jueves, marzo 28, 2024

Proceso Constituyente: Justicia y dignidad para los Pueblos y Naturaleza

Por Natividad Llanquileo Pilquimán

Participar del proceso constituyente no ha sido una decisión fácil, sin embargo, se tomó una decisión colectiva con personas de diversos territorios, tanto urbano como rural, de proponer esta candidatura, abriéndose diversos espacios de encuentros facilitados por el Colectivo Trür Igualdad, desde donde se consideró relevante participar para incidir en la toma de decisiones de la Convención Constituyente y así, salimos con la convicción de que si se podía.

Asimismo, también comprendemos diversas posiciones críticas, reticentes y de desconfianza que ha existido al proceso desde expresiones autónomas disidentes, varias se comparten plenamente. Es evidente que ha existido intentos de manipulación desde los sectores dominantes del poder político y económico. La exclusión de la Asamblea Constituyente, el poder del capital para campañas electorales, el control de medios masivos de información, la instrumentalización de encuestas, el marco normativo e institucional, en fin, una serie de elementos de desventaja y discriminación, sin embargo, aun así, hasta con una importante dispersión de votos desde colectividades políticas disidentes, movimientos sociales y autónomas, no pudieron y lo del 15 y 16 de mayo ha sido un nuevo hito histórico que cambia profundamente los ejes y el horizonte.

Todos los fatalismos anunciados con antelación que tendrían independientes organizados fracasaron. Todos los ninguneos y cercos informativos, fracasaron. Y todos los señalamientos que en realidad la gente no quiere cambiar el sistema, fracasaron. Hoy, hay señales claras y concretas que sí se quiere cambiar el régimen político y el modelo económico, que si se quiere construir caminos de justicia y dignidad para los Pueblos y que fue parte de nuestra consigna principal y propuesta programática.

Las estrategias de movimientos sociales y sus movilizaciones en diversos escenarios como ha sido en la calle, en las urnas y en las intervenciones de los espacios de tomas de decisiones, así como de comunidades, organizaciones y colectivos de Pueblos Originarios, quebró el sistema partidista del oligopolio político económico y lejos de ingenuidades, están dando frutos y esperanzas concretas.

Es muy importante valorar que personas muy inteligentes, luchadoras sociales, trabajadoras de mucho esfuerzo y sacrificio, que han sido víctimas de la represión estatal y las desigualdades del neoliberalismo, con algunos casos de prisión, persecución, represión, tanto mapuche, chilena y de otros pueblos, incluso algunos no creyendo que la Convención Constituyente sea un fin, sino un medio, hoy sean dignas representaciones electas, la mayoría con campañas autogestionadas, como fue la nuestra, a pulso y con mucho esfuerzo, que se enfrentó a millonarias campañas de partidos políticos y empresariales.

No está demás decir, que seguramente, sectores vinculados al poder político y económico que ha dominado todo este tiempo bajo el amparo constituyente otorgado por la dictadura, en medio de su catarsis y decadencia, con diversos tentáculos y dimensionando parte de sus historiales de abusos, arrogancias, saqueos y opresión, con una absoluta incapacidad democrática, van a intentar de una u otra forma sabotear y conspirar contra todo avance transformador, por lo tanto los logros y conquistas van a tener que cuidarse dentro y fuera de la Convención.

También es importante señalar, que las malas prácticas de la partitoracia con formas centralistas, individualistas, caudillistas, neo coloniales, verticales y arbitrarias, de una u otra forma son transversales, también de alguna manera han sido reproducidas por partidos de izquierda de la nueva generación y también podría salpicar a movimientos sociales con listas constituyentes, siendo indispensable autoregularse constantemente.

En nuestro caso, el proceso que hemos vivido en el marco constituyente ha sido participativo y colectivo. La elaboración de una propuesta programática fue nutrida en diversos espacios. Todas las semanas el Colectivo Trür Igualdad junto a werken comunicaciones mantuvo la transmisión del “Txawün Constituyente”, con diversas personas invitadas, varias especializadas en materias como también representativas de territorios y organizaciones. También tuvimos múltiples encuentros, nvtram y reuniones presenciales, con diferentes comunidades y agrupaciones, recabando allí múltiples sentimientos, anhelos, demandas y propuestas. Así, paso a paso se fue construyendo nuestra propuesta y son las instancias a la cual nos debemos y que nos han establecido un mandato.

