sábado, mayo 18, 2024

MALEN, Danza Contemporánea Mapuche: una mirada al espíritu femenino de la madre tierra

El 12 de octubre del año pasado 2017, se lanzó oficialmente la obra de danza contemporánea mapuche Malen en el GAM, un Centro Cultural capitalino que en cada una de sus presentaciones tuvo las salas llenas para ver esta obra en la butaca y abrir en nosotras los ojos del espíritu originario.


 Por Marjorie Huaiqui Hernández, madre, poeta y educadora mapuche. Profesora de Historia y Geografía Licenciada en Educación.


cuando el territorio lo llevo dentro
todo se vuelve tierno
podría llenar mi croquera de sucesos
y de un suspiro
cargarme de todo tu aliento
(Conmigo*)


Una apertura a los ojos del espíritu

En cada vuelta y en cada movimiento del cuerpo, este nos recuerda que la vida es como un espiral a veces se repiten hechos parecidos, pero no son iguales, se parecen y rozan, pero no se vuelven uno en similitud.

Este es el lenguaje de la naturaleza, parecido al movimiento de las elípticas del campo celeste, similares a los caminos de los pájaros que nos dibujan con su vuelo en el cielo urbano las imágenes que quieren que veamos.

En esta elíptica, MALEN nos muestra el espíritu originario y la posibilidad de la mujer de ser sujetas históricas reconocidas en la continuidad de una perspectiva feminista que se nutre de los cuerpos y los deseos de las caretas binarias.

Caretas cuestionables cuando en lo cotidiano tenemos aún las contradicciones de las responsabilidades más sentidas en esfuerzo al rol de la mujer, bastante esencializado en el rostro de la ternura y el aguante mapuche.

Mientras nos interrogamos ¿cuáles son los derechos de la madre tierra? y ¿cuál es el rol que debe vivir toda mujer mapuche para ser incorporada dentro de esta historia? MALEN nos abre los ojos del espíritu profundo en la mirada de una sociedad chilena que reconoce su raíz mapuche originaria en las visiones infantiles y juveniles de flexibilidad atemporal.

Las mujeres bailan y cantan felices con sus cuerpos libres en donde el género femenino se va acomodando de acuerdo con la performance que, nace de lo que “se supone que es” ser una mujer mapuche, esta visión nos deja una mirada crítica al aporte de la mujer y a la intriga cultural que muchas nos cuestionamos o al menos planteamos la interrogante.

Las distintas escenas van trazando una línea continua a planos de distintos colores que, con las voces del canto originario, van una a una mostrando en sus interconexiones lo más sencillo que se tiene, el cuerpo al desnudo.

Este mismo, nos acoge como la mirada enternecedora del nacimiento a la luz de la vida.

MALEN entonces, es volver al origen e instalar la posibilidad de recapitular en la genealogía que fluye fugaz desde la papay hasta la misma niña que, en la diversidad de mujeres presentes componen un canto por distintos tonos de voces y ritmos que rememoran la descolonización añorada.

Son los ojos ojos sencillos a la guerra implacable

Lamentablemente todos nuestros recuerdos son de memorias de guerra, este doloroso azar que nos tocó vivir como referente, ha delimitado las posibilidades en que se ha validado la identidad de la mujer mapuche, un alcance no menor cuando tenemos una mentalidad blanca y eurocéntrica como recuerdo.

En este parámetro no tenemos como encontrarnos, se nos ha dicho tanto de parte del discurso oficial de la tradición mapuche como desde el Estado- nación chileno lo que debemos ser, con inequidades que nos distancias en torno a los derechos.

Curiosamente la posibilidad de construirse en torno a la femeneidad de la madre ha sido desventajosa para nosotras, al establecer la validación cultural de la dualidad más que, el de la complementariedad de roles femeninos y masculinos.

La madre oculta vuelve en torno al cuerpo de MALEN, la pequeña niña que nos deja el mensaje del sentir infantil en toda la audiencia y en todas las personas el mensaje de sentirse mapuche a los ojos de la visión infantil.

Mientras esto no suceda, no podemos aspirar a que, la tolerancia se vuelva un valor en la discusión de ideas y que la bella ternura infantil nos remueva con su lenguaje de emociones muy sentidas.

MALEN, la obra de danza contemporánea, deja en nosotros y nosotras el mensaje de sentirse mapuche y en las mujeres la posibilidad de validar acciones culturales mantenidas en la tradición oral como masculinas.

En este contexto también la interrogante ¿desde qué tiempos esos roles se han cumplido? Y hasta qué punto el deseo de sentirse una mujer mapuche se ha situado en las obligaciones culturales de serlo de algún modo.

Pues finalmente, mientras no seamos sujetas históricas, difícilmente podremos aspirar a la libertad que ha sido ceñida en la representación de nuestros cuerpos y todas las precariedades que ha dejado en nosotras las memorias invisibles de nuestras mujeres heroínas y sus relatos.


 

Ficha técnica:

Dirección: Ricardo Curaqueo Curiche
Intérpretes: Ayelen Curaqueo Curiche, Florencia Neira Oros, Agata Espinoza Fontana, María Paz Silva Romero, Rallen Montenegro Aguilera, Nathalie Moris Caniulef, Danitza Segura Licanqueo, Catalina Fernández Amado, Constanza Díaz Alfaro, Karina Díaz Osorio, Yasmín Millan Castro, Sonia Orobia Retamales, Millaray Ruiz Conejeros y Loreto Millalén Iturriaga
Diseño de vestuarios: Belén Marchant
Asistente de dirección y dramaturgista: Karen Carreño Rivera
Diseño sonoro: Joaquín Montecinos Ortiz
Diseño de iluminación: Francisco Herrera
Dirección de arte: Deysi Cruz Vásquez
Producción: Ricardo Curaqueo
Fotografía: Felipe Gamboa


http://www.gam.cl/danza/malen/


 * “Conmigo” inédito de Marjorie Huaiqui Hernández.


 

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