Indignados están los papas de los 317 niños y niñas de la Escuela Miguel Huentelen de Collipulli. Sus hijos están enfermos producto del agua que bebieron en el establecimiento. Desde marzo los padres han informado sobre dolores de cabeza, estómago y vómitos que empezaron a sufrir algunos niños. Hoy, de 250 muestras de estudiantes, son 70 las que hasta ahora han dado resultados positivos para 4 tipos de agentes contaminantes.
Fuente: Periódico El Pueblo
Durante meses los apoderados han solicitado una solución, ya que la escuela no tiene agua potable y los niños se han enfermado por contaminación. La Escuela sólo cuenta con agua de pozo que no tiene el debido tratamiento. Una condición básica para la vida y su desempeño escolar.
La Escuela Miguel Huentelen acoge a 317 niños que pertenecen a 26 comunidades mapuche, algunas que están en proceso de recuperación de tierras. La Escuela lleva 60 años de funcionamiento y antes coexistía con otros 3 colegios, pero todos fueron cerrados, por lo que la Escuela Miguel Huentelén es la única alternativa de los niños para educarse.
Nueva infraestructura
A la situación anterior se suman mayores problemas de infraestructura.
La gota que rebalso la paciencia de los padres y los impulso a movilizarse fue el hecho que un data cayó sobre la cabeza de un menor, dejándolo con trastornos momentáneos, y fueron ellos mismos quienes debieron exigir la atención de un especialista en la Posta más cercana. Los padres denuncian que el colegio tiene ventanas sin vidrios, baños insalubres, un patio donde juegan los menores que se inunda, pero lo que más les preocupa es la contaminación por el agua sin tratamiento que beben los niños.
Han tocado todas las puertas
El Centro General de padres y Apoderados ha agotado todas las instancias: dirección del establecimiento, el DAEM, la Gobernación e incluso en agosto,se trasladaron a Santiago y solicitaron audiencia con la Ministra de Educación. No los recibió, pero sí su Jefa de Gabinete, la que al conocer el caso señaló: “en estas condiciones el colegio no debería funcionar”. Los padres exigen que se les construya un nuevo establecimiento, que cuente con las condiciones necesarias para que los estudiantes puedan ejercer su derecho a educarse, como cualquier otro niño. Acusan discriminación y total abandono por parte de las autoridades por tratarse de Comunidades Mapuche en lucha.
Llegan al MINSAL
Ayer jueves nuevamente los padres -tras reunir los fondos-,se trasladaron a Santiago para exigir ser escuchados en el Ministerio de Salud. En estos momentos se encuentran en la OIRS con toda su documentación y la encargada les ha señalado que la situación es preocupante. Los padres señalan que necesitan una respuesta inmediata y atención para los niños y sus familias, ya que podría transformarse en un problema sanitario.
La lucha por el derecho a la educación
El 13 de agosto pasado ya se habían tomado el colegio en búsqueda de soluciones y el 25 de agosto, algunos apoderados iniciaron una huelga de hambre. Esta movilización termino con un compromiso de mejora de infraestructura. Se llamó a licitación, pero se declaró desierta, los apoderados señalan que es una estrategia para no cumplir el compromiso, ya que la gobernadora se ha excusado en ambiguas explicaciones.
Irregularidades
Los apoderados denuncian que el Director de Salud de Victoria se comprometió a ayudarlos con la situación de sus hijos, pero fue despedido. El Director de Salud de Angol les dijo que no podía hacer nada en este momento, porque están en período de elecciones, pues había alcalde saliente y no podía comprometerse.
Mientras, los niños siguen contagiados. Hay casos de niños tratados que se han vuelto a contagiar. Es una situación del todo impresentable y que expresa total displicencia frente a las condiciones de vida de las familias mapuche.
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