Es importante recordar, que en febrero de este 2021, en la Pampa de Koz-koz en la comuna de Panguipulli, tuvimos un importante encuentro de candidatas y candidatos constituyentes mapuche a escaños reservados e independientes, convocados por el Parlamento de Koz-koz, donde asumimos un compromiso colectivo en la defensa de los derechos de nuestro pueblo, teniendo siempre como horizonte la reconstrucción de la nación mapuche, entendiendo también que hay diversos temas transversales que involucra los intereses y necesidades de todos los pueblos.

Se señala esto, porque quienes representamos sentires colectivos y venimos desde un movimiento autónomo, tenemos que cambiar las formas imperantes que ha habido en las tomas de decisiones en diversas escalas, como han sido los fracasados sistemas de delegación de la representatividad y acuerdos en cuatro paredes. Es indispensable que los espacios sean abiertos, transparentes, que nuestras comunicaciones con las instancias que representamos sean con una fluida retroalimentación, con decisiones compartidas y relaciones horizontales.

Algunos de los ejes Constituyentes

Desde los inicios de este andar, hemos sostenido que la soberanía debe recaer en todos los Pueblos que habitan Chile, con un reconocimiento explícito como sujetos de derechos colectivos cuyo matiz es la autodeterminación. No hacerlo, es seguir extendiendo los actos históricos y sistemáticos de violencia, despojos, masacres, discriminación, abuso, arbitrariedad y dominación.

Construyendo participativamente nuestra propuesta programática, decidimos agrupar las temáticas recabadas en cuatro ejes principales que son parte de nuestro horizonte y que esperamos poder complementar de la mejor forma con las diferentes expresiones democráticas. A continuación, un extracto de ellas:

1.- RECONSTRUIR EL VALOR DE LO DIVERSO/ PLURINACIONALIDAD KIMCEGEN: La plurinacionalidad no es una creación jurídica nueva: es la aceptación normativa de nuestra realidad territorial y cultural. Este reconocimiento no es relevante si sólo se limita a lo simbólico. Primero es fundamental reconocernos y posibilitar la máxima realización dentro de nuestra diversidad. El Estado Plurinacional no es un estado de naciones enfrentadas o enemigas, sino donde caben todas las naciones, valoradas, respetuosas de los DDHH de todas las personas y hermanadas a partir de intercambios recíprocos de saberes y cosmovisiones, que aseguren un buen vivir para las actuales y futuras generaciones, bajo un marco de reconocimiento explícito de derechos en igualdad.

2.- UNA NUEVA RELACIÓN CON LA NATURALEZA/ FEYENTUN ITROFILLMOGEN: Para alcanzar un Estado de bienestar colectivo, hemos de situar en el centro del modelo económico, político y social la protección de las diversas formas de vida, el itrofillmongen en nuestra concepción mapuche. Para eso, proponemos reconocer el derecho a un acceso justo y equitativo de los bienes comunes, en un modelo que proteja la naturaleza y sus integrantes. Para lograrlo, es clave reconocer los derechos de la naturaleza y romper con la visión que cree posible seguir con la depredación para sostener un modelo injusto, que beneficia a unos pocos y sin ningún límite en el interés colectivo. En su lugar, creemos que se la debe concebir como un gran ser vivo con un valor intrínseco.

3.- FORTALECIMIENTO Y AMPLIACIÓN DE DERECHOS/ KUME MONGEN: Para que la nueva Constitución garantice una vida digna y plena para todos/as, creemos que es necesario redefinir el rol del Estado: abandonar la pasividad y subsidiariedad privatizadora actual para asumir un rol principal y activo, que asegure los derechos sociales, económicos y ambientales básicos, indispensables para vivir en dignidad, basado en principios de justicia, solidaridad y sustentabilidad, incentivando formas económicas más vinculadas a la comunidad, a los territorios, y basadas en la reciprocidad y la complementariedad. Salud, vivienda digna, educación de calidad, medio ambiente, respeto y desarrollo saludable niñez y adolescencia, entre otros. También derecho a la identidad cultural colectiva, migración, el derecho al agua, vivienda digna, alimentación bajo principios de soberanía y justicia alimentaria y la incorporación de los saberes ancestrales.

4.- PARA UN PAÍS DIGNO Y SOSTENIBLE: MÁS Y MEJOR DEMOCRACIA/ FILL TA IÑCHIÑ ALLKÜTUGEAIÑ: La Nueva Constitución debe contemplar mecanismos de democracia directa como iniciativa popular de ley, el plebiscito, el referéndum revocatorio de leyes injustas y de mandatos de autoridades que violan los DDHH, y presupuestos participativos a nivel comunal y regional, entre otros; justicia tributaria; democratización y desconcentración. Transformación de institucionalidad.

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