lunes, mayo 13, 2024

Aimé y La lluvia fue testigo, memoria y reivindicación mapuche fueron premiadas en festival de Cine Patagonia

Producciones ganadoras de la novena versión del Festival de Cine de la Patagonia Aysén: Imágenes Resistentes, realizado desde el 10 al 16 de febrero en Coyhaique, tematizan en torno a la cultura mapuche e invitan a reflexionar sobre las resistencias y luchas, los feminismos, la lengua y la construcción de la memoria, visibilizando la tensión del pueblo indígena con Estados de Chile y Argentina.

Fuente: Radio U. de Chile

20/02/2020 – La Cantaria de Plata, en homenaje al ciervo volante de la zona, es el tradicional trofeo que entrega el FECIPA para dos categorías en competencia: cortometraje y largometraje Patagonia Territorio Cine.

En la última categoría, la película ganadora fue Aimé, de la directora neuquina Aymará Rovera. En momentos en que el mundo reivindica los cuerpos femeninos, y se posiciona políticamente, esta obra visibiliza a través de una ficción filmada en Puel Mapu, a Aimé Paine, “una mujer feminista originaria, una cantora que en plena dictadura argentina fue en búsqueda de sus orígenes y dejó un legado importante para la cultura mapuche”, señala la directora.

El jurado, compuesto por Magdalena Rosas, Josefina Morandé y Gonzalo Justiniano, destacó la calidad onírica para dar cuenta de una idiosincrasia, relevando el arte y la cultura originaria.

En categoría cortometraje, la obra ganadora fue La lluvia fue testigo, del director puertomontino Nicolás Soto Guerra. El jurado, compuesto por Carola Chávez, José Luis Sepúlveda y Gastón Salgado, valoró su tratamiento cinematográfico, simple y profundo del paisaje, lugares y espacios que habitó José Huenante para acercarnos a su vida y a su familia de una manera sensible y reflexiva, dando cuenta de una expresión de verdadera resistencia, destacando poéticamente un hecho contingente, brutal y tristemente cotidiano sobre violaciones a los Derechos Humanos e impunidad ocurrido en democracia.

El director señala que este cortometraje surgió de la necesidad de acercamiento a sus orígenes a través de una historia que refleje la identidad de Puerto Montt, “a nivel local se le ha dado más importancia a su desaparición que a su historia de vida llena de prejuicios, de precariedad y ausencia de oportunidades en una zona marcada por la impunidad.

Nuestra intención fue siempre comunicar y reconstruir esta historia desde una mirada más familiar e intimista, sin dejar de lado la emoción y lo que conlleva el hecho de continuar tu vida esperando a que te devuelvan a tu hijo, eso es muy chocante, y nosotros intentamos mantener ese equilibrio en la propuesta cinematográfica y valoramos por cierto esa decisión del jurado”.

Otras obras en competencia que fueron exhibidas en el festival y que relatan la Memoria y las reivindicaciones de pueblos indígenas son, en largometraje, Cushamen, con Chubut, libertad y tierra, de Carlos Echeverría; y en cortometraje: Territorios ancestrales, espíritu selknam, dirigido por Guillermo Canales Domich, y Mi último Kajef, de Matías Bravo Lara y Carlos Reyes Raffo. El Festival de Cine de la Patagonia Aysén se ha posicionado en el territorio austral como un espacio de visibilidad de desarrollo audiovisual, donde se exhiben diversas temáticas desde territorios descentralizados y que resisten culturalmente, donde la protección del medioambiente forma parte de la esencia de la relación de los pueblos con la naturaleza. Esta ventana para producciones del sur austral y Patagonia ofrece también un espacio para producciones nacionales, de Chile y de Argentina.

La Patagonia sucede entre estos dos países, un territorio imaginario que se habita y va construyendo su identidad, investigando y reconociendo su pasado indígena, y de la presencia de los Estados colonizadores, el genocidio, la aculturación, la ocupación efectiva, y su presente de mestizaje e indigenismo. Se evidencia en las producciones una necesidad de registrar, relatar y valorar la historia, para darle dignidad a las culturas que habitaron con el extremo sur del mundo.

Esto también abre una ventana para que la Patagonia se piense audiovisualmente, como espacio fílmico, como espacio donde convergen dos países que ocupan un territorio indígena, que comparten temáticas desde sus particulares geografías y demandas sociopolíticas, “hacíamos un festival que miraba solo producciones chilenas, pensamos que era una especie de festival santiaguino hecho en regiones, entonces comenzamos a apostar al desarrollo del audiovisual como posibilidad artística creativa en Aysén y en Patagonia”, agrega Becerra.

Próxima convocatoria

La Agrupación Patagonia Visual extiende la invitación para que los realizadores y realizadoras participen en la convocatoria del 10º Festival de Cine de la Patagonia Aysén, que se realizará a fines de este año, y que estaría abriendo las postulaciones próximamente a través de www.fecipa.cl y redes sociales.

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