos ‘compensen’ su contaminación sin tener que reducir las emisiones que ellos producen. Como resultado, no solo los gases que generan el cambio climático han incrementado a nivel global, sino que además, los proyectos a gran escala implementados mayoritariamente en el Sur para ‘compensar’ las emisiones de países y corporaciones del Norte, vienen creando devastación ambiental, despojo de territorios, conflictos sociales e incluso la violación de los derechos humanos.

Bajo esta lógica de ‘compensaciones’, se negocia desde el 2005 el mecanismo de Reducción de las Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los bosques (REDD), y de la conservación, el manejo sostenible de los bosques y el aumento de las reservas de carbono (REDD Plus o REDD+). El gobierno peruano ha actuado como su promotor de cabecera desde el 2008.

REDD+ impone la lógica del mercado de carbono en los bosques. Le adjudica un valor monetario a la capacidad de los árboles, plantas y suelos de ‘almacenar’ carbono. Para hacer esto, se deben modificar los marcos legales existentes relacionados a los bosques, y por ende, a los territorios de comunidades indígenas y dependientes de los bosques. El Perú participa de casi todos los procesos internacionales que empujan REDD+, tales como el Fondo Cooperativo para el Carbono Forestal (FCPF) y el Programa de Inversión Forestal (FIP) del Banco Mundial, el Programa ONU-REDD, entre otros.

Pero, ¿A quién beneficia REDD+?

Los documentos de preparación para REDD+ en el Perú casi siempre señalan a los campesinos y campesinas como los principales causantes de la deforestación por crear parcelas para la agricultura de subsistencia. Un reciente análisis con imágenes satelitales de los ocho países sudamericanos que comparten la superficie amazónica, con excepción de Brasil, posiciona al Perú como el país con la mayor pérdida de bosque en 2012, representando un incremento del 67% en comparación con el año anterior. Más del 65% de los territorios indígenas y el 49% de las Áreas Naturales Protegidas están superpuestos por lotes petroleros. A la par, los conflictos sociales y la criminalización de los pueblos aumenta. Sin embargo, los documentos REDD+ no miran las causas estructurales de estas altas tazas de deforestación. Detener la extracción de petróleo y gas, así como los grandes proyectos de infraestructura como las mega-represas, o las plantaciones de palma aceitera, no son objeto de atención en dichos documentos. En lugar de analizar los por qué de la deforestación, se ocultan a los actores responsables de la destrucción a gran escala de la amazonia, culpabilizando al más pequeño.

El actual mapa de proyectos mineros del Ministerio de Energía y Minas del Perú reporta que en la costa y la sierra peruana hay 50,516 concesiones mineras vigentes; mientras que el 49.6% del territorio de las comunidades en la sierra se encuentran superpuestas a concesiones mineras, forzando a muchas poblaciones a que por desalojos forzados, contaminación local, criminalización, entre otros, busquen otras tierras. De igual forma, el 84% de la amazonia está bajo concesiones de hidrocarburos y, mediante un decreto de 2011, se declaró la construcción de 20 hidroeléctricas a gran escala a lo largo del río Marañón como un asunto de ‘interés nacional’. La mayoría de la energía generada será exportada al Brasil, y el resto beneficiará a las mineras de la región andina. Las plantaciones de palma por su parte están avanzando rápidamente en la amazonia.

Mientras más deforestación exista y más amenazas a los bosques haya, más proyectos REDD+ pueden ser justificados. Así, sin siquiera cuestionar el modelo extractivista, los proyectos REDD+ no sólo generan créditos de carbono que permiten expandir y legitimar las actividades culpables de la deforestación, además de crear lucrativos mercados de especulación financiera, sino que además son dependientes de este modelo.

El proceso de REDD+ en el Perú

La implementación de REDD+ en Perú se inició en 2009 al ser elegido país piloto de los programas del Banco Mundial que promueven arduamente los mercados de carbono: el FCPF y el FIP. Estos ofrecen financiamiento para, entre otros, lograr la apertura de los países del Sur al mercado de carbono en los temas de bosque. El FCPF exige realizar una Propuesta para la Preparación de REDD+ (R-PP; por sus sigla en inglés) para acceder a los fondos. En Perú, esta fue aceptada en 2011 aunque falta la aprobación final. El R-PP conduce la Estrategia Nacional de REDD+ así como la Estrategia Nacional de Inversión que se elabora en el marco del FIP.

El FCPF y el FIP también reciben financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), algunos gobiernos europeos, los Estados Unidos y Japón, así como de actores privados como el gigante inglés del petróleo, BP. La historia nos advierte sin embrago que estos actores han facilitado procesos subyacentes a la deforestación, marginalizando a los pueblos dependientes de los bosques. Así, el BID también financia proyectos tan destructivos como el proyecto de extracción y trasporte de gas de Camisea o la zonificación para aumentar las plantaciones de palma en la amazonia. Entonces, si la agenda es seguir con un destructivo modelo extractivista ¿cuáles son los verdaderos intereses para empujar REDD+ en el Perú?

El controvertido proyecto de Camisea para la extracción de gas en medio de la amazonia, incluye además cientos de kilómetros de gaseoductos, plantas de fraccionamiento y licuado, así como puertos, vías de acceso y tendidos de cable eléctrico, los cuales se superponen a diversas reservas comunales, territorios indígenas y parques nacionales. El plan de ampliación de Camisea se superpone a la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros (RTKNN), donde habitan pueblos indígenas en diversas condiciones de aislamiento voluntario y contacto inicial, y es a su vez, zona de amortiguamiento del Parque Nacional del Manu, el cual según la UNESCO concentra una biodiversidad “que excede a cualquier otra en el mundo”.

El BID otorgó en diciembre de 2012 un millón de dólares al gobierno peruano para ‘proteger’ a las Reservas Indígenas en aislamiento voluntario, una categorización que de acuerdo a ley permite actividades extractivas si el gobierno lo considera “de necesidad pública”. Con esto, se financian estudios para re-categorizar cinco Reservas Territoriales, incluyendo la RTKNN, como Reservas Indígenas, exponiéndolas a posibles intervenciones. Bajo discursos de ‘protección’, el financiamiento también incluye un “Análisis de la deforestación evitada de las reservas de pueblos en aislamiento voluntario o contacto inicial”. Es decir, contabilizar el carbono ‘almacenado’. Y especifica buscar el diseño de “un mecanismo financiero para su protección con la venta de bonos de carbono” a través de un proyecto REDD+. En otro intento por limpiar su imagen, el banco aprobó en 2002 un préstamo de US$5 millones para reforzar la capacidad del gobierno de supervisar y monitorear “los impactos ambientales y sociales del proyecto” de Camisea y establecer iniciativas “que permitan un desarrollo sostenible y armónico en su zona de influencia”. Sin embargo, en 2003 aprobó un préstamo de US$135 millones a un consorcio privado para la construcción de los principales gaseoductos de Camisea y así “apoyar el componente de transporte del gas”. En 2007, aprobó otro préstamo de US$400 millones para un consorcio privado encabezado por la estadounidense HuntOil. REDD+, en realidad, le permite asegurar los créditos de carbono de la reserva, legitimando a su vez la extracción en la zona.

