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Pueblo Mapuche y su identidad territorial Huilliche

Eugenio Alcamán, nos aclare este concepto: “Entonces la denominación huilliche (gente del sur) no corresponde a una definición étnica sino exclusivamente geográfica, como ocurre con la mayoría de las otras usadas para identificar a algunas entidades regionales del pueblo mapuche, puesto que sus miembros y descendientes se autoidentifican históricamente como mapuches».


Por: Renato Cardenas
elrepuertero.cl 16 de julio de 2020


CUANDO LLEGARON LOS ESPAÑOLES….Los europeos encontraron el territorio de Chile Central y Sur con una tradición similar, en cuanto a lengua, religión y costumbres las que anotaban ciertas variables regionales, a medida que se distanciaban las poblaciones. Se hacían llamar RECHE -según el misionero Luis de Valdivia (que significa gente propiamente tal, auténtica) y habitaban desde Aconcagua a la Isla Grande de Chiloé, estimándose la población total en un millón de personas. Esta denominación habría sido reemplazada por MAPUCHE durante la Colonia.

La transformación de “reche” a “mapuche” (en mapudungún “gente que habita un determinado territorio”) habría ocurrido hacia el siglo XVIII, como lo propone Guillaume Boccara. Eran pueblos pescadores, agricultores, pequeños ganaderos, labradores… Estas diversidades se hacían más complejas de acuerdo al territorio y maritorio habitado, como ocurriría, por ejemplo, con los archipiélagos de Chiloé.

GUERRAS Y FRONTERAS

El levantamiento de estos pueblos en 1598, en Curalaba generó la primera desarticulación del aparato de conquista española instalado a base del ejército, la iglesia y las encomiendas. Aquí se dan las primeras políticas de Parlamentos con los RECHE; es decir, un reconocimiento como una nación o estado con quien negociaban. En los territorios del sur, veinte años antes, en 1578, había tenido lugar una batalla naval, al interior del Estuario del Reloncaví, que demuestra que no sólo el territorio de Araucanía resistía a la conquista, sino todos los RECHE.

Una crónica de Mariño de Lovera, participante de estos hechos, nos cuenta: “…y se trabó batalla de las más sangrientas que se sabe en este reino /…/ embarcan es sus piraguas y bogan a toda prisa y tanto en poco se vinieron a poner a la vista ambas armadas estando a más de diez leguas de la costa río arriba /…/ Por espacio de cuatro horas anduvieron revueltas las piraguas, saltando los que iban dentro de unas en otras /…/ mas, con todo eso fueron finalmente vencidos con pérdida de 27 piraguas y 500 hombres que murieron, ultra de 170 que fueron cautivos.”

Estos alzamientos, guerras y revoluciones contra el estado español se mantuvieron durante la Colonia. Lautaro y Pelentaru, bajaron hasta Osorno, entre mediados del siglo 15 y comienzos del 16. En 1712, los veliche de Chiloé, se alzaron contra los encomenderos. Y los juncos de Osorno lograron mantener un impenetrable muro militar que se interponía entre Valdivia y Chiloé, hasta fines del s. XVIII. Esto interfería el desarrollo de la conquista como lo expresa Fray Hilario Martínez, iniciador de la Fiesta de Caguach:

«Las muchas utilidades que resultan de esta empresa son: la primera el tener Chiloé paso franco en todo tiempo para dar parte de cualquier invasión del enemigo, lo que en el día es impracticable. La segunda, la conquista de los indios Juncos y Huillinches, que están entre Valdivia y Chiloé. La tercera facilitar el paso para hacer averiguación de los Césares, que se dice que habitan en aquellas pampas interminables. La cuarta el unir las Misiones de Valdivia y Chiloé, y poder surtirlas todas el Colegio de Chillán con más fácil disciplina y arreglo, que la que tiene en el día. La quinta es tener el Ilmo. de Penco paso para visitar sus islas, y proveerlas de lo necesario. La sexta el descubrimiento de las minas que hay en aquel tránsito y extremo de la cordillera». En algunos territorios se levantaron fronteras y se convivió con la conquista; incluso las sociedades se mestizaron profundamente, como en Chiloé.

