Los días 2 y 3 de septiembre se dieron cita diversos actores sociales: organizaciones socioambientales, estudiantes, feministas, campesinos, académicos, juristas, pueblos indígenas, convergieron para conocer las experiencias constituyentes de Bolivia y Ecuador, y alimentar desde ellas los desafíos constituyentes de nuestro país.
– El Seminario Internacional: «Recuperar los bienes comunes… desafío en el proceso constituyente del Chile extractivista» que se desarrolló en la casa central de la Universidad de Chile, contó con la presencia de la destacada ecologista ecuatoriana Esperanza Martínez y del sociólogo, filósofo, activista y académico boliviano, Raúl Prada, además de diversos representantes de luchas regionales y nacionales, que compartieron sus miradas en dos días de intenso trabajo y debate.
La iniciativa convocada por el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales OLCA y el Núcleo interdisciplinario de estudios Socioambientales de la Universidad de Chile, se constituyó en un espacio privilegiado de intercambio de ideas, soluciones, desafíos y propuestas, en torno a las bases político económicas de nuestro país en un contexto de profunda deslegitimación de la clase política, de creciente conflictividad socioambiental y de agudización de la crisis ambiental global.
En la instancia, se revisaron los procesos de Ecuador y Bolivia, que introdujeron, por primera vez en la historia democrática de occidente, el reconocimiento de cuestiones tales como los derechos de la naturaleza, los derechos de las generaciones futuras y los derechos colectivos, y que trocaron cuestiones como «desarrollo» por «buen vivir», o «ciudadanía» por «comunidad», sentando bases reflexivas que permiten nuevas peguntas e invitan a nuevas respuestas en medio de una creciente demanda por participación real, consultas vinculantes, protección de los modelos locales de desarrollo y derecho a definir las propias formas de vida.
En el seminario, se concluyó que cambiar nuestro país no es una cuestión imposible, sino que más bien es una cuestión urgente, y que requiere desaprender la resignación, el paternalismo, la fatalidad y los límites, y atreverse a innovar, a confiar, a trabajar con otros y otras, a asumir que todo es posible en la medida que nos demos permiso para concretarlo en colectivo.
En esa misma línea, se entendió que una nueva Constitución es más un punto de partida que de llegada, y que será necesario seguir promoviendo espacios de encuentro, de conversación, de hacer conjunto, de comprensión fraterna de la mirada de los otros y otras, para nacer verdaderamente un país en que quepamos todos y todas, y una América Latina que deje de competir mientras se desintegra y al revés, comience a compartir para una integración verdadera.
Lucio Cuenca, director de OLCA, señaló sentirse muy satisfecho y convencido de que la calidad humana que se allegó a la casa central de Universidad de Chile, se fortalece la noción de que se puede salir del extractivismo, derribar los mitos del crecimiento sostenido y del Chile país minero, en la medida que nos conocemos, visibilizamos las miles de formas de vida que persisten porfiadamente en nuestra geografía y que hablan de cuidado, de comunidad, de escala humana y de respeto por la vida.