En paralelo, Pluspetrol, la petrolera que lidera el consorcio Camisea, suscribió en 2013 un proyecto de compensación dentro del mercado de carbono de la ONU para su planta de refinamiento. La empresa argumenta reducir las emisiones de la planta al instalar dos unidades de recuperación de calor residual y al evitar la instalación de hornos para el calentamiento de aceite térmico y, por consiguiente, la quema de combustible adicional. A través de este proyecto, Pluspetrol podrá generar créditos de carbono hasta el año 2020 para comercializarlos y obtener aún más beneficios. Los discursos de ‘energía eficiente’ y ‘sustentabilidad’ que la petrolera defiende sin embargo, se desmoronan frente a la realidad de un mega-proyecto que está generando destrucción en territorios y pueblos del valle del Urubamba. El mercado de carbono, además de legitimar a una petrolera, está ayudándola en su expansión. 
  
El detalle de más (‘+’): REDD-Plus

El ‘Plus’ incluye actividades de (1) Conservación de las reservas de carbono; (2) Manejo forestal sostenible y; (3) Aumento de reservas de carbono. Aunque suenan propuestas positivas, la realidad es que estas ‘actividades’ facilitan aún más el ingreso de corporaciones e intereses privados sobre territorios boscosos.

Durante las negociaciones sobre el clima en 2008, el Ministerio del Ambiente (MINAM) anunció el ‘Programa Nacional de Conservación de Bosques’ (PNCB), con el objetivo de conservar 54 millones de hectáreas de bosques, incluyendo áreas protegidas, concesiones para ecoturismo y conservación, reservas territoriales para indígenas en aislamiento voluntario y los humedales amazónicos, así como reducir la deforestación neta a cero para el año 2020. Con financiamiento del gobierno alemán, estadounidense y japonés, el PNCB actúa como programa sombrilla donde se incluiría REDD+ al “permitir capturar dióxido de carbono”. Con el PNCB, el gobierno impulsa una iniciativa para entregarle a comunidades alrededor de US$3.7 por hectárea, por año, durante cinco años, con el compromiso de que ‘vigilen’ el bosque donde viven. Los contratos comprometen el total de hectáreas de bosques de las comunidades. Estos no solo atentan contra la autonomía y control de uso sobre sus territorios, sino que además, al tener que ‘vigilarse’ entre ellas mismas, crean conflictos entre y dentro de las comunidades.

La imposición de Parques Nacionales o Áreas Protegidas también conllevan el desalojo de poblaciones locales. En la selva norte de Perú por ejemplo, la comunidad de Nuevo Lamas viene resistiendo el Área de Conservación Regional Cerro Escalera. Las autoridades del parque han restringido el acceso al bosque para cazar y recolectar, prohibiendo su sistema tradicional de rotación de cultivos. En 2010 se presentaron cargos contra tres miembros de la comunidad por practicar la agricultura de rotación. Además de Nuevo Lamas, hay otras comunidades que dependen de estas áreas para obtener recursos vitales. También se han presentado cargos contra ocho miembros de la comunidad de Alto Pucalpillo, la cual sólo cuenta con títulos de propiedad alrededor de sus casas, por deforestar 0,25 hectáreas con el fin de establecer un pequeño campamento para cultivar alimento durante sus expediciones de caza y recolección. Según un estudio en progreso, existen al menos 32 comunidades con títulos de propiedad que cubren solo sus casas y al menos 13 que no están reconocidas oficialmente. Cerro Escalera, de 132 000 hectáreas, ha sido creada junto con cientos de miles de hectáreas de concesiones privadas para la ‘conservación’ otorgadas a ONGs y empresas privadas.

REDD‘+’ además, fomenta operaciones de tala de madera a escala industrial así como plantaciones de monocultivo. En el marco del financiamiento del FIP, por ejemplo, se incluyen las siguientes acciones: (1) dar concesiones para la extracción de madera preferentemente con ‘certificaciones’, por ejemplo con el Consejo de Manejo Sustentable (FSC, por sus sigla en inglés). Esto es un fuerte incentivo a la tala industrial, una actividad que ya fue muy criticada en Perú por las comunidades locales, y una importante causa de la deforestación; (2) promover la agricultura de ‘carbono positivo’, como las plantaciones de palma aceitera, que ya cuentan con el apoyo estatal e internacional como alternativa a las plantaciones destinadas al tráfico de drogas; (3) promover plantaciones de monocultivos de árboles, sugiriendo la plantación de 250 mil hectáreas en Cajamarca y Huánuco, próximo a San Martín y Ucayali.

¿‘Re-creando’ vida?

La controversial mina Conga de la Newmont-Buenaventura-Banco Mundial (Minera Yanacocha) en Cajamarca, al norte del país, se ha convertido en un símbolo de la lucha por la protección del agua. La mina a tajo abierto pretende imponerse sobre una cabecera de cuenca que abastece a 5 microcuencas, afectando a más de 600 manantiales y la pérdida inminente de lagunas naturales, con serias consecuencias para con las poblaciones. La minera como consecuencia ofrece ‘re-crear’ las lagunas en unos reservorios de agua artificiales para ‘compensar’ su destrucción. Sin embargo, es imposible hacer este reemplazo y mucho menos el poder ‘compensar’ la pérdida de lagunas naturales por reservorios artificiales de agua. Las poblaciones y los gobiernos locales llevan meses de intensas protestas, siendo violentamente criminalizados y acechados. De la manera que REDD+ genera un sistema de compensaciones sobre el dióxido de carbono y la contaminación atmosférica, ya se están empujando numerosos mercados que permitirían comercializar –o incluso ‘re-crear’ los ‘servicios’ que ofrece la naturaleza, como en este caso, el ciclo del agua. La idea de que la destrucción puede ser ‘compensada’ es altamente peligroso y encubre más extracción y devastación.

 

Una lógica de acumulación
Las bases de REDD+ están cimentadas en el mercado de carbono. REDD+ establece la fragmentación de territorios en mercancías, ahora también con los ‘servicios ambientales’, la biodiversidad, agua, entre otros. Por más que se intenten cambiar sus objetivos, REDD+ está siendo financiado, implementado y planificado para ser un mecanismo del mercado de carbono. Los inversionistas se preocupan ante todo por el ‘valor’ y la calidad de la mercancía. Es así que la experiencia deja en evidencia que los proyectos REDD+ establecen paquetes de derechos de propiedad sobre los árboles, plantas, bosques y suelos para ser apropiados por los actores de poder.

REDD+ pretende que sin contrarrestar el modelo extractivista y sin lidiar con las causas subyacentes, al añadir un valor monetario al ciclo del carbono, se creen los incentivos suficientes para reducir la deforestación. Esto claramente no funciona. La deforestación y degradación forestal vienen empujadas por una lógica económica de ‘crecimiento’ continuo que necesita de la extracción, y por ende, de la deforestación a gran escala y el despojo de las comunidades dependientes de los bosques. Esta lógica ve a las funciones y ciclos naturales como mercancías; a los bosques como plantaciones de árboles; a los muchos ‘valores’ del bosque como un único ‘valor’ monetario. Esta lógica nos quiere volver ciegas ante las muchas opciones existentes fuera del capitalismo depredador. ¡No nos dejemos atrapar por esta REDD!

Este artículo es un resumen de la publicación “Enmascarando la destrucción: REDD+ en la Amazonía Peruana”, por Joanna Cabello, Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales,http://wrm.org.uy/es/files/2013/11/Enmascarando_la_destruccion.pdf

 


Nuevo ‘Plan Maestro Forestal’ de Tailandia: la misma estrategia con ropas nuevas

 

 

El 31 de julio de 2014, el Comando de Operaciones de Seguridad Interna y el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tailandia promulgaron el ‘Plan Maestro Forestal’. No se consultó previamente a la sociedad civil ni a la opinión pública para la redacción de este plan, ni hubo ningún tipo de referéndum o consulta pública posterior.