EL ÚLTIMO ALZAMIENTO

El gobierno chileno de mediados del siglo XIX priorizó la inmigración  alemana en torno al Lago Llanquihue, abandonando a su suerte a la población nativa. Muchos debieron refugiarse al otro lado de la Cordillera para sobrevivir. Son periodos duros para los mapuche que deben enfrentar por el lado chileno la “Pacificación de la Araucanía” con el despojo de sus tierras y la expulsión al Alto Biobío y por el lado argentino la “Campaña del Desierto”, del General Roca.

Un periódico de los hacendados alemanes de la época, comenta: “En octubre de 1890 aumentaron los robos de ganado en el lado occidental del lago. Los vaqueros huían o se volvían rebeldes, y en sus desvergonzadas expresiones se descubría que querían recuperar de los alemanes la tierra de sus padres, porque ellos mismos eran los señores. Uno de ellos contó que el cacique les había dicho a los mapuches y huilliches que venía el tiempo del esplendor (Herrlichkeit). El sabía donde yacía la ‘Ciudad de los Césares’, con la cual soñaban hacía mucho tiempo los mapuches. La ciudad estaría bajo la actual Osorno”.

Se formó un pequeño ejército con policías y hacendados para capturar al líder rebelde, Juan Andrés Antiñirre. Se mezcla este levantamiento con leyendas ancestrales y con cuatreros. , Era época de ganado y de grandes arreos cordilleranos (desde la Argentina, por Cochamó). Una vez capturado Antiñirre, dice el periódico: “Se le montó atado sobre un caballo y se le llevó hasta la cárcel de Puerto Montt».

 HUILLICHE O MAPUCHE

Una etnia se diferencia de otras por su lengua, su religión y sus costumbres. Dejemos que una autoridad del pueblo mapuche, como Eugenio Alcamán, nos aclare este concepto: “Entonces la denominación huilliche (gente del sur) no corresponde a una definición étnica sino exclusivamente geográfica, como ocurre con la mayoría de las otras usadas para identificar a algunas entidades regionales del pueblo mapuche, puesto que sus miembros y descendientes se autoidentifican históricamente como mapuches. Aunque mantenían en común con los indígenas del norte de la jurisdicción de Valdivia similitudes en las prácticas e instituciones culturales y sociales, los denominados huilliches se caracterizaban ya entonces por el empleo de una variación dialectal del idioma mapuzungun -tsesungun- expresado en diferenciadores fonéticos, especialmente”.

Como hemos visto la guerra de resistencia contra los españoles la llevaron adelante los mapuche de centro y sur. Sólo la geografía los dividía. Por eso hoy, cuando se habla de MAPUCHE-HUILLICHE, es para reforzar esta entidad en un solo discurso, desde una cosmovisión e historia, que los conecta a sus respectivos territorios y cultura.

CON LA REPÚBLICA

Así lo ve el antropólogo (U. de Chile) Rolf Foerster: Con el advenimiento de la República los mapuche dejaron de ser vistos como un pueblo o nación y comienzan a ser tratados como chilenos (o si se quiere ciudadanos, aunque con una ciudadanía limitada). Con ello se puso fin a la política colonial de los parlamentos.

Este cambio tendrá un sentido diferente en las “poblaciones originarias de Chile” central, respecto a la región de la Araucanía. Esta distinción es fundamental; olvidarla es hacer tabla raza de una diferencia histórica densa y que nos pesa hasta el día de hoy: el desarrollo autonómico de pueblo mapuche en la región de la Araucanía durante los siglos XVII, XVIII y parte del XIX.

Ahora bien, la sociedad mapuche no logró articular un frente común para encarar el nuevo momento histórico que se vivía (la constitución del Estado y de nación chilena Frente al avance de la frontera y de sus distintas líneas, tanto en Chile (Malleco 1866, Traigén 1878, Cautín 1881) como en Argentina, los mapuche se dividieron: unos buscaron la paz, otros optaron por la guerra y otros se desplazaron a las pampas y a la cordillera. Con ello el pueblo mapuche quedó dividido, viviendo bajo el dominio de dos repúblicas: la chilena y la argentina.


Fuente: http://www.elrepuertero.cl/noticia/cultura/los-huilliche-no-son-mapuche


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