Etiqueta: transgenicos

  • Repudio mundial contra transnacional Monsanto

    Repudio mundial contra transnacional Monsanto

    Este 20 y 21 de mayo se realizan  manifestaciones en diversas partes del mundo en contra de la transnacional Monsanto, ampliamente repudiado por quienes defienden la soberanía alimentaria, la alimentación saludable y la dignificación del trabajo campesino.

    Monsanto es altamente cuestionado por el  irracional monocultivo, por el fomento de transgénicos, por la patentación – mercantilización y control de semillas, explotación, dependencia y desplazamiento de sectores campesinos e indígenas, como asimismo por la propagación de nocivos agro-tóxicos.

    Sin embargo, las manifestaciones de protesta van más allá de Monsanto, también en cuestionamiento están las empresas como Syngenta, Dow, Dupont, Bayer, Basf, Von Baer, entre otras, que mientras generan fusiones entre ellas mantienen el monopolio de semillas, agrotóxicos y maquinarias agrícolas. También se  hace contra el poder político y los organismos de control, que con total impunidad, siguen permitiendo que este modelo de agricultura genocida continúe y aumente año tras año.

    Las manifestaciones también van en contra el TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica) que potencia el poderío de estas empresas y dañan gravemente la soberanía alimentaria y la salud pública de la población.

    En Chile en diferentes localidades se realizan intervenciones públicas. En la ciudad de Temuco, la organización Revolución de la Cuchara realizó en horas de la tarde de este 20 de mayo una jornada informativa en el centro de la ciudad.

    VER DOCUMENTAL – EL MUNDO SEGÚN MONSANTO

  • El Acuerdo Transpacífico TPP o cómo privatizar la semilla y sumar biopiratería

    El Acuerdo Transpacífico TPP o cómo privatizar la semilla y sumar biopiratería

     Ad portas del gobierno de las transnacionales / « Reponer la Ley Monsanto a través del TPP, significa impedir el ejercicio del derecho ancestral al  libre intercambio de semillas, y extender  el registro de semillas a todas las variedades vegetales, encareciendo aún más el costo de la semilla».

     no al tpp

    Por Lucía Sepúlveda R

    Periodismo Sanador

     

     ¡De repente nos encontramos ad portas del gobierno directo de las transnacionales! Corporaciones como Monsanto, las farmacéuticas, los fabricantes de automóviles y otras corporaciones elaboraron en secreto junto a una elite de negociadores de la casta empresarial/estatal de doce países,  una ley para todos sus habitantes. Denominaron el resultado como “Acuerdo Transpacífico” (TPP), y la Presidenta Bachelet lo firmará en febrero – cuando Chile está en “receso” vacacional – para recién entonces enviársela al parlamento. A partir de marzo senadores y diputados deberán decir sí o no. Hasta ayer no más, ellos tampoco tenían idea de qué iban a contener los 30 capítulos, sus anexos y demases porque sólo a fines de octubre se hicieron públicos los contenidos y aún no son definitivos los textos ni sus traducciones.. A partir de marzo podrán reivindicar o no su rol como representantes electos por los y las ciudadanas, o elegirán ser comparsa nacional de las transnacionales y sus socios chilenos. Están en la mira de sus electores.

     

    Son muchos los impactos negativos del Tratado, presentado como el acuerdo comercial más importante firmado hasta ahora, que se aboca a todos los temas imaginables y de lo que menos habla es de comercio. Aquí  sólo nos referiremos a qué pasará con la semilla campesina e indígena y con la biodiversidad,  si se aprueba este tratado.

     

    Resucitan la “Ley Monsanto”

     

    Hasta el año 2013, el negociador de temas agrícolas del tratado por Estados Unidos fue Islam Siddiqui, ex lobbysta de Monsanto.  Se retiró tras asegurar en la redacción los intereses de la transnacional productora de híbridos, transgénicos y plaguicidas.  El capítulo 18, de Propiedad intelectual, en su párrafo.7.2., letra d) obliga a Chile ratificar el Convenio UPOV 91 (de propiedad intelectual de las semillas).Eso implica derogar la actual ley de semillas y aprobar el proyecto de Ley de Obtentores,  que es la traducción al castellano del Convenio UPOV 91.