El Plan Forestal tiene como objetivo “resolver los problemas de la destrucción de los bosques, la entrada ilegal en tierras públicas y la gestión sostenible de los recursos naturales”. El objetivo general de este plan es “aumentar la cobertura forestal” en Tailandia, llevándola de su nivel actual de un 33% del país (17,1 millones de hectáreas) al 40% (20,5 millones de hectáreas) en el plazo de 10 años.

Los tres objetivos específicos del Plan Maestro Forestal son:
1. Detener la degradación de los bosques y recuperar las tierras forestales utilizadas ilegalmente en el plazo de un año.
2. Establecer sistemas de manejo forestal eficientes, eficaces y sostenibles en el plazo de dos años.
3. Restablecer bosques sanos en el país en los próximos 2 a10 años.

En su plan de acción, el Plan Maestro Forestal designa ‘zonas de crisis’ – zonas que el Departamento Forestal Real considera que tienen un gran número de casos de invasión de los bosques y tala ilegal. En el norte de Tailandia se encuentra la mayoría de estas ‘zonas de crisis’; los miembros de las comunidades que dependen de los bosques temen que pronto se tomarán acciones en su contra, si no han comenzado ya. Otro aspecto problemático del Plan Maestro Forestal, especialmente para las comunidades forestales del norte de Tailandia, es que para determinar si una comunidad ha invadido ‘tierras del Estado’, los funcionarios del Departamento Forestal Real dependerán de mapas de vigilancia aérea obsoletos.

Por otra parte, el Plan Maestro Forestal afirma que, para que el plan de acción se ejecute con éxito, el Departamento Forestal Real tendrá que aumentar sus recursos (personal, vehículos, armas, radios, dispositivos GPS, etc.), y el referido Departamento ha presentado un presupuesto al gobierno para apoyar esta solicitud.

Desalojos, arrestos, detenciones, multas

Desde la promulgación del Plan Maestro Forestal, soldados del ejército tailandés y funcionarios del Departamento Forestal Real han realizado redadas frecuentes en comunidades, arrestando a los pobladores y moviéndose rápidamente al próximo objetivo, para evitar la confrontación con otros locales. La Federación de Campesinos del Norte (NPF), una red de comunidades agrícolas a pequeña escala de 9 provincias del norte de Tailandia, señaló que el Departamento Forestal Real ha estado atacando en primer lugar a las comunidades indígenas (miembros de los pueblos Lisu, Lahu y Karen fueron los primeros en ser detenidos y en recibir avisos de desalojo). En el pasado, los militares tailandeses y el Departamento Forestal Real llevaron a cabo medidas severas que implicaron el desalojo de comunidades enteras, pero ahora el Departamento Forestal Real y el ejército atacan a determinadas personas dentro de las comunidades, lo que ha creado la discordia y la desunión entre estas comunidades.

De acuerdo con el Comando de Operaciones de Seguridad Interna, desde que el Consejo Nacional para la Paz y el Orden asumió el poder en mayo de 2014, 501 personas han sido detenidas y procesadas por invasión de bosques y terrenos públicos, mientras que se han confiscado 55.000 hectáreas de tierra en 68 provincias. En el Norte se presentaron más de 200 casos contra miembros de comunidades del bosque, principalmente por posesión de madera ilegal. Muchas de las personas acusadas no entienden por qué se han presentado cargos en su contra ya que consideran que habían estado viviendo dentro de lo reglamentario.

Cuanto más cambian las cosas, más incambiadas permanecen…

El Plan Maestro Forestal es el último de una larga serie de intentos por parte del Departamento Forestal Real y el Ejército tailandés para desalojar a los habitantes de los bosques. Por ejemplo, a principios de la década de los 90s, también después de un golpe militar, el Ejército y el Departamento Forestal Real cooperaron para implementar el programa “Kho Cho Ko” (1) en el noreste de Tailandia. El proyecto quería ‘reubicar’ a la gente de las zonas de bosques y cuencas hidrográficas ‘protegidas’, así como de las llamadas tierras forestales degradadas. En total, el proyecto planeaba ‘reubicar’ a unas 6 millones de personas que viven en 9.700 comunidades del bosque, sacándolas de sus hogares ubicados en 1.253 zonas de bosque en toda Tailandia. En el marco del programa “Kho Cho Ko” se demolieron las casas de los aldeanos y éstos fueron desalojados por la fuerza con el fin de ‘reforestar’ los bosques degradados con plantaciones de monocultivos de especies de árboles de rápido crecimiento, como el eucalipto. Los desalojos motivaron protestas a gran escala por parte de las comunidades afectadas que, respaldadas por información precisa acerca de los impactos del programa, finalmente obligaron al gobierno a retirar el programa “Ko Ko Cho” en 1992.

Actualización

El 9 de noviembre de 2014, el NPF planeó la marcha “Caminando por la Justicia de Tierras”,  con el fin de reclamar el cese del Plan Maestro Forestal hasta que hubiera una revisión y consulta pública, así como apoyo para la campaña de las “Cuatro Leyes para los Pobres” (2). La marcha, sin embargo, fue detenida por el Ejército después que el primer grupo de campesinos había caminado apenas 5 metros fuera del lugar de reunión. Dos participantes – Prapart Pintobtang, académico de ciencias políticas de la Universidad de Chulalongkorn, y Pisist Taja, miembro del grupo forestal Phrae, fueron arrestados y retenidos en un camión de la policía durante 30 minutos antes de ser liberados. Después de horas de negociaciones entre el Ejército tailandés y el NPF, se acordó que la marcha se pospondría a cambio de una reunión de negociación entre un miembro clave del gobierno- ML Panadda Diskul, de la oficina del Primer Ministro – y representantes del NPF, en la intendencia provincial de Chiang Mai, el 13 de noviembre.

En esa fecha, representantes de los campesinos se reunieron con ML Panadda Diskul y le explicaron sus problemas así como las amenazas a las que se han enfrentado como resultado del Plan Maestro Forestal. ML Panadda Diskul estuvo de acuerdo en disponer la liberación de los 19 pobladores indígenas Karen que todavía se encontraban detenidos en la provincia de Mae Hongson, así como presentar los temas de los campesinos a los organismos y funcionarios pertinentes en Bangkok. También se acordó en esta reunión que el ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Gen Dapong Ratanasuwan, vendría a Chiang Mai el 17 de noviembre, para discutir el Plan Maestro Forestal.

Previamente a todos los eventos y reuniones que han tenido lugar en Chiang Mai en noviembre, el ejército tailandés visitó a miembros del NPF en su oficina y les advirtió que durante sus reuniones no llevaran pancartas ni usaran camisas de la campaña; tampoco que cantaran consignas o incluso levantaran cuatro dedos en apoyo a las “Cuatro Leyes para los Pobres”. Si bien las negociaciones se estaban realizando en el interior de la Municipalidad Provincial de Mai Chiang el 13 de noviembre, militares tailandeses caminaron entre los aldeanos que estaban esperando fuera y les ordenaron sentarse separados en grupos de menos de 5 personas.

