La Machi Mawün nunca se imaginó que ese 14 de marzo cuando llegaba a la Argentina iba a quedar atrapada de este lado de la cadena montañosa. La campaña La Cordillera No Es Frontera – Chi Mawiza Malal Femngelay busca su rápido retorno y alertar sobre cómo Chile y Argentina limitan la circulación de la medicina ancestral y lxs Machis, violando así normativas internacionales. ¿A qué otros líderes espirituales y religiosos se les impide circular?
La Machi Mawün nunca se imaginó que ese 14 de marzo cuando llegaba a la Argentina iba a quedar atrapada de este lado de la cordillera. Llegó a Esquel desde la comuna de Padre de las Casas, donde está asentada su comunidad, Juan Huentelen, en el conurbano de Temuco. Ese mismo sábado tenía agendado un compromiso con uno de sus pacientes. Como Machi proporciona lawen (medicina mapuche) y acompaña los tratamientos de varias personas a los dos lados de la cadena montañosa. Una semana después de su arribo, el gobierno de Alberto Fernández decretó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio y medidas similares se anunciaron en Chile: se cerraron las fronteras. Seis meses después las restricciones para el cruce siguen vigentes y a Mawün no se le permite volver. Por eso el Movimiento de Mujeres Indígenas (MMI) por el Buen Vivir lanzó la campaña La Cordillera No Es Frontera – Chi Mawiza Malal Femngelay. Por el Retorno Inmediato de la Machi Mawün a su Rewe – Ñi Wiñotun tachi Machi Mawün tañi Rewe mew.
“Anteriormente nosotros no teníamos fronteras —dice la Machi Mawun en el video de la campaña—. Puel mapu (territorio mapuche del lado argentino) y Ngulumapu (territorio mapuche del lado chileno) eran uno solo”. Ingrid Conejeros es ex vocera de la Machi Francisca Linconao, educadora, tejedora mapuche y forma parte de la mesa de coordinación de la campaña, conformada por el MMI, Comunidad Historia mapuche, Trawunche Madrid y Yesica Cayupi. Consultada por LatFem, Ingrid explica que “la cordillera nunca ha sido una frontera, no lo fue en la etapa precolonial, antes de que llegaran los invasores y no lo ha sido en la instalación de los Estados, ya que el Pueblo Mapuche se ha mantenido en constante movimiento en este amplio territorio”.
Es por eso que desde la campaña afirman que “la Machi Mawün Jones, en sentido estricto, es una ciudadana de Wallmapu (todo el territorio mapuche)”. Como tal, ella intentó regresar a su comunidad, donde reside junto a su esposo y donde también se encuentra su Rewe (lugar sagrado). Gestionó todo tipo de autorizaciones en ambos países, pero las autoridades chilenas le niegan el permiso que la habilita a cruzar la frontera. En el contexto de la cuarentena el visado de turista que la Machi —ciudadana argentina en los papeles— utilizaba en Chile perdió validez y su libreta de matrimonio tampoco fue aceptada como documento de respaldo por parte de las autoridades. Para el Estado chileno la Machi Mawün no cuenta con documentación que avale que está radicada en Chile de manera definitiva.
Como si se tratara de un juego macabro, la Machi y todxs lxs mapuche de un lado y otro de la cordillera se encuentran atrapados en una de las habitaciones de su enorme casa. Siempre han podido transitar por el territorio de acuerdo a sus costumbres y su historia: “Nuestro Pueblo Mapuche es transfronterizo, es preexistente a la imposición de los Estados chileno y argentino”, señala Ingrid Conejeros. Dos lógicas se superponen y se contradicen, dos modos de comprender los límites políticos y la historia de esta región: “Todo esto evidencia una lógica estatal colona que se niega a reconocer la necesidad física y espiritual de la Machi Mawün de tener constante circulación entre el Gulumapu y el Puelmapu”, señala la declaración de la campaña.
¿Qué es una Machi?