     

    Ante la presión social, al inicio de su mandato,  la Presidenta Bachelet había suspendido la tramitación final por el Senado de la “Ley Monsanto” (proyecto de Ley de Obtentores Vegetales) por sus implicancias en la soberanía alimentaria y la biodiversidad. Por eso  no  pudo promulgar el Convenio UPOV 91,  aprobado el año 2011 por el Senado.  Reponer la Ley Monsanto a través del TPP, significa impedir el ejercicio del derecho ancestral al  libre intercambio de semillas, y extender  el registro de semillas a todas las variedades vegetales, encareciendo aún más el costo de la semilla. El resultado será aumentar más la  emigración campo-ciudad, por el colapso de la agricultura familiar campesina, generando así el espacio físico requerido para la expansión de los cultivos transgénicos y de la contaminadora industria forestal. Sin agricultura familiar campesina, que actualmente abastece las ferias libres y otros espacios de venta de frutas y verduras,  los consumidores dependerán exclusivamente de los supermercados, más caros. La  agroindustria además, orientada a la exportación dejará en el país sólo lo no exportable y las “cadenas cortas” consumidor – productor que se presentan como alternativas nuevas y saludables,  abortarán por disminución de la oferta de productores rurales.  

     

    Biopiratería legal

     

    En este mismo capítulo 18, en el párrafo 16.d hablando de “cooperación” el TPP impulsa además la formación de expertos en el registro de patentes de conocimiento (ancestral) indígena sobre plantas. Obviamente eso indica que los expertos patentarán conocimientos ancestrales, un procedimiento rechazado ampliamente por las organizaciones de los pueblos originarios que habitan Chile y cuyo patrimonio genético y conocimientos ancestrales ya han sido víctimas de la biopiratería desde hace rato. Este Tratado sigue alentando la biopiratería y nada dice respecto de nuevos protocolos internacionales referidos a estos asuntos.

     

     Nueva Zelanda negoció excepciones a favor de sus pueblos indígenas derivadas del Tratado de Waitangi. En cambio Chile ni siquiera prevé la Consulta Indígena según ha afirmado la Cancillería, ignorando las disposiciones del Convenio UPOV 91.

    Tratados anteriores con USA y la Unión Europea ya exigían a Chile ratificar el Convenio UPOV 91. La diferencia es que ahora, si el Estado no cumple, cualquiera de las empresas inversoras de los 11 países miembros del tratado  puede llevar a Chile a tribunales internacionales (CIADI) cuyas sentencias – inapelables-  en forma  mayoritaria son en contra de los países en desarrollo,  y  de altísimo costo.

     

    Tutela sobre leyes

     

    Las disposiciones del TPP afectan la soberanía nacional,  ya que su maraña de disposiciones genera una suerte de camisa de fuerza respecto de nuevas normas. El capítulo  2  sobre Trato Nacional y Acceso a Bienes, en su párrafo 27.10  establece un  Grupo de Trabajo sobre Biotecnología que  analizará  las  leyes, reglamentos y políticas nacionales, existentes y propuestos”. Cualquier regulación que pretenda proteger nuestra salud y el ambiente, por ejemplo a través de la moratoria a los cultivos transgénicos y el etiquetado de alimentos transgénicos, o políticas públicas que regulen la existencia de  compras públicas de alimentos agroecológicos/orgánicos para comedores escolares u hospitales podrían ser consideradas como un obstáculo al comercio y quedarían “congeladas”. Porque existe el capítulo 15 sobre Compras del Sector Público y un Capítulo 8 sobre Obstáculos Técnicos al Comercio.   Estas normas podrían ser vistas como acciones que van en contra de las “expectativas razonables de ganancias” de los inversores de la agroindustria, definidas sólo por la empresa. El Estado no se arriesgará a posibles demandas  porque firmó el Capítulo 28 sobre Resolución de Controversias (tribunales internacionales con fallos inapelables y sesgados); y el Capítulo 9 sobre inversiones que regula estos temas. El tratado opera como un candado a normas rigurosas que permitan mayor protección de nuestra salud y de la biodiversidad.