Consideraciones Finales

En el NPF coincidimos con el Departamento Forestal Real en que los bosques de Tailandia se están reduciendo y necesitan ser protegidos. Sin embargo, las personas y los grupos responsables de la continua degradación de las tierras forestales de Tailandia no son los agricultores a pequeña escala ni los aldeanos, sino los especuladores de tierras, y los dueños de plantaciones. Ellos deben ser el objetivo de cualquier plan estatal para rehabilitar y conservar las tierras forestales. En lugar de implementar sistemas represivos de ‘Gestión Forestal’ que perjudican a quienes verdaderamente protegen a los bosques, recomendamos la adopción de las “Cuatro Leyes para los Pobres”, cuyo objetivo es apoyar el manejo de la tierra y los recursos naturales basado en la comunidad – el método más justo y sostenible para mantener los valiosos bosques y el ambiente de Tailandia.

NPF Tailandia
Correo electrónico: npf_thai@yahoo.com

(1) «Kho Cho Ko» es el acrónimo de Tailandia del “Programa de asignación de tierras agrícolas para los pobres que viven en zonas protegidas de bosques degradados”.
(2) Por más información sobre esta campaña ver http://www.landjustice4thai.org/4laws.php  

 


 

¿Por qué la resistencia de las mujeres frente al extractivismo y al cambio climático?

 

Es obvio que el capitalismo se nutre y sostiene con la explotación de los trabajadores, las mujeres, los pueblos indígenas y la naturaleza. Y, cuando se pensaba que el cuerpo de la mujer era la última frontera del capitalismo, vemos que los límites avanzan hacia otros confines: las funciones, ciclos, elementos y estructuras del mundo natural. La fotosíntesis, el ciclo del carbono, la crianza del agua, la creación de biodiversidad y otros procesos que recrean la vida en el planeta son ahora mercancías que pueden ser sujetas de abstracción, apropiación, comercialización, o inclusive son productos financieros de inversión.

En la práctica, así como las mujeres han sido sometidas por el capital, es ahora además la servidumbre de la naturaleza la que permitiría una acumulación infinita. Al igual que las mujeres se supone saben y deben ‘amar’ y por lo tanto encargase de manera obligatoria del cuidado del hogar, de los ancianos, de los niños o de los enfermos -de forma gratuita porque no es un trabajo sino que es intrínseco en ellas-, la Madre Naturaleza nos provee de ‘servicios’ ambientales, porque ‘siempre lo ha hecho’ y es propio de ella.

Ninguna de estas dos cosas es verdad. Por un lado, el amor por una persona no puede ser usado como un justificativo para convertirse en esclava doméstica o reproductora de seres humanos. De la misma manera, los dones de la naturaleza tampoco deben ser usados como fuente de ‘servicios’, anteriormente más referida como ‘capital natural’. Este cambio de denominación no es insignificante pues representa el supuesto de que la naturaleza tiene bienes y ofrece servicios, con extrema abstracción, pues ya no es Un Capital Ambiental, sino infinitas mercancías capaces de acrecentar el capital monetario y financiero.
 
El capitalismo no solo depende del trabajo doméstico –gratuito-, sino que además depende de que las millones de mujeres mal pagadas se incorporen al mercado laboral, es Un Capital Humano casi al infinitum. Así, los gobiernos suelen promover programas de mujeres emprendedoras que trabajan en casa para que, en la práctica, no tengan que descuidar sus obligaciones en el hogar, ni tener que acceder a seguridad social. Así por ejemplo en la Amazonía, las empresas petroleas requieren de las mujeres para que cuiden los hogares mientras los hombres son trabajadores en las actividades hidrocarbuíferas; o requieren de las mujeres para cocinar o lavar ropa en los campamentos; o precisan de trabajadoras sexuales circundantes a las operaciones. En Ecuador, las autoridades se regodean de la promoción de proyectos sostenidos por mujeres como aquellos creados para alimentar las hordas de trabajadores petroleros que invaden territorios para desbroce y exploración sísmica. Sin embargo, estos empleos han convertido a las mujeres de la zona en siervas del capital petrolero. Lo mismo ocurre con la naturaleza. El mercado de ‘servicios ambientales’ se apropia de las labores de la naturaleza convirtiéndolas en una suerte de trabajo.

Así ocurre con los mecanismos REDD+ y REDD++ (1), y los proyectos de este tipo, que tienen doble oportunidad de ganancias pues, por un lado los estados, empresas y bancos compran o venden servicios ambientales (como lo es el ciclo del carbono) apropiándose de la obra de la naturaleza y por otro lado disponen de comunidades que trabajan como cualquier otro stock de mano de obra barataque cuida su mercancía y que pasa a formar parte del mercado global. En este último caso, son también las mujeres quienes juegan un rol importante al verse privadas de autonomía y creatividad.

Por ejemplo, en el caso de Ecuador, las mujeres y la naturaleza sufren por igual y están sujetas a este doble sometimiento. La sobrexplotación del trabajo de la mujer se suma a la criminalización de las mujeres que se someten a un aborto; y la naturaleza contaminada y deteriorada es cercada, sus ríos apresados y convertida en servidora de bienes y servicios ecosistémicos. Ambas puestas a la orden de la nueva matriz productiva y del conocimiento. Este plan de modernidad capitalista está creando nuevos tipos de mujeres, menos emancipadas y nuevas naturalezas menos libres.

Con disciplinamiento, al igual que sobre las mujeres que quieren ser dueñas de su futuro, se quiere “controlar la naturaleza, dominarla, vivir en armonía con ella pero saber controlar sus extremos y si no seguir siendo sus víctimas” (2). Nada ha cambiado en el pensamiento modernizante desde hace más de 300 años.

Pero a pesar de esto, tanto las mujeres como la naturaleza resisten. De hecho, son las mujeres quienes están resistiendo con más fuerza en los territorios frente a la entrada de las petroleras, de las mineras o de los servicios ambientales. Luchan en el hogar cuando el esposo quiere un empleo con la petrolera, luchan en la comunidad porque se oponen a los proyectos REDD, luchan en las ciudades por la democracia. Las mujeres son claves en la resistencia al modelo extractivo, como pieza clave en el proceso transformativo anticapitalista. Igualmente, la naturaleza está resistiendo con fuerza manifestándose con caos climático, inundaciones, sequías, etc. Con ella debemos dialogar y escuchar su mensaje.

Un ejemplo de organización y resistencia es el de las mujeres en el Ecuador en donde en octubre de 2014 hubo una reunión de mujeres luchadoras frente a la minería y a las actividades petroleras. De ese encuentro salió la Declaración del Encuentro de Mujeres frente al Extractivismo y al Cambio Climático en donde se puede leer:

“No queremos alternativas de desarrollo que han significado extinción de las culturas y los pueblos; este es un desarrollo de muerte, de destrucción, centrado en la explotación, principalmente de petróleo y minerales. Este desarrollo no tiene futuro, lo sabemos porque ya lo hemos vivido desde hace más de 500 años. Nosotras tenemos la alternativa al desarrollo.

Por eso PLANTEAMOS:

  • recuperar la soberanía alimentaria
  • recuperar a soberanía hídrica
  • recuperar la soberanía energética , es decir
  • recuperar a la madre tierra como nutriente de nuestros cuerpos, de nuestra gente
  • producir para generar alimentos sanos para el Buen Vivir

Por eso estamos luchando para que los minerales se queden en el subsuelo, y que el petróleo de la amazonia se quede sin explotar. Estas son las verdaderas soluciones al cambio climático y una forma de conservar nuestra biodiversidad que es nuestra verdadera riqueza” (3).

Ejemplos como estos hay muchos. Mujeres andando juntas, construyendo solidaridades y creando formas de lucha y resistencia creativa y valiente. ¡Es hora de que las próximas negociaciones de la ONU sobre el clima sean feminizadas!

