jueves, abril 25, 2024

¿Plurinacionalidad con apellido? Constituyentes indígenas definen propuestas y alianzas

Consultados por las radios Ayni y JGM, representantes electos de los pueblos quechua, aimara, diaguita y kawésqar expusieron cuáles son los principales asuntos que quieren integrar en la discusión constitucional. La necesidad de formar una bancada indígena y de cambiar el modelo de desarrollo extractivista, está entre lo más destacado.

Por JULIO OLIVARES – Fuente: radiojgm.uchile.cl

Desde la Radio JGM tuvimos acceso a cuatro de los constituyentes pertenecientes a pueblos originarios, con el fin de conocer los principales temas que buscan llevar la discusión constitucional. Se trata de Wilfredo Bacian, representante quechua; Ivanna Olivares, constituyente de origen diaguita, electa en el Distrito 5 por La lista del pueblo; Margarita Vargas, convencional kawésqar; y, a través de entrevista con la Radio Ayni, Isabella Mamani, representante quechua.

Los cuatro han puesto el acento en llevar a la Constitución las definiciones y propuestas que emanen de las comunidades a las que pertenecen. En palabras de Mamani, “los constituyentes indígenas tenemos un trabajo doble en comparación a los demás porque existe un compromiso con nuestra gente de estar presente en los territorios. Este trabajo debe ser territorial”.

Plurinacionalidad con apellido

La actual Carta Magna establece el carácter unitario del Estado y no menciona ni una sola vez a los pueblos indígenas. Los cuatro constituyentes contactados coinciden en la importancia de innovar en ese aspecto: buscan declarar que Chile es un Estado plurinacional y reconocer la convivencia de varias naciones en nuestro territorio.

En su opinión, la mera declaración constitucional de la plurinacionalidad no basta por sí sola y requiere ir acompañada de otras medidas indispensables.

Al respecto, Wilfredo Bacian indicó que “la plurinacionalidad no puede ser un simple eslogan, no va a provocar un cambio casi mágico en el estado de las cosas solo por incluirse en la Constitución. Para que tenga efecto debe estar acompañada del derecho a la restitución de las tierras, a la restitución de las aguas y, sobre todo, del reconocimiento de las instituciones propiamente indígenas dentro de la estructura del Estado. La plurinacionalidad tiene que ver con la redistribución del poder político”.

Por su parte, la constituyente de origen diaguita, Ivanna Olivares, expresó que “una plurinacionalidad verdadera tiene que reconocer el control permanente de los territorios por las comunidades indígenas y su demarcación, previa restitución de sus territorios por parte del Estado; el derecho a la libre determinación política, a la soberanía política dentro de su territorio; el respeto al derecho ancestral, consuetudinario, a las autoridades ancestrales y la política interna; y el derecho a decidir cuáles son las actividades económicas que se van a establecer dentro de sus comunidades”.

A lo que Mamani agregó que “la redacción de la Constitución de Bolivia me gusta, pero en la práctica, su legislación indígena ha sido limitada. Queremos que esto no sea así en esta nueva Constitución, sino que el Estado plurinacional sea transversal y reconozca a todas las primeras naciones y su autodeterminación en todos los ámbitos: jurídicos, políticos, sociales, culturales… Que tengamos voz y nuestra voz sea escuchada”.

Finalmente, la convencional kawésqar, Margarita Vargas, enfatizó en que “la Constitución actual habla de un país unitario. A nosotros nos gustaría el reconocimiento de un Estado plurinacional para que se pueda reconocer nuestra lengua originaria y para que desde ahí emane la creación de leyes que permitan políticas de desarrollo integral indígena”.

Un nuevo modelo de desarrollo

Otro punto en común que quieren instalar al menos tres de los constituyentes consultados tiene relación con el cambio de un modelo extractivista de desarrollo del que se muestran críticos y la implementación de políticas que pongan al centro el medioambiente y la relación con la tierra.

En ese sentido Bacian indicó que “creemos en una economía no capitalista que sea sustentable, cosmocéntrica y que permita generar los recursos necesarios para que todos los pueblos que coexisten en Chile puedan vivir en dignidad, en el respeto irrestricto de sus derechos fundamentales. La deuda en derechos sociales con el pueblo chileno no puede pagarse a cambio de seguir proliferando modelos extractivistas”.

En esa línea, Ivannia enfatizó en que “debemos priorizar el sostenimiento de la vida, del equilibrio del ecosistema por sobre el modelo de desarrollo que se quiera establecer porque va a ser el único modo en que podamos asegurar la convivencia y la sobrevivencia de las futuras generaciones dentro del territorio plurinacional chileno. En ese sentido, se deben priorizar usos del agua que resguarden los caudales de los ríos tanto de aguas superficiales como subterráneas y los glaciares, sean de nieve o de roca”.