     

    Contaminación sin castigo

     

     En el ya citado capítulo 2,  su párrafo 29 se cuida  de asegurar la exportación ininterrumpida de transgénicos sin penalizar la contaminación, aplicando normas más débiles que las del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biodiversidad o las del Codex Alimentario.  Desoyendo las demandas ambientalistas Chile, alineado con Estados Unidos, lleva décadas negándose a ratificar este Protocolo que regula la exportación de transgénicos.  Estados Unidos, Canadá, Chile y Australia, no firmantes del Protocolo de Cartagena, impusieron su criterio respecto de aplicar normas más bajas que los estándares internacionales frente a la contaminación de embarques con niveles bajos de transgénicos, y no cuantificar el nivel de contaminación a permitirse

     

    En los últimos años, las exportaciones de maíz convencional de LimaGrain se han visto afectadas por contaminación de transgénicos y en más de diez oportunidades fueron devueltas a Chile desde Alemania, que las rechazó. La falta de control de la contaminación por transgénicos será una amenaza creciente para la exportación de alimentos a países con tolerancia cero a los transgénicos (Alemania, Rusia) o con tolerancia cero a los no aprobados (entre otros, Francia, Malasia, China) ya que si adoptan medidas como el rechazo, también podrían ser demandados por las transnacionales.

     

     

     

    Por Lucía Sepúlveda R. Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile, vocera para la RM de la campaña nacional Yo NO Quiero Transgénicos en Chile.

     

    Fuentes a consultar para saber más:

    Sobre la Obligación de ratificar el Convenio UPOV 91 y consecuencias

    Declaración del Diálogo Sur sobre Leyes de Semillas, 25 de noviembre de 2015 http://reddesemillaslibresdecolombia.ning.com/

    Cómo Atajamos la Ley Monsanto, por Lucía Sepúlveda (http://www.epes.cl/2014/05/como-atajamos-la-ley-monsanto-von-baer/

    Sobre el  Candado impuesto a nuevas legislaciones frente a amenaza de demandas por inversores

    Informe para el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas    sobre  los efectos adversos de los Tratados de Libre Comercio e Inversión sobre un Orden Internacional Democrático y Equitativo.  Por Alfred de Zayas (Estados Unidos), en español.

    http://www.ohchr.org/EN/HRBodies/HRC/RegularSessions/Session30/Documents/A_HRC_30_44_SPA.docx

    Sobre  punto 3  de normas frente a Niveles Bajos de Contaminación por Transgénicos

    El TPP asegura la contaminación ilegal de nuestros alimentos  (Lim Li Lin y  Lim Li Ching, Red del Tercer Mundo, en inglés), diciembre de 2015

     http://www.ftamalaysia.org/file_dir/142543313756711c0014ad9.pdf

  • Transnacional promotora de transgénicos Syngenta auspicia cultura en Universidad de la Frontera de Temuco

    Las vinculaciones entre la multinacional Syngenta, la Embajada de Suiza en Chile y la Universidad de la Frontera elevan interrogantes acerca de la postura de la Universidad ante los conflictos y denuncias de los movimientos sociales contra esta empresa dedicada al mercado de la semilla transgénica.

     

    Por F.S.M / Mapuexpress

    La última actividad del Centro de Extensión de la Universidad de la Frontera, el concierto de la suiza Eliana Burki, que también contó con el apoyo de Conadi y que se realizó el miércoles 21 de enero en la flamante Aula Magna de dicha casa de estudios, es un eslabón más en la cadena de colaboraciones entre la universidad “pública y estatal” y una de las empresas denunciadas por organizaciones y movimientos sociales por sus prácticas de usurpación de la semilla y los cultivos campesinos, entre otros, llamada Syngenta.

    En efecto, el vínculo de colaboración ya había sido anunciado en 2012, cuando Syngenta realizó una “importante donación con fines culturales” a la Dirección de Extensión y Formación Continua de la Universidad de la Frontera, que fue posibilitado por el Consulado y Embajada de Suiza en Chile. Recordemos que Syngenta es originaria del país nórdico. El entonces director de esta oficina, Eduardo Díaz Muñoz, comentó que Syngenta “es una de las pocas empresas de la región que están desarrollando activamente el concepto de Responsabilidad Social Empresarial, colaborando de modo silencioso y orientado al cumplimiento de logros, lo que otorga a la Universidad una grata oportunidad de participar en este tipo de acciones”. 

    Desde entonces figuran variadas actividades culturales que la casa de estudios ha realizado a través de la Embajada Suiza, sin que se vuelva a hacer mención a la empresa. Aún así, para el concierto de Burki el logo, pendón y agradecimiento explícito sobre el escenario a la transnacional, dejan entrever que su vinculación al Centro de Extensión no se ha interrumpido.