Ivonne Yanez, Acción Ecológica, Ecuador 
Email: ivonne@accionecologica.org

(1) Para más información sobre los problemas de REDD, ver : http://www.accionecologica.org/
servicios-ambientes/documentos-de-posicion-de-a-e/1782-posicionsociobosque
 
(2) Rafael Correa, Enlace Ciudadano 350, 30/11/2013
(3) http://territorioyfeminismos.org/2014/10/15/encuentro-de-
mujeres-frente-al-extractivismo-y-al-cambio-climatico/

 


 

República Democrática del Congo: entregando tierras para plantaciones de palma, REDD e inversionistas extranjeros

 

La República Democrática del Congo (RDC) tiene el área con bosques continuos mas grande del continente Africano, que es una de las más grandes del mundo. Sin embargo, su elevada riqueza biológica, que incluye bosques húmedos, secos, humedales, bosques de bambú, manglares y varios otros tipos, que han coexistido por siglos con los pueblos indígenas y otras comunidades dependientes de los bosques, está bajo seria amenaza debido a la expansión de las plantaciones de palma aceitera y, en general, a los inversionistas extranjeros. Además, las políticas climáticas vinculadas a bosques en RDC, como REDD, ponen aún más amenazas sobre los bosques y las comunidades locales al fomentar el cultivo industrial de aceite de palma.

Expansión industrial de la palma aceitera en RDC

La empresa canadiense Feronia Inc posee algunas de las mayores plantaciones de palma aceitera de África en la República Democrática del Congo. Establecida por el fondo de cobertura de Canadá (1) ‘TriNorth de Capital Inc’ y el capitalista Ravi Sood en 2008,  Feronia le compró a la multinacional anglo-holandesa Unilever la empresa “Plantaciones et Huileries du Congo”, la cual contaba con tres plantaciones separadas.

A pesar de las altas ganancias iniciales, que en 2011 llegaron a un valor mayor a los US$100 millones, la compañía empezó a tener pérdidas y sus accionistas comenzaron a irse. Como señala un artículo de Reuters, la compañía culpó a la caída en los precios del aceite de palma, al riesgo político en RDC, y a una ley del año 2012 designada para hacer al pueblo congoleño los principales poseedores de las concesiones de tierra. Pero en 2013, Feronia atrajo el interés de algunas agencias de ‘desarrollo’ en sus 107,000 hectáreas en plantaciones. Fondos de ‘desarrollo’ respaldados por los gobiernos de Inglaterra, Francia y España compraron el 60 por ciento de Feronia por alrededor de US$35 millones, rescatándolo del colapso.

Uno de los inversionistas con respaldo gubernamental, dijo que la inyección de capital a Feronia no debe ser vista como un salvataje, sino como una inversión de largo plazo para África. Sin embargo, como señala el mismo artículo de Reuters, activistas denuncian que la compra de las plantaciones por parte de Feronia, parcialmente con fondos públicos, no ha derivado en ninguna mejoría en las condiciones laborales de los trabajadores, más allá de haber mantenido sus puestos de trabajo. La mayoría reciben salarios muy pobres, generalmente ganando poco más de US$1 por día. “Los trabajadores están viviendo en casas que se caen a pedazos, en muy mal estado. Hay malnutrición en las comunidades cercanas a las plantaciones”, le dijo Jean Francois Mombia a Reuters, un activista de la organización  RIAO-RDC, una ONG que trabaja con los empleados en las operaciones de Feronia.

Un análisis de Feronia muestra un ejemplo más de los muchos que siguen la ola de inversiones extranjeras en tierra en África, que han llevado al acaparamiento de tierras y conflictos. La evidencia muestra que entre el 2006 y el 2012, una pérdida sustancial de bosques ocurrió dentro y alrededor del área de concesión de Feronia. Asimismo, una visita de la ONG Moabi DRC a una de las plantaciones de palma de Feronia, ubicada en el poblado Boteka (3), identificó los riesgos de deforestación en caso de expansión de dichas plantaciones. La zona amortiguamiento de las plantaciones de Boteka se solapan con 23.674 hectáreas de bosque primario, 4.267 hectáreas de bosque secundario y 251 hectáreas de savana. Por lo tanto, con grandes extensiones de bosque tropical a lo largo de la franja ecuatorial, abundancia de agua dulce, y un clima favorable, la República Democrática del Congo podría seguir los pasos de países como Indonesia, que ya cuenta con millones de hectáreas de bosques que han sido convertidos en plantaciones de palma aceitera, y convertirse en un importante exportador de aceite de  palma.

La promoción de REDD promueve también la expansión de la palma aceitera

El programa REDD (Reducción de las Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los bosques) aspira privatizar la capacidad de los árboles, suelos, y la vegetación de ‘almacenar’ dióxido de carbono. El objetivo es convertir el carbono en créditos comerciables de forma tal que la pérdida de carbono en un lugar pueda ser compensada con el carbono ‘almacenado’ en otro lugar. Esto en la práctica ya ha puesto los territorios comunitarios e indígenas bajo amenazas por parte de inversionistas que quieren sacarle provecho a esta política climática.

La República Democrática del Congo fue el primer país en la Cuenca del Congo en recibir financiamiento del Banco Mundial a través del Fondo de Cooperación para el Carbono de los Bosques (FCPF, por su sigla en inglés) y del Programa REDD de las Naciones Unidas. Estos fondos buscan preparar al país para iniciar actividades vinculadas a REDD, por lo que se le exigió la elaboración de una Estrategia Nacional de REDD, una Propuesta de Preparación ‘Readiness’ y algunos estudios sobre el potencial de REDD en el país.

El primer estudio sobre las causas de deforestación en la República Democrática del Congo fue lanzado en el año 2007 por la organización Woods Hole Research Centre, basada en los Estados Unidos. El estudio además de evaluar el ‘potencial’ de captura de carbono de los bosques del país, identificó a las comunidades locales como los primeros responsables de la deforestación mientras que minimizó el impacto de otros actores como, por ejemplo, el madereo industrial o las plantaciones de monocultivos. Este estudio, sumamente controversial, fue duramente criticado por organizaciones de pueblos indígenas del país quienes demandaron que se reconozcan sus derechos tradicionales.

Mas aún, como un paso hacia el desarrollo de la Estrategia Nacional de REDD, el país publicó en 2009 un informe elaborado por la consultora norteamericana McKinsey sobre el potencial de REDD en el país. El informe contiene pautas en tres secciones separadas de acuerdo al sector: “extracción sustentable”, que incluye la cosecha de madera y plantaciones de monocultivos; “desarrollo acelerado de la agricultura permanente”, que incluye el desarrollo de la agricultura intensiva, mayoritariamente las plantaciones de palma aceitera y “coordinación interministerial”. (4)