La Machi es una autoridad originaria del Pueblo Mapuche. Las, los o les Machis transmiten sus conocimientos por medio de hierbas naturales en la curación física y espiritual de las personas. Su sabiduría es heredada de una ancestra o ancestro, es decir, es un legado familiar. El rol que cumplen es fundamental en la vida colectiva del Pueblo Mapuche, ya que les Machis representan la conexión entre las personas y las energías o fuerzas espirituales y físicas de la Mapu (la tierra, el territorio o el vasto universo). Pero en los últimos años la frontera política entre Argentina y Chile impide que les Machis circulen libremente el Lawen (medicina mapuche). “Es casi una política de Estado impedir este libre tránsito de los Lawenes y Machis”, señala Conejeros; a pesar de la histórica libertad de circulación, durante los últimos años el control se ha acrecentado y con las restricciones propias de la pandemia por Covid-19 las limitaciones para trasladar la medicina de un lado al otro han convertido a la situación en problema de acceso a la salud y a la cultura.
¿Qué ocurre con las Machi cuando intentan cruzar la frontera?
En octubre de 2018 la Machi Mawün Jones viajaba desde Puelmapu (Argentina) a Ngulumapu (Chile) en colectivo junto a otra Machi. Cuando el colectivo se detuvo en el Paso Fronterizo Cardenal Samoré, conocido como Puyehue o El Rincón, a la altura de Villa la Angostura en el sur neuquino, fueron apartadas por las autoridades de la aduana argentina. Fueron requisadas por los perros de gendarmería, revisados sus equipajes, sus vestimentas y sus cuerpos. En esa oportunidad les dijeron que parecían mujeres gitanas. Del otro lado de la frontera el trato fue igualmente degradante, las volvieron a revisar y luego de una hora de espera debieron firmar un acta donde constaba que trasladaban plantas medicinales y se les permitió ingresar a Chile.
“Las exigencias que ambos estados colonos plantean limitan la posibilidad de que puedan ingresar todo el Lawen o la hierba medicinal demandada. Consideramos condenables este tipo de atropellos cometidos hacia las, los o les Machi. Son actos de hostigamiento y persecución que han sido perpetrados desde la fundación misma de los referidos estados coloniales”, señalan al respecto en la declaración de la campaña.
¿Qué se reclama?
La campaña La Cordillera No Es Frontera – Chi Mawiza Malal Femngelay tiene como objetivo el retorno de Mawün Jones a su mapu, cerca de su Rewe y su comunidad; pero tiene como objetivo ulterior construir una norma bilateral que garantice visado especial para Machis, acorde con el Convenio 169 de la OIT. “Esto creará las condiciones para que nuestras autoridades espirituales y medicinales puedan trasladarse a través de los territorios y, de esta manera, hacer posible la libre circulación del Lawen, medicina ancestral Mapuche”.
El Convenio 169 en la Parte V “Seguridad Social y Salud” (Art.25. 2) señala que “los servicios de salud deberán organizarse, en la medida de lo posible, a nivel comunitario. Estos servicios deberán planearse y administrarse en cooperación con los pueblos interesados y tener en cuenta sus condiciones económicas, geográficas, sociales y culturales, así como sus métodos de prevención, prácticas curativas y medicamentos tradicionales”.
“Los Estados nación de Chile y Argentina estarían violando este convenio, que fue adscripto por ambos países”, dice Conejeros a LatFem y agrega que el reclamo va más allá de las Machis e incluso del Pueblo Mapuche, porque lxs Machis atienden a personas mapuche y no mapuche, “ya que su don de hacer medicina es un don universal, que se aplica para cualquier tipo de persona”.
La Machi Mawün debe volver a Ngulumapu para llevar a cabo una ceremonia importante en su Rewe. Es una autoridad espiritual de un Pueblo Nación reconocido como preexistente en la Constitución Nacional y tratados internacionales. ¿A qué otros líderes espirituales y religiosos se les impide circular?