    Por otro lado, en su sitio web UFRO declara mantener otros convenios de colaboración con la transnacional, a través de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales para la evaluación del comportamiento productivo de híbridos de maíz forrajero en las regiones de La Araucanía y de Los Ríos, convenio en el que además se encuentra involucrada Pioneer.

     

    Los pecados de Syngenta

    La empresa ha estado constantemente en el ojo del huracán en varios países por sus prácticas empresariales atentatorias a la Soberanía Alimentaria. En Chile, Syngenta es una de las principales promotoras del proyecto de Ley de Obtentores Vegetales UPOV 91, que el año pasado fue desestimado por el Congreso y que actualmente se encuentra en reformulación y a la espera de ser nuevamente votado por la discusión parlamentaria.

    Recordemos que Syngenta es una de las empresas acusadas por causar mortandad de abejas en la región del Maule, por aplicaciones de plaguicidas altamente peligrosos. Su insecticida thiametoxam (Cruizer) fue incluido junto a otros en un petitorio que la Red de Acción en Plaguicidas Chile/Alianza por una Mejor Calidad de Vida formuló a la presidenta Bachelet, para restringir su uso y proteger las colonias de abejas.

    En otros países como Canadá, Syngenta ya ha sido demandada por apicultores, debido a la muerte de colonias de abejas que han sido expuestas a insecticidas neonicotoides. En 2013, la Comisión Europera levantó una serie de restricciones por dos años, en la utilización de tres neonicotinoides- tiametoxám, imidacloprid y clotianidina- y para el insecticida fipronil, pertenecientes a Bayer y Syngenta.

    Si bien no es novedad que existen alianzas entre empresas privadas con impactos negativos en el medioambiente y las universidades públicas y estatales chilenas, este tipo de eventos deben levantar la atención sobre la naturaleza de estos maridajes y su efecto en la formación de profesionales al servicio (o no) de la comunidad.

    Ver también:

    – Listado de Convenios Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales UFRO: http://agrofor.ufro.cl/index.php/vinculacion-con-el-medio

    – “Dirección de Extensión y Formación Continua recibe significativa donación de Syngenta Chile”: http://www.ufro.cl/index.php/mas-noticias/772-direccion-de-extension-y-formacion-continua-recibe-significativa-donacion-de-syngenta-chile

  • La respuesta campesina e indígena a la nueva “Ley Monsanto” de Bachelet y ministro Furche

    Un representativo grupo de comunidades campesinas e indígenas y de profesionales del agro y la salud se reunió en Santiago el pasado 7 de agosto en el taller “Comunidades, Agroecología y Políticas Públicas”. “Necesitamos políticas públicas generadas desde las bases campesinas,  mediante consultas vinculantes, para poder avanzar en la agroecología y la agricultura orgánica” señala la conclusión general de  los miembros de 43 organizaciones venidos de Arica a Coyhaique.Por Lucía Sepúlveda Ruiz – Fuente:  periodismosanador.blogspot.com

    Las comunidades exigen que el Estado dé prioridad a la relación con los pequeños productores y oriente su esfuerzo hacia las economías locales, vez de seguir apoyando el uso de insumos altamente contaminantes y los agronegocios orientados a la exportación.  Asumen que una  Asamblea Constituyente aseguraría estos cambios, pues se requiere instalar en una nueva Constitución el concepto de soberanía alimentaria: el derecho a decidir qué producimos y cómo, de acuerdo a nuestra cultura y necesidades.

    En dirección opuesta a estos planteamientos, el ministro de agricultura, Carlos Furche acaba de anunciar el relanzamiento de la Ley de Obtentores (“Ley Monsanto”), y el inicio de una ronda de reuniones en  las que “informará” acerca de los cambios al proyecto de ley. 

    Ley de protección de la semilla campesina

    Las comunidades campesinas, reunidas en el Hogar del Maestro, ahora coordinadas en red y apoyadas por organizaciones sociales y ambientales, rechazan cualquier nueva Ley de Obtentores porque el objetivo de esa ley, es promulgar el nocivo Convenio UPOV 91, nefasto para la agricultura familiar campesina. Proponen en cambio que el Estado legisle a favor de la producción y venta de semillas nativas/tradicionales que ellos y ellas usan, y poner fin a la imposición por las entidades del agro (INDAP vía Prodesal y PDTI), de paquetes tecnológicos con agrotóxicos y semillas híbridas (“mejoradas” de alto precio), registradas por los obtentores. La visión de los asistentes es que las leyes y normativas actuales están hechas para desalentar la producción y venta de alimentos sanos. El sistema de compras públicas excluye a los productores orgánicos y agroecológicos y para vender se exigen resoluciones sanitarias inadecuadas a la realidad local, y costosas certificaciones obligatorias.