Si estas pautas han de ser implementadas, el impacto sobre los pueblos indígenas y los pequeños agricultores sería desastroso. Las medidas recomendadas incluyen la conversión de aproximadamente 7 millones de hectáreas de tierras supuestamente ‘marginales’ y otros 4 millones de hectáreas de bosques ‘degradados’ a plantaciones de monocultivos para secuestrar dióxido de carbono. Actualmente, no hay regulaciones para prevenir la expansión de las plantaciones de palma en las zonas de los proyectos REDD. 
El gobierno de la República Democrática del Congo ya comenzó a entregar inmensas extensiones de tierra cultivables a inversionistas extranjeros a través de ‘parques de agronegocios’. El gobierno espera frenar la dependencia del país en la agricultura de subsistencia, lo que genera temor sobre acaparamientos de tierra locales. El plan es vender las tierras en concesiones a 25 años o incluso más si se aprueban nuevas leyes. Africom Commodities Pty. Ltd, una empresa sudafricana, en colaboración con el gobierno, está desarrollando el primer ‘parque de agronegocios’ con 80.000 hectáreas cerca de Kinshasa. Africom ya ha plantado las primeras 2.200 hectáreas de maíz y espera plantar un total de 10.000 hectáreas para finales de enero de 2015. El gobierno pretende desarrollar 21 ‘parques de agronegocios’ bajo el argumento de que estos van a proveer de alimentos, empleo y mercados para los pequeños agricultores de las comunidades cercanas. (5) Sin embargo, convertir los bosques del país en extensos monocultivos, que dependen del uso de semillas transgénicas y agrotóxicos, se da de frente con la propiedad y el uso tradicional del territorio que realizan las comunidades locales. Organizaciones de campesinos y comunitarias como COPACO y CONAPAC están preocupadas, por ejemplo, de que iniciativas de este tipo y otras similares pueden transformar a los campesinos en meros empleados, creando desplazamientos masivos de los campesinos y campesinas. COPACO y CONAPAC también ven con preocupación la aceleración del proceso de compra de tierras por parte de la elite nacional, proceso que ya se ha iniciado (6). 
Asimismo, al menos 4 proyectos REDD se superponen a territorios indígenas en la República Democrática del Congo. REDD, al igual que otras propuestas de uso de tierras, se intercalan con los derechos tradicionales de las comunidades locales y podrían impedir el acceso y uso de los bosques por parte de las mismas. Las comunidades Pigmeas, en particular, son crecientemente vulnerables a los madereros, proyectos extractivistas, y monocultivos agrícolas. Sus derechos tradicionales no son reconocidos bajo la legislación del país y muy pocos de sus derechos tradicionales han sido mapeados.

¡Las plantaciones no son bosques!

La expansión de los monocultivos, concretamente las plantaciones de palma aceitera, en África y en otros lados, ha sido acompañada por diversos impactos negativos sociales y ambientales, tales como la expropiación de tierras ancestrales de comunidades locales e indígenas, la contaminación de las fuentes de agua y los suelos debido al uso de agrotóxicos, entre otros. Hoy en día, a raíz de las políticas climáticas enfocadas en capturar el carbono ‘almacenado’ en los árboles para comercializarlo en los mercados financieros, más intereses y actores poderosos tienen interés en acceder a esas áreas vulnerables. Para ellos, los árboles plantados en monocultivos son lo mismo que un bosque porque lo que importa es el carbono ‘almacenado’ en dichos árboles y, por consiguiente, la ganancia que pueden obtener de ello. Para las comunidades indígenas y otras que dependen de los bosques, sin embargo, que han sido los guardianes de los bosques por siglos, éstos acogen un sinfín de complejas redes de vida interconectadas que no pueden ser reducidas a un solo ‘valor’ en base al carbono.

(1) Un ‘fondo de cobertura’ es un vehículo de inversión que junta capital de un número de inversionistas e invierte a su vez en instrumentos financieros en busca de mayores ganancias 
(2) Reuters, Noviembre 2014, http://www.trust.org/item/20141112163534-sptur 
(3) Moabi DRC, http://rdc.moabi.org/will-drc-palm-oil-plantations-cause-forest-loss/en/#5/-2.833/22.830&layers
(4) WRM (2011) República Democrática del Congo. El proyecto piloto REDD de Conservación Internacional: una producción inédita de REDD, http://wrm.org.uy/es/libros-e-informes/republica-democratica-
del-congo-el-proyecto-piloto-redd-de-conservation-international-una-produccion-inedita-de-disney/
 
(5) http://online.wsj.com/articles/congo-plans-to-lease-farmland-in-bid-to-bolster-food-
productivity-1414506517
 
(6) http://www.southworld.net/drc-agro-industrial-parks-to-address-the-food-security-challenge/ 
(7) Moabi DRC, http://rdc.moabi.org/redd_risk/en/#5/-2.833/22.830&layers=moabi_redd_projects

 


 

HERRAMIENTAS DEL WRM PARA LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS EN PERÚ:

REDD: Una repertorio de conflictos, contradicciones y mentiras 
Esta publicación resume los problemas identificados en 14 proyectos REDD+ en base a un conjunto de estudios de campo publicados. Todos los casos muestran como REDD+ conlleva una serie de características estructurales que socavan los derechos de los pueblos del bosque y no abordan las crisis de deforestación y cambio climático.

Los casos muestran que las comunidades nunca tuvieron la real opción para dar su consentimiento al proyecto REDD o no. También, en muchos casos, la información que les fue entregada, era sesgada o incompleta. Los proponentes del proyecto hicieron muchas promesas de beneficios y puestos de empleo a cambio de que la comunidad aceptara el proyecto REDD. Lo que las comunidades obtuvieron a cambio de las promesas, sin embargo, fue acoso, restricciones en el uso de su territorio a partir del cual obtienen sus medios de vida y la culpa por ser responsables de la deforestación y haber provocado el cambio climático. En casi ninguno de los ejemplos, las comunidades habían sido informadas de que el producto que se obtiene de los proyectos REDD -créditos de carbono- sería vendido a los contaminadores en los países industrializados, incluyendo algunas de las mayores empresas cuya actividad se basa en la extracción de combustibles fósiles. La agricultura campesina, en particular la agricultura migratoria, es vilipendiada en la gran mayoría de los proyectos REDD como causa de la deforestación, mientras que los principales causantes de la deforestación – la extracción de petróleo, carbón, minería, infraestructura, represas de gran escala, la tala industrial de madera y la agroindustria – permanecen sin ser mencionados y abordadas en las iniciativas de REDD. REDD tampoco ha logrado asegurar los derechos de las comunidades a sus territorios, tal como lo muestran los 14 ejemplos citados.

Si REDD y sus variaciones como REDD Azul, REDD a escala del paisaje, entre otras, ingresan en los acuerdos futuros del clima, será un desastre sin precedentes. Es hora de que los gobiernos pongan freno a este juego que beneficia a los mayores contaminadores y comiencen a considerar medidas reales que aborden las verdades causas de la deforestación y el cambio climático.

La publicación “REDD: Una repertorio de conflictos, contradicciones y mentiras” está disponible en http://wrm.org.uy/es/libros-e-informes/redd-una-coleccion-de-
conflictos-contradicciones-y-mentiras/

 

Carbono Azul’ y ‘REDD Azul’: transformando los territorios marinocosteros en mercadería
Este documento trata sobre la promoción de iniciativas de ‘Carbono Azul’, también conocidas como de ‘REDD Azul’, una nueva tendencia enfocada a comercializar el carbono ‘almacenado’ en los territorios marinocosteros, sobre todo los bosques de mangle

Ya publicado anteriormente en el boletín No. 204 del WRM, el artículo busca comprender mejor esta tendencia, mencionando algunas de las iniciativas o proyectos de ‘Carbono Azul’ o ‘REDD Azul’ que ya están en marcha y los actores que están detrás. Asimismo, muestra y comenta algunos de los principales argumentos utilizados por estos actores. El objetivo de la publicación es advertir sobre esta nueva tendencia y explicar por qué en vez de ayudar a resolver la crisis climática, estas iniciativas tienden a beneficiar a los mercados financieros.

