La semana pasada se celebró la primera sesión de debates históricos en el Grupo de Trabajo Intergubernamental de las Naciones Unidas (IGWG) sobre un tratado sobre los derechos humanos y las empresas transnacionales y otras empresas. Este proceso representa una oportunidad sin precedentes para abordar eficazmente las cuestiones de la prevención y reparación de violaciones de derechos humanos relacionados con las empresas. A pesar de un comienzo prometedor en algunas cuestiones fundamentales como la responsabilidad y la complicidad de las empresas, y la importante participación de la sociedad civil, la ausencia de estados clave en estas discusiones es lamentable.
Fuente: fidh.org
La participación activa de organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo permitió aportar a esta primera cesión experiencias de terreno y profundo análisis, que demuestran las deficiencias y carencias de los marcos legales existentes. Su presencia refleja una fuerte demanda de la sociedad civil global para un instrumento que podrá exitosamente prevenir y remediar las violaciones de los derechos humanos por parte de las empresas.
La FIDH acoge con satisfacción la calidad de los debates entre los Estados, expertos y la sociedad civil durante esta primera sesión. «Por primera vez en la ONU, un espacio ha sido creado para discutir la regulación de la conducta corporativa y permitir intercambios sustantivos sobre temas críticos dese el ámbito de aplicación del tratado, la responsabilidad legal, al acceso a remedios«, dice Katherine Gallagher, Vicepresidenta de la FIDH y abogada senior en el Centre for Constitutional Rights (CCR), que participó en la sesión. «A pesar de que haya aparentemente un acuerdo general sobre la necesidad de garantizar que dicho instrumento debe incluir medidas encaminadas específicamente a los desafíos planteados por las empresas transnacionales, los expertos que asistieron a la sesión destacaron el hecho de que el instrumento debería incluir a todas las empresas para abordar la responsabilidad corporativa de forma exhaustiva y garantizar la justicia para todas las víctimas”, añade.
La FIDH lamenta y denuncia la ausencia de muchos Estados, especialmente los países ricos, donde las multinacionales más grandes del mundo tienen sus sedes. «La decisión de dejar la silla vacía envía una señal negativa más a las víctimas de abusos que involucran las empresas«, dice Karim Lahidji, presidente de la FIDH. «Por otra parte, esto plantea preguntas sobre el compromiso de los Estados a dar prioridad a los derechos humanos sobre los intereses económicos, y sobre todo cuando, al mismo tiempo, se apresuran a concluir acuerdos comerciales y de inversión que protegen largamente los derechos de los inversores«, añade.
La FIDH exhorta a todos los Estados a participar de forma activa y constructiva en este proceso, y apoyarse en él para adoptar inmediatamente medidas políticas y legislativas para fortalecer los marcos normativos nacionales y regionales y para asegurar que se establezcan mecanismos de aplicación robustos y eficaces para responder a las violaciones de los derechos humanos que involucran a empresas.
Contexto:
La FIDH llamó a todos los Estados a participar de forma constructiva en estas discusiones, presentó una contribución escrita (en Inglés) al Grupo de Trabajo Intergubernamental, e hizo declaraciones orales durante la sesión.
Como miembro de la Alianza para el Tratado, un movimiento global que reúne a más de 600 organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales, la FIDH ha firmado la primera y la segunda declaración conjunta de la Alianza, firmada por más de 1.000 organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales e individuos. La FIDH está involucrada en el proyecto conjunto con la Red-DESC «Iniciativa por el Tratado«, que tiene como objetivo desarrollar propuestas concretas de contenido para un tratado internacional, sobre la base de consultas globales.