    Así lo expresaron en la jornada con mucha fuerza, entre otros, organizaciones campesinas y/o locales como la Comunidad de Agricultores de Aguas del Canal Azapa (Arica); la Asamblea por el Agua de Guasco Alto; el grupo Juvenil Paz y Progreso (Melipilla), la Asociación de Mujeres La Esperanza; y la Federación Campesina El Carmen (de Ñuble); la Red de Turismo mapuche de Likanray, el colectivo MapuExpress y la Red de Semillas Libres del Wallmapu. Cuidadores y cuidadoras de semillas locales del norte, centro y sur del país, que rescatan variedades de tomates, paltas, arvejas, uvas,  ilustraban “en vivo” la importancia de la hoy escasa semilla, para el ciclo de la vida y para la producción campesina.

    Ley de Prohibición de plaguicidas

    La asamblea plenaria concordó además que se requiere una ley que prohíba los plaguicidas altamente peligrosos y los insecticidas neonicotinoides, responsables de la muerte de abejas, aspecto al que contribuyó especialmente la Red Nacional Apícola, partícipe del encuentro. El taller se había iniciado con exposiciones y debate sobre políticas públicas preventivas en salud y los negativos impactos de los agrotóxicos en el ambiente y la salud de los seres humanos, a cargo de  la doctora Clelia Vallebuona del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud y de María Elena Rozas, de RAP-Chile. También se abordaron los peligros representados por la “Ley Monsanto” y la posible expansión de los cultivos transgénicos al mercado interno.

    Ley de Moratoria a los transgénicos

    En las conclusiones se sostuvo que es imperativo que el Congreso apruebe una ley de moratoria a los cultivos transgénicos y a los semilleros de exportación, y lograr que los alimentos procesados fabricados con transgénicos sean etiquetados.  

    Este tema estuvo en el centro de la preocupación de las asociaciones y redes de agricultores orgánicos presentes, entre ellas BioBio orgánico, una de las organizaciones fundadoras de la campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile. En el taller participaron también asociaciones de las regiones de Valparaíso, Los Ríos y Los Lagos, así como Chiloé Orgánico, la Asociación de Productores Orgánicos de Paillaco, y Tierra Viva, pionera del movimiento orgánico en Chile.

    Dirigentas nacionales de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI) expusieron y contribuyeron sustantivamente a esta discusión en defensa de la semilla, en la que hubo también lideresas de Curicó, Vichuquén, Quellón, Puerto Montt, y Coyhaique.

    Se contó además con la visión entregada por miembros de capítulos chilenos de organizaciones internacionales como la Red de Semillas Libres, que se está extendiendo en diversas regiones de Chile, abarcando a jóvenes rurales y urbanos;  Slow Food; RAP-AL, CLOC/Vía Campesina, Pacto Mundial Consciente, y el movimiento de la Permacultura.

    Ciencia con ética

    La doctora Liliana Zúñiga, de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte (Coquimbo), integrante del movimiento “Más Ciencia para Chile”, resumió dos de sus importantes investigaciones sobre impactos de los plaguicidas, y sobre biomonitorización en la región de Coquimbo, dejando en claro que “aún hay científicos con ética que deseamos hacer ciencia que ayude a las comunidades”.

    Por su parte los asistentes se comprometieron a impulsar y promover las ferias itinerantes y estacionales, la certificación autónoma y participativa;  la recuperación y extensión de prácticas tradicionales como el intercambio de semillas, el trueque, y la cocina típica. Comprometieron su apoyo a estos esfuerzos, organizaciones allí presentes como la Asociación de Consumidores y Usuarios del Sur (CAS de Temuco), Valdivia (ACOVAL) y Osorno (COS); Alma-Zen, de venta directa de pequeños productores/consumidor (Concepción); la Cooperativa Verde de productores y consumidores (Región Metropolitana) y la Asociación de Ferias Libres ASOF, representando a este sector de la cadena alimentaria.

    Eliminar las plantaciones forestales

    Otra demanda de las comunidades es la eliminación de las plantaciones forestales a gran escala, que contaminan y usurpan el agua y los territorios, impidiéndoles realizar su vocación agrícola y forzando la emigración a la ciudad.