A lo que Mamani agregó que “queremos decidir cómo vamos a relacionarnos con el medioambiente. El actual modelo económico se contrapone a nuestra cosmovisión, a nuestra relación con los elementos de la naturaleza. Tenemos que buscar un modelo que proteja el medioambiente, que resguarde el territorio, cambiar el modelo extractivista y buscar el resguardo de la Madre Tierra, del agua. Que la Pachamama sea un sujeto de derecho”.

Los otros temas de los constituyentes

Deuda histórica: Según Wilfredo Bacian “debe repararse la deuda histórica que el Estado de Chile tiene con los pueblos originarios, la cual se debe cuantificar para saber cuánto es lo que se debe restituir. Aquí no solo hay una deuda de tierra y agua, sino también de pérdida de vidas humanas que han ocurrido principalmente en la zona sur del país”.

Descentralización: Ivanna Olivares planteó que es clave “devolver el poder de decisión y de soberanía a los territorios para ir aplacando la excesiva centralización que impuso este Estado hiperpresidencialista”.

Bacian, en tanto, añadió que la descentralización también debe aplicarse regionalmente. “Si bien estamos ad-portas de elegir gobernadores regionales con un grado de autonomía, creemos también que esa autonomía debe reflejarse en el desarrollo territorial de las comunidades alejadas de los centros urbanos. Que todas y todos podamos sentirnos parte del desarrollo, y podamos aportar en base a nuestra experiencia y a nuestro legado ancestral”, dijo.

Participación política: En una misma línea, la representante de La lista del pueblo buscará “consagrar nuevos mecanismos de participación política para avanzar en la transformación de una democracia que sea mucho más participativa y deliberante”. “Queremos devolver el poder a la ciudadanía y a los territorios”, añadió.

Niños, niñas y adolescentes (NNA): Olivares agregó que también los derechos de los NNA son prioritarios dentro de sus anhelos transformativos. En sus palabras, “la niñez es el tesoro de esta sociedad, tenemos que garantizar su protección y el respeto a la autonomía progresiva en torno a su participación, darle valor a sus pensamientos y sueños”.

Desarrollo social indígena: Margarita Vargas, por su parte, intentará impulsar modificaciones estructurales que superen las insuficiencias de la Ley Indígena, la que no reconoce a los kawésqares como pueblo originario, sino como comunidad. Plantea garantizar una educación intercultural bilingüe y que las políticas de desarrollo social indígena se adecúen a su realidad. “La Ley Indígena solo habla de la tierra como elemento de desarrollo, pensando en el pueblo mapuche. ¿Pero qué pasa con el mar, elemento de desarrollo de los pueblos de la Patagonia?”, inquirió.

Política de alianzas y dos tercios en disputa

Uno de los puntos más discutidos en las últimas semanas es la regla de los dos tercios necesarios para llegar a acuerdos en la Convención, pactada en el acuerdo de noviembre de 2019 que abrió el proceso constitucional.

Tanto Mamani como Olivares declararon estar a favor de modificar el quorum establecido. La representante aimara planteó en Radio Ayni que el quorum debería regirse por mayorías simples o, al menos, variar según la materia que se esté discutiendo. La constituyente del Distrito 5, en tanto, declaró “tener el anhelo de transformar esa regla antidemocrática que se impuso dentro de la Convención y de que exista la voluntad política en el Parlamento para poder cambiar la medida”.

Sea que logren modificar el quorum o no, lo cierto es que los constituyentes tendrán que formar alianzas para sumar apoyos y que los temas que buscan llevar a la Convención terminen en la Carta Magna.

En ese sentido, Wilfredo Bacian planteó que está por generar un diálogo abierto y transparente con los demás convencionales para contar con sus soportes y respaldar aquellas ideas con las que concuerde, especialmente en materia de derechos sociales. “El diálogo y la unidad que podamos tener los pueblos originarios va a ser factor determinante en generar las alianzas que se puedan dar, aunque no me atrevería a decir hoy cuales son”, manifestó.

Consultada por Ayni, Isabella Mamani adoptó una postura similar: “Tenemos que formar un bloque o una bancada indígena los 17 representantes más los 3 hermanos que salieron como constituyentes generales pero son indígenas. Todos los pueblos originarios buscamos reconocimiento como pueblo y también respeto, y aunque tengamos diferencias, intentaremos llegar con fuerza a la convención”. Asimismo se mostró esperanzada en llegar a acuerdos con otros convencionales no indígenas que estén de acuerdo con sus demandas históricas.

Por su parte, Margarita Vargas valoró la presencia de distintas miradas en la Convención y aseguró que tiene la mayor disposición por integrarse, respetando las diversas posiciones políticas e ideologías. “Va a ser difícil llegar a acuerdo si no respetamos nuestras diferencias personales. Estamos representando a un pueblo, por ende yo no puedo ir con una mirada política o personal. Tenemos que poner sobre la mesa el valor de los pueblos indígenas, y, en ese sentido, creo que nuestras demandas son similares”.

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