Puede acceder al artículo en: http://wrm.org.uy/es/libros-e-informes/carbono-azul
-y-redd-azul-transformando-los-territorios-marinocosteros-en-mercaderia/

 

 

La nueva movida de REDD: de bosques a paisajes más de lo mismo, pero más grande y con mayores riesgos
Este documento aborda una nueva tendencia de REDD, a escala del paisaje, con la misma característica de ser una falsa solución al cambio climático. La ‘escala del paisaje’ intenta abarcar además de los bosques, a los campos y prácticas agrícolas. Se mantiene como un mecanismo que viene desde arriba, está enfocado en proteger y fomentar el agronegocio, mientras que perjudica a los pueblos indígenas y las comunidades campesinas.

Ya publicado anteriormente en el boletín No. 204 del WRM, el artículo busca comprender como REDD, a escala del paisaje, se trata del mismo REDD, sólo que más grande – y con la capacidad de causar más daños.

Para conocer más sobre esta nueva tendencia, puede acceder al artículo en:  http://wrm.org.uy/es/libros-e-informes/la-nueva-movida-de-redd-de-bosques
-a-paisajes-mas-de-lo-mismo-pero-mas-grande-y-con-mayores-riesgos-2/

 

PUEBLOS EN MOVIMIENTO

Camerún: La ONG WWF cómplice de abusos a pueblos indígenas
La ONG Survival International descubrió que los escuadrones de lucha contra la caza furtiva, apoyados y financiados por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cometieron graves abusos contra los ‘pigmeos’ Baka, en el sureste de Camerún. Los Baka están siendo ilegalmente desalojados de sus tierras ancestrales en el nombre de la ‘conservación’, porque gran parte de sus tierras se ha convertido en ‘áreas protegidas’ – que incluyen zonas de safari de caza. En lugar de apuntar a los poderosos individuos que están detrás de la caza furtiva organizada, los funcionarios de medio ambiente y los soldados persiguen a los Baka, que cazan sólo para alimentar a sus familias.

Ver el artículo completo en inglés en: 
www.survivalinternational.org/news/10456%20/

 

Perú: Los Matsés, últimos chamanes del bosque amazónico que resisten a una transnacional
Los indígenas Matsés luchan para impedir que la petrolera canadiense Pacific Rubiales, perteneciente al grupo Soros, destruya su territorio y ponga en peligro sus vidas y bosques. Uno de los lotes de la empresa, en la frontera con Brasil, está en un área propuesta como Reserva Nacional para en teoría proteger a los indígenas. Mientras que otro de sus lotes petroleros ha sido demarcado encima del título de propiedad territorial de los Matsés. Los Matsés por su lado siguen en pie de lucha. “Nuestros antepasados siempre nos dijeron que los foráneos inician los conflictos. Como durante la fiebre del caucho, van a venir de nuevo para causar conflictos entre nosotros. Vayan y díganle al mundo entero que los Matsés nos mantenemos firmes en nuestra posición contra la empresa petrolera. ¡No queremos que invada nuestra tierra…!”.

Ver nota completa: http://www.soldepando.com/los-matses-ultimos-chamanes
-del-bosque-amazonico-que-resisten-a-una-trasnacional/

 

India planea gran expansión de la palma aceitera, poniendo en riesgo los bosques y sus poblaciones
Mientras que Malasia e Indonesia producen más del 85% del aceite de palma del mundo, la India es su mayor importador. Para impulsar el cultivo de palma, el Ministerio de Agricultura presentó un Programa Especial sobre “Expansión de la superficie de palma aceitera” en 2011-12, destinado a aumentar la producción de ese cultivo de 50.000 a 300.000 toneladas métricas en los próximos cinco años. Esta expansión de las plantaciones de palma aceitera cae dentro de la Nueva Política de Uso de la Tierra, impulsada por el gobierno para apartar a los agricultores de sus prácticas tradicionales de agricultura de subsistencia. Pero la conversión a plantaciones de palma aceitera no sólo conduce a la destrucción de los bosques y la biodiversidad, sino que también socava la soberanía alimentaria, los conocimientos tradicionales y las prácticas agrícolas de los agricultores locales.

Ver el artículo completo en inglés en: http://news.mongabay.com/2014/1004
-gfrn-dasgupta-mizoram-palmoil.html#d0hLIB2iiEW5xse6.01

 

03 de Diciembre: ¡Día Mundial contra el uso de Agrotóxicos! 
La fecha fue establecida por la Red de Acción contra Pesticidas para recordar a las 30.000 personas fallecidas en la catástrofe de Bhopal, India, en 1984. El escape de 27 toneladas de gases tóxicos utilizados en la elaboración de plaguicidas además dejó miles de personas con lesiones físicas y en el sistema nervioso. El uso de agrotóxicos está intrínsecamente ligado a las plantaciones de monocultivo y a la agroindustria, dos de los principales causantes de la deforestación y devastación para con las poblaciones dependientes de los bosques. El WRM se une en solidaridad a este llamado contra el uso de agrotóxicos y suma con la Campaña continental contra los agrotóxicos y por la vida en América Latina de la Vía Campesina/CLOC en: http://www.cloc-viacampesina.net/pt/campanas/campana-contra-los-
agrotoxicos-y-por-la-vida
  como también con la Campaña contra los agrotóxicos y por la Vida en Brasil en: http://www.contraosagrotoxicos.org . Para más información sobre la situación particularmente grave en Brasil – el mayor consumidor de agrotóxicos en el mundo y el país en el Sur con mayor cantidad de plantaciones para celulosa.

Ver el “Manifiesto para el Día Mundial de Lucha contra los Agrotóxicos” en portugués en: http://wrm.org.uy/wp-content/uploads/2014/12/Campanha_03_
-dezembro_2014-DIA-INTERNACIONAL-CONTRA-USO-DE-
AGROTOXICOS.pdf

 

Feminizando los movimientos campesinos, feminizando la soberanía alimentaria
Un problema que enfrentan las mujeres campesinas es su invisibilidad en los movimientos feministas y de mujeres. Un segundo problema es la debilidad con la que el concepto de soberanía alimentaria ha enfrentado los retos del feminismo. La soberanía alimentaria se basa en la convicción de que cada pueblo tiene el derecho a tomar decisiones sobre sus propios sistemas alimentarios: sobre sus propios hábitos alimenticios; sobre su producción, comercialización, distribución, intercambio y distribución; y sobre cómo mantener los alimentos y semillas en la esfera pública. Si establecemos que la soberanía alimentaria es cómo las personas deciden qué producir y en qué condiciones, nuestra pregunta desde un punto de vista feminista es, entonces: ¿cómo se toman decisiones? ¿quién decide cómo se organiza el poder? Probablemente lo que veamos en realidad es que las mujeres campesinas ocupan papeles secundarios en los ámbitos de toma de decisiones.

Ver el artículo completo en inglés en:
http://upsidedownworld.org/main/international-archives-60/5110-latin-
america-gendering-peasant-movements-gendering-food-sovereignty

 

Brasil: Justicia mantiene medida preliminar que suspende financiamiento del BNDES a Fibria Celulose, empresa certificada por el FSC
El Ministerio Público Federal (MPF) de Brasil logró suspender el financiamiento por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) a Fibria, la mayor empresa brasileña de celulosa y papel, destinado a la plantación de eucalipto en territorios de comunidadesquilombolas (afrodescendientes) en el norte del Estado de Espírito Santo. Fibria es acusada de fraude en la obtención del área destinada a la plantación de eucaliptos usados en la producción de celulosa. Cabe destacar que el fraude, que estaba siendo denunciado por la Red Alerta contra el Desierto Verde hace más de 10 años, no impidió que la empresa recibiese el sello FSC de “buen manejo forestal”. En el expediente, el MPF pide, además de la devolución al patrimonio público de las tierras obtenidas por apropiación fraudulenta, que se haga la titulación a favor de las comunidadesquilombolas de São Mateus y Conceição da Barra, cuando se compruebe su ocupación tradicional en el área. La demarcación de tierras quilombolas en el Brasil está paralizada hace años por la presión de los intereses del agronegocio brasileño, también integrado por el sector de producción de eucaliptos para celulosa.

Vea el artículo completo en portugués: http://noticias.pgr.mpf.mp.br/noticias
/noticias-do-site/copy_of_geral/mpf-mantem-liminar-que-suspende-
financiamentos-do-bndes-a-fibria-celulose

 

RECOMENDADOS

La Violencia del Carbono: impactos de plantaciones para carbono de la empresa Green Resources en Uganda
Un nuevo informe del Instituto Oakland introduce el término ‘violencia del carbono’ para describir el impacto de las plantaciones de Green Resourcesen Uganda sobre las comunidades locales y su ambiente. Green Resourceses una empresa de plantaciones de árboles noruega que posee 41.000 hectáreas en Mozambique, Tanzania y Uganda. Las plantaciones de la compañía, certificadas por el FSC, se utilizan para productos maderables y para generar créditos de carbono. El informe reveló que entre 8.000 y 40.000 personas “sufren profundos trastornos a sus medios de vida, e incluso muchos sufren desalojos forzosos”. Además de perder el acceso a la tierra, los aldeanos informan sobre contaminación del agua y la tierra por los agroquímicos utilizados en las plantaciones.

Ver artículo en inglés: http://www.redd-monitor.org/2014/11/04/carbon-
violence-the-impact-of-green-resources-carbon-plantations-in-uganda/
 
Y el informe completo en inglés: http://www.oaklandinstitute.org/darker-side-green

 

El gran azar de REDD. Es hora de abandonar REDD por enfoques efectivos, éticos y equitativos basados en las comunidades 
Un informe de Amigos de la Tierra analiza algunos estudios de caso que demuestran que los proyectos REDD pueden facilitar en lugar de impedir el uso de combustibles fósiles; exacerban las tensiones sobre los derechos a la tierra y los recursos; tienen impactos negativos significativos sobre los pueblos indígenas y las comunidades locales que dependen de los bosques; amenazan la seguridad alimentaria; e incluso ponen en peligro los bosques. Algunos proyectos REDD también se han enfrentado a dificultades financieras importantes, desperdiciando grandes sumas de fondos públicos.

Ver el informe completo en inglés: http://www.foei.org/wp-content/uploads/2014/09/The-great-REDD-gamble.pdf

 

¿Hidroeléctricas en la Amazonía ‘compensan’ emisiones de la copa del mundo?
Un artículo en del periódico “Aldeia”, producido por las organizaciones brasileñas FASE Amazonía, Grupo Carta de Belém y el Fórum de la Amazonía Oriental, resalta la falacia enraizada en el mercado de carbono de que la energía producida por las hidroeléctricas es energía ‘limpia’. Es decir, que no emitiría gases contaminantes. Esto ignora los muchos impactos que las mega-represas generan en términos de deforestación, desplazamiento de poblaciones, la apertura de caminos en áreas antes inaccesibles, las inundaciones permanentes que generan gases de efecto invernadero, etc. Además, les adjudica la posibilidad de generar créditos de carbono a través de los mecanismos de compensación del mercado de carbono. Así, los créditos de carbono generados por proyectos destructivos como las mega-represas han sido utilizados por el gobierno brasilero para alegar que la también destructiva Copa del Fútbol haya sido ‘verde’.

Acceda al periódico en portugués: http://terradedireitos.org.br/wp-content/uploads
/2014/10/Jornal-Aldeia-2014-Final.pdf

 

Manteniendo la tierra a nivel local: Recuperando la gobernabilidad del mercado
A través de una serie de artículos, este informe de la organización Focus on the Global South, denuncia cómo se están capturando y cercando la tierra, los bosques y el agua para propósitos tales como: agricultura industrial, plantaciones de árboles, generación de energía hidroeléctrica, industrias extractivas, turismo, infraestructura física, desarrollo de bienes raíces, zonas económicas especiales y, sencillamente, para el lucro financiero a través de la construcción de nuevos mercados. Las poblaciones locales, en su mayor parte, pierden sus medios de vida, sus hogares, culturas, identidades y el acceso a los alimentos naturales; son desalojadas por la fuerza o reubicadas, y a menudo empujadas a trabajos precarios de baja remuneración salarial. Al denunciar estas amenazas a los bosques como amenazas a los ‘bienes comunes globales’, la gobernanza local podría ser captada por quienes no tienen obligaciones para con los locales ni les rinden cuentas, robando una vez más los derechos a las poblaciones locales de adoptar decisiones colectivas sobre la tierra y los ecosistemas que nutren sus vidas.

Ver el informe completo en inglés:
http://focusweb.org/sites/www.focusweb.org/files/
LandStrugglesIII_HIRES.pdf

 

Perú: Nuestra lucha, los pueblos indígenas en defensa de sus territorios
El grupo “If Not Us Then Who?” hace un seguimiento de  las vidas de los cuatro dirigentes y activistas indígenas asesinados en Perú, entre ellos el también activista internacional Edwin Chota. A través de sus viudas y amigos conoceremos de su lucha por la titulación de las tierras. Esta historia es uno de los muchos ejemplos de pueblos indígenas que defienden el bosque y ofrendan su vida por él. El video fue lanzado en conjunto con un nuevo informe de la ONG Global Witness, “El ambiente mortal del Perú”.

Ver el video en: http://ifnotusthenwho.me/es/;
Ver el informe en inglés en: http://www.globalwitness.org/
perudeadlyenvironment/docs /peru_deadly_environment_en.pdf

 

Brasil: Grandes propietarios, la causa de la deforestación en la Amazonia,
Un estudio realizado por el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo (SEI, Suecia), demuestra que la destrucción de la Amazonia en el Brasil, frenada durante casi una década, volvió a aumentar en 2013. Con relación a investigaciones anteriores, que indicaban la expansión fronteriza de los campesinos y pequeños productores ganaderos, los mayores culpables son los grandes propietarios. “Los pequeños propietarios mantienen mejor la tierra. Abren zonas menores donde no hay impacto ni efecto de borde, la zona circundante sufre menos con la sequía y se cierra más rápidamente”, explica el investigador del SEI y principal autor del estudio. Los grandes productores ganaderos y cultivadores de soja causan el 80% de la deforestación.

Vea el artículo en portugués: http://brasil.elpais.com/brasil/2014/10/13/ciencia/1413222640_280888.html
y vea la publicación en inglés: ttp://www.pnas.org/content/111/43/15591.full.pdf+html

 

Boletín mensual del Movimiento Mundial por los Bosques (WRM)

Este boletín está disponible también en Inglés, Francés y Portugués

Editor en jefe: Winfridus Overbeek

Redactora responsable: Joanna Cabello

Apoyo editorial: Elizabeth Díaz, Jutta Kill, Flavio Pazos, Teresa Perez

 

Secretariado internacional del WRM

Maldonado 1858 – 11200 Montevideo – Uruguay
tel:  598 2413 2989 / fax: 598 2410 0985

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