    En el taller, se recogió también el aporte de Redes socio-ambientales como la  Red de Acción por los Derechos Ambientales RADA (Araucanía); la Red de Soberanía Alimentaria y el Centro de Iniciativas Holísticas (CIHOL), ambos de la región de O´Higgins;  la Coordinadora de Economías Locales Campesinas (COELCA de Puerto Montt), el Colectivo Resiliencia (Región de Valparaíso), la Cosecha (Región de O´Higgins), y la Ecoagrupación Huelquén.

    Organizaciones ambientales como OLCA,  la campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, de capacitación como SODEM y la Academia Ciudadana, aportaron al debate junto a profesionales de la salud y el agro de las municipalidades de Quillota y Paillaco, y a técnicos y agrónomos de las organizaciones y localidades.

    Formación en Agroecología

    La puesta en marcha de dos Institutos de Agroecología, impulsados respectivamente por ANAMURI en Chépica (región de O´Higgins) y por la Dirección de Desarrollo Rural de la Municipalidad de Paillaco (Región de Los Ríos) en el sector Lumaco, fue saludada con alegría por los asistentes.

    Durante el taller, que contó con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo, tuvo lugar el pre-lanzamiento de la primera edición en español del libro “Transgénicos: Mitos y Verdades” de Antoniou, Robinson y Fagan (Open Source), traducido y editado por RAP-Chile junto a editorial Quimantú.

    Al cierre del evento, uno de los asistentes señaló: “Participaremos en los Comités Regionales de Agricultura Orgánica a que convoca el gobierno, pero ampliándolos con el sector Agroecológico, y sin perder nuestra propia autonomía como organizaciones en resistencia. Las leyes que necesitamos sólo podremos lograrlas a través del protagonismo y la movilización en todos los niveles, locales regionales y nacionales. De este encuentro hemos salido fortalecidos.”

  • Brasil y EEUU autorizarán los primeros eucaliptos transgénicos

    Brasil y Estados Unidos están por culminar el proceso para aprobar por primera vez en el mundo el uso comercial de eucaliptos genéticamente modificados en sus territorios.Por Carey L. Biron– Fuente: ipsnoticias.net 

    El gobierno brasileño recibirá las consultas del público sobre la comercialización de estos árboles transgénicos durante la primera semana de septiembre. De manera similar, las autoridades de Estados Unidos divulgarán en forma inminente el borrador de una evaluación de impacto ambiental que comenzó a principios de 2013.

    Pese a que la industria papelera afirma lo contrario, voces críticas advierten que el uso de los árboles genéticamente modificados (GM) agravará la deforestación. Las aprobaciones oficiales de Washington y Brasilia significarían el punto de partida para toda una gama nueva de productos que desarrollarían también otros países.

    «Si Brasil y Estados Unidos reciben el permiso para comercializar estos árboles, nada impediría que exporten esos productos para que otros países los cultiven”, opinó Anne Petermann, directora ejecutiva de la organización ecologista Proyecto Ecologista por la Justicia Mundial(GJEP) y coordinadora de la Campaña para Detener a los Árboles GM, una red que anunció una iniciativa mundial el miércoles 20.

    Los “árboles GM crecerían más rápidamente y tendrían un valor económico mayor, así que… las plantaciones convencionales actuales se convertirían a plantaciones transgénicas en muchas partes de África, América Latina y Asia”, señaló en diálogo con IPS.“Si Brasil y Estados Unidos reciben el permiso para comercializar estos árboles, nada impediría que exporten esos productos para que otros países los cultiven”, opinó Anne Petermann, directora ejecutiva de la organización ecologista Proyecto Ecologista por la Justicia Mundial (GJEP) y coordinadora de la Campaña para Detener a los Árboles GM, una red que anunció una iniciativa mundial el miércoles 20.

    Además, tanto Europa como Estados Unidos están estudiando otros árboles con ingeniería genética que generarían toda una serie adicional de posibles impactos”, aseguró Petermann.

    Hasta ahora,  Estados Unidos solo autorizó el uso de dos árboles frutales transgénicos. El eucalipto será la primera especie forestal GM con aprobación oficial. La Unión Europea, Australia y otros países consideran aprobaciones similares, mientras que China produce ya álamos transgénicos.

    El enfoque de las plantaciones

    El eucalipto es un árbol especialmente lucrativo y es la madera dura que más se planta en el mundo. Se utiliza sobre todo para producir pulpa y productos derivados del papel.

    Estados Unidos probablemente utilizará el eucalipto también para alimentar la creciente demanda mundial de biocombustibles, en particular en la forma de pellets de madera o briquetas. El país es el mayor productor mundial de briquetas, y solo en 2012 sus exportaciones crecieron 70 por ciento.

    Las autoridades de Estados Unidos estudian dos tipos de eucalipto modificado genéticamente para resistir las heladas y ciertos antibióticos, lo que permitiría tener plantaciones mucho más al norte. La empresa que solicitó la aprobación oficial, ArborGen, sostiene que con la introducción de sus plántulas se ampliaría por cuatro las zonas de este país que podrían plantar eucaliptos.

    ArborGen calcula que la autorización oficial multiplicaría por 20 sus ventas, a unos 500 millones de dólares al año en 2017, según un informe publicado en 2013 por el Centro para la Seguridad Alimentaria. Del mismo modo, analistas brasileños prevén que el mercado de productos de eucalipto se expanda 500 por ciento en los próximos 20 años.

    Pero está comprobado que el eucalipto, que se cultivó en plantaciones convencionales durante años, es especialmente problemático y hasta peligroso como monocultivo.

    El eucalipto necesita un volumen de agua sumamente alto para crecer y es muy invasivo. Los árboles también son altamente combustibles. Se calcula que casi tres cuartas partes de la energía de las llamas de un incendio devastador en el occidental estado de California en los años  90 provenía de eucaliptos.

    Muchos temen que el sello oficial de Estados Unidos y Brasil impulse el modelo de producción del monocultivo.

    Se demostró que este modelo es muy negativo para las comunidades y la naturaleza locales, ya que expulsa y limita el acceso de la gente a sus territorios y deteriora y contamina los recursos de agua, especialmente en el Sur mundial”, advirtió Winfridus Overbeek, coordinador del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, en diálogo con IPS desde Uruguay.

    Muchas de estas plantaciones en Brasil son un obstáculo para la muy necesaria reforma agraria que permitiría a mucha gente que pasa hambre finalmente producir alimentos en sus propias tierras. Pero con el modelo de las plantaciones, la mayor parte de la madera que se produce se destina a la exportación, para atender la demanda de papel cada vez mayor en otros lugares”, explicó.

    Como dicen los campesinos brasileños, “el eucalipto no se puede comer”, destacó Overbeek.

    Más madera, más tierra

    A pesar del auge de los medios digitales, la industria papelera mundial sigue siendo un gigante que se alimenta de la demanda diaria de un millón de toneladas de papel y sus productos derivados. En 2010 se utilizaron 400 millones de toneladas de papel, según el Fondo Mundial para la Naturaleza, y la cifra podría aumentar a 500 millones de toneladas al año a fines de esta década.

    ArborGen y otras voces a favor de los árboles transgénicos y el sistema de plantaciones en general sostienen que un mayor uso de los árboles “cultivados” reducirá la presión sobre los bosques autóctonos. De hecho, el lema de la empresa es “Más madera. Menos tierra”.

    Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las plantaciones mundiales duplicaron su producción promedio de madera entre 1990 y 2010, pero el tamaño de las mismas también creció 60 por ciento.

    Aunque los árboles de crecimiento más rápido parezcan lindos y útiles, en realidad es todo lo contrario. A medida que adquieren más valor, se les destina más tierra”, afirmó Petermann, de GJEP.

    Especialmente en Brasil, por ejemplo, donde la intensificación de la madera en cada hectárea hace que cada vez más tierra se convierta” al monocultivo, añadió.

    En junio, más de 120 grupos ecologistas de todo el mundo propusieron reformas integrales para asegurar la sostenibilidad de la industria papelera, que tradicionalmente ha sido un motor clave de la deforestación. La propuesta, Una visión global para el papel, exhorta a los usuarios y productores a “rechazar la fibra proveniente de organismos modificados genéticamente”.

    Abogamos por la conservación y la reducción del consumo como primeros pasos lógicos antes de manipular la naturaleza y poner los sistemas naturales en riesgo de contaminación”, dijo Joshua Martin, director de la Red Ambiental del Papel, una organización con sede en Estados Unidos que coordinó la propuesta.

    Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga